A 111 años de la inauguración del Teatro Gualeguaychú, un emblema de la cultura local

La inauguración del Teatro Gualeguaychú marcó un hito cultural y social en la historia de la ciudad. Para la ocasión, se eligió una obra de altísimo prestigio: la ópera “Aída” de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Antonio Marranti, que convocó a una multitud y quedó grabada como uno de los momentos fundacionales de la escena artística local.

Desde entonces, el Teatro Gualeguaychú se consolidó como un espacio emblemático del país. En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional, distinción que reconoce su valor para la cultura, la historia y la arquitectura argentinas. Es considerado uno de los mejores teatros del país por su excelente acústica, además de destacar por sus atributos técnicos y artísticos.

Arquitectónicamente, el edificio responde a una estética influida por la corriente conocida como “Secesión vienesa”, con un diseño que mantiene un eje de simetría. Su sala tiene planta en herradura, rodeada por una fila de palcos bajos, una de cazuela y otra de tertulia. Posee capacidad para 600 espectadores, distribuidos en 382 plateas y 218 asientos en tertulia. Su elegante fachada cuenta con un balcón en planta alta, con balaustres y herrería artística que refuerzan su estilo distintivo.

A lo largo del tiempo, este teatro ha sido sede de importantes espectáculos de teatro, música y ballet, además de albergar eventos sociales, discursos, conferencias y congresos. Su relevancia no se limita al pasado: continúa siendo el espacio central para las artes escénicas en Gualeguaychú. Su gran escenario de 12 metros de boca por 10 de fondo permite el desarrollo de una amplia variedad de producciones, tanto locales como nacionales e internacionales.

Uno de los elementos más valiosos del edificio es su telón histórico, incorporado en 1926 durante la primera refacción del teatro. Este telón, traído especialmente desde Génova, Italia, es de terciopelo azul y posee pasamanerías decorativas en todo su borde inferior, sumando un rasgo de distinción escénica.

Entre 2009 y 2011, el teatro fue sometido a una obra de restauración integral, durante la cual se descubrieron objetos pertenecientes al público de otras épocas: paquetes de golosinas y cigarrillos, cajitas de fósforos, abanicos, monedas y programas antiguos. Estos hallazgos fueron resguardados inicialmente por el Museo “Casa de Haedo”, y recientemente fueron devueltos al teatro como parte de su patrimonio cultural e histórico.

Hoy, el Teatro Gualeguaychú no solo guarda memorias de un pasado vibrante, sino que sigue escribiendo su historia como símbolo vivo del arte y la cultura, sosteniéndose como un verdadero orgullo local y nacional.