ENTREVISTA A MANA MUSSI
Abuso sexual infantil: "A los chicos hay que creerles siempre"
María Emilia Galván de Mussi -conocida como Mana Mussi- es una de las fundadoras de la ONG "Con los Gurises No", en Urdinarrain. Es, también, madre de un hijo abusado, y referente provincial en la promoción de los derechos de los niños y adolescente. "En la mayoría de los casos, el abuso es intrafamiliar", alertó.
Luciano Peralta El jueves se conmemoró el Día Internacional para la Prevención del Abuso contra las Niñas y Niños. Una buena oportunidad para dialogar con una de las fundadoras de la ONG “Con los Gurises No”, creada en Urdinarrain hace once años, tras conocerse los abusos amenores por parte del exdirector de Cultura de esa localidad, Javier Broggi. Aunque su nombre es María Emilia Galván de Mussi, todos la conocen como Mana Mussi. Una persona como cualquiera, una madre como tantas otras a la que un día cualquiera de 2008 el mundo se le vino encima. “O me hundía en la mierda que me había caído en la cabeza, o la convertía en acción”, graficó a ElDía. “Fue algo monstruoso, no encuentro las palabras para definirlo. Él (Broggi) era como un hermano para nosotros, pasaba las navidades en casa, era más que un amigo. De pronto, a los 28 años, mi hijo se apareció en Urdinarrain y nos contó, en un estado de mucha conmoción, lo que le había pasado 20 años atrás. Lo que le había pasado a él y a otro amigo que había llegado a la ciudad para contar lo mismo”, relató. Desde agosto del 2019, Javier Broggi cumple la pena en la Unidad Penal N° 7 de Gualeguay Ocho años después -en 2016- Javier Broggi fue condenado a 14 años de prisión tras haber sido encontrado culpable de corrupción agravada de menores. Hasta ahí, las víctimas del ex director de Cultura de la ciudad del departamento Gualeguaychú y sus familias habían transitado muchos años de lucha, de idas y vueltas en el proceso judicial, mientras que el abusador continuaba en libertad. De hecho, permaneció en esa condición hasta el año pasado, cuando el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos rechazó un recurso extraordinario por parte de la defensa. Y, desde agosto del 2019, el abusador de menores cumple la pena en la Unidad Penal N° 7 de Gualeguay.
Ocho años antes, en la cara de Mana y de su esposo, Broggi había confesado los abusos, a su hijo y, al menos, a una segunda víctima. “En ese momento me escribió una carta, en la que pedía perdón. Carta que guardé y terminó sirviendo para el juicio”, recordó Galván. Y ompletó: “Fue ahí que nació ‘Con los Gurises No’, que conformábamos un grupo de quienes hasta ese momento éramos amigas de él”. La ONG hizo un trabajo de hormiga y de puro compromiso con la causa. Cuando Broggi se fue a vivir a Villa Libertador General San Martín (Diamante) hasta allí llegaron con sus globos blancos para alertar a la población -en ese lugar, vivía al lado de un jardín de infantes y, según los testimonios recabados, sacaba fotografía a los niños del lugar-; también fueron a Cerrito, cuando estuvo allí, y a cada uno de los fallos de la Justicia, en Paraná. Mucha gente no se da cuanta, y te puedo asegurar que, al menos en nuestro caso particular, tampoco nos dios cuenta “Con toda esa movida, Daniel Enz -de los más reconocidos periodistas de investigación del país- inició su investigación. Y cuando la Revista Análisis (la misma que, años después, hizo público el caso de Gustavo Rivas) publicó la causa, el procurador inició su propia causa. Era la única manera, porque, para la ley argentina, los delitos contra mi hijo y su amigo ya estaban prescriptos”, lamentó Mana, a quien todavía se le sigue quebrando la voz cuando habla del tema. Perfil de abusador Desde que creó la ONG, Galván ha recorrido muchas localidades, en la provincia y fuera de la misma, para participar de charlas y exposiciones sobre abuso sexual infantil. Y los patrones se repiten: “Mucha gente no se da cuanta, y te puedo asegurar que, al menos en nuestro caso particular, tampoco nos dios cuenta. La culpa opera muy fuertemente ahí. Mi hijo no presentaba los síntomas más comunes en casos de abuso; no se hacía pis en la cama; no le iba mal en la escuela, ni nada de eso. Entonces, siempre decimos: lo más importante de esto es hablar, a los chicos hay que creerles siempre, hay que escucharlos y no obligarlos a saludar con un beso a nadie si no quieren”, indicó. “En la mayoría de los casos, el abuso es intrafamiliar. Es muy raro que el abusador sea un desconocido, porque ante un desconocido el niño escapa. El conocido, en cambio, hace un trabajo de seducción, para hacerlo sentir querido; para que sienta que si lo acaricia es porque lo quiere… ¿Por qué las víctimas no hablan? A veces, porque están amenazadas, otras tantas porque experimentan un sentimiento de culpa muy grande, o porque simplemente lo bloquean como mecanismo de defensa”, explicó Mana. “Este hombre tenía lo que a todos los chicos les llama la atención. Tenía una computadora, que en ese momento no había; tenía música, películas, dibujaba y escribía muy bien”, describió la mujer sobre el perfil (o uno de los tantos perfiles) del victimario. Cuando los chicos del pueblo iban a su casa, Broggi los recibía con jugo de naranja y torta de manzana. Luego, cerraba las persianas, se masturbaba, los tocaba y hasta llegaba a eyacular sobre ellos, según se desprende de los propios testimonios de algunas de las víctimas que hablaron hasta el momento. En total, se calculan que cerca de 40 menores fueron sometidos a este tipo de abusos. Con los Gurises No Todos los 19 de noviembre, “Con los Gurises No” realiza una marcha, que se cubre con globos blancos. Este año, por las limitaciones de la pandemia, no pudieron llevarla a cabo, aunque sí realizaron un emotivo video con las movilizaciones anteriores que se puede ver en su página de Facebook. Además, Galván participó de un conversatorio con la vicegobernadora Laura Stratta, la titular del Observatorio de Géneros y Derechos Humanos, Sigrid Kunath (creadora de la Ley de Respeto de los Tiempos de las Víctimas), otros funcionarios y referentes y militantes por la promoción de los derechos de los niños. También el jueves último se llevó a cabo el “Grito Global contra el Abuso Infantil”, organizado por el colectivo “Yo sí te creo”, del que la ONG de Urdinarrain participó. “También pertenezco a la ONG ‘Rompiendo el Silencio’, de Gualeguaychú, que surge por el caso de Gustavo Rivas. Ellos hacen un trabajo enorme, que debe valorarse un poco más”, consideró Galván. ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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