
Desde hace cinco años, al decir del poeta Jorge Enrique Martí "la guitarra esta en silencio y es la guitarra de Walter".Por Osvaldo DelmonteColaboraciónWalter Heinze. Un referente guitarrístico universal. La síntesis perfecta de la guitarra clásica -académica- y la música folclórica de raíz popular. Quienes tuvieron la fortuna de escucharlo en vivo saben -además- que su presencia era cautivante: una voz nítida, expresiva y sus manos en la guitarra, una fiesta para el alma.Darío Miraglio y Marcial Herdt, quienes fueron alumnos de Walter en la Escuela de Música de Paraná escribieron un libro: "Walter Heinze" (Una vida, un destino, una guitarra) por ellos conocemos detalles de su existencia y de su obra pero por sobre toda las cosas constatamos el amor y el respeto enorme de los estudiantes de música por la personalidad fantástica de este gran maestro.Nos enteramos entre otras cosas que nació en Crespo en el año 1943, que su padre era bancario y que por esta cuestión de los traslados los primeros grados de la primaria los cursó en la Escuela Normal de Gualeguaychú, como así también que no le fue fácil hacer valer su vocación artística proviniendo de una familia sin antecedentes en el arte y con la honesta aspiración de tener un hijo doctor.Walter cuenta en este libro su descubrimiento de la música. "A los siete años en la cocina de mi casa en Gualeguaychú escuché una audición de radio de Buenos Aires, donde actuaba un recitador criollo como se decía en aquel tiempo; recuerdo que su nombre era Fernando Ochoa y lo acompañaba el guitarrista Abel Fleury. Este hecho fue muy significativo para mí, ese sonido de la guitarra me impactó; sentí como un llamado. No tenía entonces ningún antecedente musical, ni siquiera conocía una guitarra". Eduardo Falú y Atahualpa Yupanqui marcarían luego su carrera.En el año 1962 ingresa en el Instituto Superior de Música de Santa Fe perteneciente a la Universidad del Litoral, 8 años de trabajosos estudios de nivel superior con Profesores como Jorge Martínez Zárate, Graciela Pomponio o Lázaro Flury completan una sólida formación musical e instrumental. Paralelamente Walter participa del entusiasta movimiento folclórico de los años 60 integrando un grupo -entonces de renombre- llamado los Jangaderos, junto a Abel Schaller, Miguel Martinez, Polo Valentinuz y Horacio Vera.Walter Heinze recuerda con mucho cariño aquellas épocas, sobre todo a la Familia Pauletti - Pugliese, oriunda de Gualeguaychú, en cuya casa de calle Nogoyá de Paraná comenzó a rasguear sus primeras zambas.Allí también -este tímido estudiante de música clásica- se animó a cantar ante las atentas orejas de sus amigos: el Zurdo Martínez, Luis y Miguel Pauletti.En el año 1976 grava su primer trabajo discográfico "Canto entre dos ríos"; Walter se refiere a esta obra del siguiente modo: "En el comienzo de su vasto poema Luz de Provincia, Carlos Mastronardi dice refiriéndose a Entre Ríos: Un fresco abrazo de aguas la nombra para siempre y es quizás éste abrazo de aguas el que fecunda también para siempre nuestro canto y lo convida a demorarse en la gracia profunda de su gente, de sus costas, de sus campos graves, de su luz y de su aire; pero este abrazo se abre también, a las voces de otros ámbitos, al canto de otras tierras que encuentra lugar aquí para desarrollarse y crecer... preparando el humus de donde se extrae la floración de nuevas y más amplias formas de expresión...".Es claro que Mastronardi expresa una fuerte convicción de Walter: no quedar encerrado en un provincialismo hueco, por el contrario, abrirse desde el conocimiento profundo de nuestra tierra a todo lo demás. Esta concepción fue una constante en su labor como profesor de la Escuela Superior de Música "Constancio Carminio" de Paraná. Lugar que transitó con enorme sentido ético y se constituyó -sin demagogias- en un modelo docente a seguir.En la búsqueda de su propio lenguaje y también como forma de romper con la temática europea académica del Instituto de Música de Santa Fe compone "Campos de la tarde"; una verdadera estampa musical de Entre Ríos dedicada a su amigo el poeta Luis Sadí Grosso.Walter recorrió la Argentina llevando su música y su palabra, también países vecinos como: Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay. En 1989 llega a Europa y se presenta en la Maison de L`Amerique Latine, en París, interpretando sus obras originales para guitarra y canciones de autores argentinos. La radio Latina de París dedicó una emisión a la difusión de sus obras, gravadas no solamente por intérpretes argentinos, sino también de Europa, Japón y Estados Unidos.Edita luego "El canto Compartido" junto a Miguel Martínez, posteriormente "Guitarra de Luz" y "De memoria y olvido".En el año 1999 en el sello Shagrada Medra, grava "Borgeana". Este trabajo es una verdadera joya de la música y la poesía nacional. Lo acompañaron en flauta Luis Barbiero y en guitarra Pablo Ascúa. Los temas de Jorge Luis Borges como: Jacinto Chiclana, A Don Nicanor Paredes, Milonga de Manuel Flores, Milonga de dos Hermanos, Poema Conjetural o "El títere" quedaron eternizados en la voz de Walter y la instrumentación fantástica de estos grandes músicos. Ese mismo año -1999- viaja a Alemania donde ofreció conciertos en las ciudades de Erlangen, Stuttgart y Heidelberg.Su última actuación en Gualeguaychú fue en el Instituto Osvaldo Magnasco junto a CARLOS AGUIRRE Y MIGUEL MARTINEZ en un concierto homenaje dedicado a la obra de Atahualpa Yupanqui. Esa noche junto a estos artistas estuvo el grupo vocal Malaika de nuestra ciudad, el Coya Chavero (hijo de Don Ata) y la destacada periodista y animadora cultural Blanca Rébori.Quienes tuvimos la suerte de vivir ese momento jamás olvidaremos el final a toda orquesta: el piano del negro Aguirre y las dos mayores guitarras entrerrianas interpretando "Nada Más", hermosa guajira de Atahualpa.Aún resuena en nuestros corazones la voz de Walter cantando. "Alguna gente se muere para volver a nacer/y el que tenga alguna duda"... que se lo pregunte a Él que vivirá por siempre en su obra y en al amor incondicional de los estudiantes, de su familia, de sus amigos y su guitarra.Guitarra que en este quinto aniversario ya no está en silencio. Por decisión de su familia suena abrazada a su hermano en el arte y la vida: el guitarrista Paranaense Miguel "Zurdo" Martínez.