EXINTEGRANTE DE ONE DIRECTION
A un año de la muerte de Liam Payne en Palermo: el juicio que viene y la vida en prisión del principal acusado
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Braian Paiz permanece detenido en una alcaidía de la Policía de la Ciudad, imputado por venderle droga a la estrella de One Direction. Ezequiel Pereyra, preso en el penal de Marcos Paz, enfrenta la misma acusación
Este jueves se cumplió un año de la muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien cayó desde el tercer piso del Hotel CasaSur de Palermo. La Justicia determinó que el músico no estaba en condiciones de decidir sobre su vida al momento del hecho: tenía 2,7 gramos de alcohol por litro de sangre, rastros de cocaína y estaba bajo tratamiento con sertralina, un potente antidepresivo que combinado con alcohol puede causar alucinaciones y pensamientos suicidas.
El informe forense señaló que el fuerte traumatismo en la base del cráneo, producto del impacto, fue la causa del deceso. En la habitación hallaron cocaína y una televisión rota. Horas antes, dos mujeres contratadas por Payne se habían retirado, al igual que el empresario argentino Rogelio Nores, su contacto local en Buenos Aires.
El fiscal Andrés Madrea, a cargo de la investigación, analizó más de 800 horas de cámaras y ordenó pericias toxicológicas y sobre el teléfono del artista. Así identificó a Braian Paiz, mozo de un restaurante de Puerto Madero, acusado de venderle cocaína al cantante, y a Ezequiel Pereyra, empleado del hotel, señalado por haber accedido a conseguirle más droga.
Ambos fueron imputados por “entrega de estupefacientes a título oneroso”. En tanto, Nores y dos gerentes del CasaSur enfrentaron inicialmente cargos por “abandono seguido de muerte”, luego reducidos a “homicidio culposo”. Sin embargo, la Cámara Criminal y Correccional los sobreseyó al considerar que Payne actuó con libre voluntad, sin ordenar el peritaje del celular del empresario.
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La madre de Bear, el hijo del cantante, se presentó como querellante a través de un estudio de abogados argentino. Su testimonio, junto con el del padre de Payne, fue clave para apuntar contra Nores, quien había acompañado al músico durante su tratamiento de desintoxicación en Florida.
Actualmente, solo Paiz y Pereyra esperan juicio ante el Tribunal Oral N°30, presidido por el juez Sergio Paduczak, con la fiscal Graciela Gils Carbó a cargo de la acusación. Ambos permanecen detenidos: Paiz en una alcaidía de Chacarita y Pereyra en la cárcel de Marcos Paz.
El 8 de septiembre, el juez notificó a las partes y solicitó el traslado de Paiz a un penal federal. Sus abogados, Fernando y Juan Pablo Madeo Facente, aseguran que será un juicio breve, posiblemente durante la feria de verano.
Paiz, sin antecedentes penales, fue filmado junto al cantante en el hotel. Según su defensa, no hubo ánimo de lucro: “Le entregó la cocaína para consumirla juntos. No hay pruebas de venta”, afirmó su abogado, que insiste en que el caso busca “mostrar funcionalidad judicial” ante la repercusión internacional del hecho.
El joven perdió la prisión domiciliaria en marzo pasado por no informar un cambio de domicilio tras quedarse sin trabajo. Sus defensores cuestionan la medida: “Está preso por un delito que no cometió. Es de familia trabajadora, sin antecedentes”, remarcaron.
Desde la cárcel, Paiz atraviesa condiciones difíciles: hacinamiento, peleas y conflictos con otros internos. “Quiere ser trasladado a Ezeiza o, al menos, esperar el juicio en su casa”, dijo su hermano.
A un año del trágico episodio, la causa judicial sigue abierta, centrada en el entorno inmediato de Payne en sus últimas horas y en los dos imputados por suministro de drogas. Mientras tanto, persisten las dudas sobre el rol de quienes lo acompañaron en sus días finales en Buenos Aires.