LA FISCALÍA LE OTORGÓ BOTÓN DE PÁNICO A LAS DENUNCIANTES
“A mí también”: Se suman más testimonios contra el hombre acusado de abusar menores

En menos de 24 horas se sumaron por lo menos 10 testimonios de mujeres que van desde los 21 hasta los 44 años. El acusado es siempre el mismo hombre: Alberto Indart, quien hoy tiene 75 años, será investigado por presuntos delitos sexuales durante los últimos 30 años. El caso quedó en manos del fiscal Mauricio Guerrero.
Mónica Farabello
Tanto Micaela como Luz Milagros recibieron sus botones antipánicos para pedir ayuda policial en caso de sentirse amenazadas por el acusado de los aberrantes hechos. Ahora, comenzaron a sumarse unos 10 testimonios que podrían convertirse en denuncias formales en Fiscalía.
Luego de la primera publicación de Ahora ElDía, la testigo “G” se contactó para relatar su historia: “Hola, tengo 44 años; acabo de leer la nota en el diario y estoy temblando y descompuesta porque me siento muy identificada con la historia. Yo también fui abusada por ese monstruo cuando tenía 12 años. Él era mi vecina; yo jugaba siempre con su hija. Tuve una infancia muy difícil, con una mamá que trabajaba un montón y un papá muy ausente.
Él se mostraba muy paternal, y yo me había encariñado con él como si fuera un papá. Él me hacía el puré que a mí me gustaba, me hacía el mate. A la hija la mandaba a hacer algo y aprovechaba para agarrarme, tocarme, apoyarme; me metía la mano en la bombacha y me mostraba sus partes…me quería besar en la boca. Nunca llegó a violarme, pero yo me sentía muy mal.
Él me decía que no diga nada porque nadie me iba a creer: ‘tu mamá trabaja todo el día y tu papá no está. Yo no sé por qué nunca dije. Yo necesitaba tener un papá o una mamá porque y yo criaba a mis hermanos y me refugié pagando ese costo. Era una criatura y no podía pensarlo de otra manera. Después nos mudamos de casa y no lo ví nunca más. Una hermana mía es muy amiga de su hija… me costó mucho salir adelante, tener relaciones con mi novio; después empecé con los ataques de pánico y nunca los había asociado a esto, era como que lo había borrado, enterrado para que no me haga mal.
En 2009 se intensificaron mis ataques de pánico. Llegué a ir 4 veces a la guardia del Hospital porque pensé que me moría. Empecé terapia con psicólogos y psiquiatra y me salvaron la vida. Un día pude contárselo a mi psiquiatra y él me dijo que la mayoría de los casos de abuso desatan ataques de pánico. Siento que me cagó la vida porque esos ataques son muy feos y quedan de por vida… se sobrelleva pero no se sale.
Hace 10 años pude contárselo a mi papá, a mi mamá, a mis hermanos y a mis amigas. Todavía no se lo he podido contar a mis hijos porque tengo mucho miedo… ya se los voy a contar, pero ahora que veo la nota... Nunca me animé porque él me decía que nadie me iba a creer y se ve que me hice carne de eso y nunca dije nada pero ahora veo esto y me sale el impulso de apoyar y que se haga justicia por algo que a mí también me pasó y quiero que se haga justicia. Les mando un abrazo a todas las chicas que también lo sufrieron y ojalá que este hijo de p…pague por lo que hizo porque todo tiene una vuelta, y este es el momento”.

Pero “G” no fue el único testimonio: “Yo también fui abusada por Alberto Indart cuando tenía 12 años. Abusó de mí durante 3 años, amenazándome con que si decía algo, le iba a hacer cosas más feas a mi hermana más chica. Jamás dije nada por miedo o vergüenza. La primera vez que fui abusada por él fue en su propia casa, le dije que iba a gritar y me dijo que nadie me iba a escuchar porque no había nadie. Su mujer estaba internada por esquizofrenia. Pasé un mes llorando y pidiendo no ir nunca más a ese lugar. Esta situación se repitió durante 3 años. Fueron años de sufrimiento. Hoy doy mi testimonio con 21 años y pidiendo justicia por mí y por todas las niñas que pasaron por lo mismo”.
En 24 horas los casos no pararon de aparecer; los relatos podrían llegar a la Fiscalía en las próximas horas para avanzar en una posible imputación para Alberto Indart.
¿Qué es abuso sexual en la infancia?
El abuso sexual ocurre cuando un niño, niña o adolescente es utilizado para la estimulación sexual de su agresor/a (un adulto/a conocido/a o desconocido/a, un/a pariente u otro/a niño/a o adolescente) o la gratificación de un observador/a. Abarca a toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niño/a o adolescente entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo, haya o no contacto físico (Fuente: UNICEF)
Existen tres aspectos que resultan útiles para detectar prácticas sexuales abusivas:
*La asimetría de poder (diferencia de edad, roles, fuerza física y/o de la capacidad de manipulación psicológica del abusador –por ejemplo, fuerte dependencia afectiva-).
*La asimetría de conocimiento (mayores conocimientos que su víctima sobre la sexualidad y las implicancias de un involucramiento sexual).
*La asimetría de gratificación (búsqueda de la propia gratificación sexual, con independencia de los deseos y necesidades de la otra persona).
¿Qué dice el Código Penal?
Los delitos contra la integridad sexual son explicados en el Capítulo III del Artículo 125: “El que promoviere o facilitare la corrupción de menores de dieciocho años, aunque mediare el consentimiento de la víctima será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a diez años.
La pena será de seis a quince años de reclusión o prisión cuando la víctima fuera menor de trece años. Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de reclusión o prisión de diez a quince años, cuando mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier otro medio de intimidación o coerción, como también si el autor fuera ascendiente, cónyuge, hermano, tutor o persona conviviente o encargada de su educación o guarda”.