EN LA ZONA NORTE DE LA CIUDAD
Abandono y desidia: así se encuentra la Plaza Toto Irigoyen

El lugar lleva el nombre de una de las mujeres más destacadas de Gualeguaychú, que vivió tiempos difíciles y soportó situaciones que destruirían a cualquiera. En los 90 se construyó una plaza como homenaje por todo lo que hizo y el espacio fue el punto de encuentro de toda una barriada. Hoy es un monte con juegos destrozados, basura en distintas partes y también un lugar en donde se han arrojado escombros y cemento.
Por Fabián Miró
Construida en la década del 90 en el corazón del Barrio Norte, la “Plaza de la Toto” fue durante años el lugar donde los chicos de la zona, especialmente los que concurrían a la Guardería Nazareth y quienes vivían en el barrio, disfrutaron de los distintos juegos, de la cancha de básquet, además de disfrutar de los espacios verdes de una.
Lamentablemente, con el correr de los años, las instalaciones y todo lo que se forjó y construyó con mucho esfuerzo se fue deteriorando, a tal punto que hoy, de plaza solamente le queda el nombre.
El lugar se ha transformado, lisa y llanamente, en un “aguantadero” en donde se junta gente, especialmente en horas de la noche, presumiblemente a beber por la cantidad de botellas y latas que se encuentran a diario. Algunos vecinos comentaron que también “habría fumatas”, en relación al consumo de estupefacientes.
Los árboles que se plantaron en su momento, se han desarrollado normalmente sin ningún tipo de poda, las malezas y los pastizales han avanzado por distintos lugares, pese al trabajo de algunas organizaciones, dado que la plaza no tiene cuidadores permanentes como lo tienen otros espacios públicos de la ciudad.
Algo que no entiende es la gran cantidad de materiales como escombros, cemento y restos de construcciones que se ha depositado sobre la calle Juan José Paso, a metros de Primero de Mayo. Una montaña que pareciera querer tapar parte de un lugar emblemático y muy querido por los viejos habitantes del barrio.

Según fuentes que consultó Ahora ElDia, algunos bancos que se encontraban en la plaza y que en su momento desaparecieron, se encontrarían en casas cercanas al lugar, aunque no se pudo afirmar si los mismos fueron robados y bien los vecinos los trasladaron para evitar precisamente que sean robados.
Duele recorrer una plaza tan querible y verla en el estado de desidia y abandono en el cual se encuentra. Basta caminarla para darse cuenta de que el abandono es de larga data. Hoy es tierra de nadie, o bien de algunos pocos que se amparan en la oscuridad total para hacer lo que les plazca.
Los tableros de la cancha de básquet desaparecieron, los juegos están destrozados, la maleza avanza, la basura de todo tipo se acumula y lo que fue una plaza ejemplar se transformó en una tapera gigantesca.
Lucrecia Benítez trabajó codo a codo con la Toto Irigoyen durante dos décadas y trabajó tres en la Guardería Nazareth. Más allá de que hoy no viva en el barrio lo recorre asiduamente y expresó que “me molesta, me genera angustia ver cómo está una plaza a la que concurríamos con los gurises de la Guardería, que era el lugar de encuentro y esparcimiento de tanta gente”.

Lucrecia dijo que “el estado en buena parte es responsable de cómo se encuentra la plaza, que poco a poco se fue deteriorando hasta llegar a una situación que resulta incomprensible. Por lo que se, tiempo atrás, un sereno que trabajaba en el lugar se tuvo que ir por cuestiones de seguridad”.
“Era el lugar de los niños, ahora es el punto donde se junta gente de noche vaya a saber con qué fines. Antes era un lugar iluminado donde podían transitar los vecinos, hoy no queda una luminaria. Es muy triste ver el estado en que se encuentra la Plaza que lleva el nombre de una de las personas más ilustres de Gualeguaychú”, concluyó.