Adopción: entre esperanzas y ansiedad, lo más importante es el vínculo familiar
[email protected] y que nos indiquen cuál sería el proyecto de familia que proponen en función de la convocatoria realizada, si están o no inscriptos en algún registro, si esa inscripción está vigente y si ya fueron evaluados", acotó.Aclaró que la convocatoria seguirá abierta hasta que se pueda dar respuesta a los casos pendientes: "Son 14 situaciones. Pueden ser niños solos, grupos de hermanos u otros con particularidades de salud", enumeró."Estamos trabajando también en aceitar el mecanismo de la red federal, por lo cual buscamos acciones paralelas. Los tiempos de los niños no son los mismos que manejamos nosotros. El fin último es darles una familia", continuó.Además, destacó que en el caso de hermanos, la idea es que sean adoptados juntos, aunque pueden darse casos excepcionales de chicos que desde hace mucho tiempo viven en residencias separadas. "Sin embargo, debe garantizárseles el vínculo", señaló la funcionaria judicial.Por otra parte, remarcó que también se realizan talleres de sensibilización e información para aquellas personas que se encuentran registradas en el Ruaer, que hasta el momento son 373 en toda la provincia de los cuales al menos siete son de Gualeguaychú. Hasta el momento, no se inscribieron para adoptar matrimonios conformados por personas del mismo sexo, a pesar que la legislación los habilita para hacerlo.Documentación a presentarLos interesados en adopción deben presentar: D.N.I y fotocopia, Acta de Matrimonio o Libreta de Familia (para el supuesto de ser casados), Sentencia de Divorcio (para el supuesto de ser Divorciado), acreditación de ingresos (recibo de sueldos y/o inscripción en AFIP y/o Declaración Jurada de Rentas) acreditación del domicilio actual, residencia en Entre Ríos de 2 años.AÑO 2011*Guardas Preadoptivas: 88Sentencias de Adopción: 70AÑO 2012*Guardas Preadoptivas: 39Sentencias de Adopción: 10* Datos del RUAER hasta el 14 de noviembre, de acuerdo a informes de los distintos juzgados con competencia en Familia de Entre RíosTipos de adopciónSimple: (Art. 329) Confiere al adoptado la posición del hijo biológico pero no crea vínculo de parentesco entre aquel y la familia biológica del adoptante. Si pertenecen a un mismo adoptante, serán considerados hermanos entre sí.Plena: (Art.323) Es irrevocable. Confiere una filiación que sustituye a la de origen. El adoptado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el parentesco con los integrantes de ésta así como todos sus efectos jurídicos. En su nueva familia tiene los mismos derechos y obligaciones del hijo biológico.*******"Entendí que Dios existe cuando Javi llegó a casa"Luego de perder dos embarazos, Marta y Eduardo decidieron adoptar un hijo. Confiesan que la decisión no es fácil el primer tiempo, pero con la llegada de un hijo a casa, todo se vuelve una celebración."Cuando llegamos por primera vez a casa con Javi, nos habían hecho un cartel en la puerta que decía 'Bienvenido' y nos había hecho una canasta con ositos para regalarle a todos los que venían a visitarnos", empieza a contar la mamá de Javier, un pequeño de once años que se muestra feliz con su familia.Marta cuenta que "en el día, esos 50 ositos se fueron porque nos vino a visitar mucha gente. Nuestra familia había decorado toda la casa y habían puesto la cunita en la habitación y hasta los abogados que nos ayudaron con la adopción estuvieron acompañándonos y esas son imágenes que a uno le quedan para toda la vida"."La llegada de Javi fue un momento verdaderamente mágico; yo pude entender que Dios existe, a través de la llegada de mi hijo, porque de la manera que se lo pedí a Dios... yo se lo pedí en octubre y en diciembre llegó a nuestra casa", cuenta Marta entre lágrimas."No es caridad"El matrimonio coincide en que adoptar un hijo no es hacer caridad ni una obra de bien. "Mucha gente nos dice, 'qué bárbaro la obra de bien que están haciendo' y eso nos da mucha bronca, porque nosotros no hacemos caridad con nuestro hijo. Esto es amor en la más pura y principal esencia", aseguran."Cuando Javi me pregunta a qué jugaba yo cuando era chica, yo le cuento que todas las navidades le pedía a Papá Noel que me traiga un coche con un bebé porque estaba en mi esencia ser madre, por eso mi vida no tendría sentido, si no lo tuviéramos a él", asegura Marta.En cuanto a los pasos a seguir luego de la adopción, Eduardo cuenta que "tenían que venir las asistentes sociales para ver cómo vivíamos y a la mamá biológica también tenían que hacerle entrevistas psicológicas, pero todo fue fluyendo bien".Además, contó que "cuando se hizo el juicio de adopción definitiva, Javi tenía cinco años y ya tuvo el apellido nuestro. Nosotros siempre hablamos en el jardín y en la escuela para que los maestros supieran cómo manejar la situación, si es que se presentaba alguna duda, pero afortunadamente nunca tuvimos problemas"."La historia es de él, no nuestra"Javi sabe de su historia desde los 3 años; desde chiquito le enseñaron a través de un libro que narra la historia de un niño adoptado y él aprendió a leer con ese cuento, contaron los padres. "Además nosotros hablamos mucho con él y lo ayudamos con una psicóloga", aseguró el papá, quien además aseguró: "Un día, una persona me dijo: 'esa historia no es tuya, vos tenés guardada una verdad que le pertenece a Javi, así que cuando él te la pida, se la tenés que entregar'. Y así fueron las cosas..."Las preguntas surgen y se contestan: esa es la manera de resolver las cosas en la casa de Javi.Respecto al posible contacto con la madre biológica de Javi, los papás cuentan que a ellos nunca les pasó que la otra parte quiera tener contacto; "entiendo que no es fácil para ella tampoco y lo más importante que hay que entender que para que exista esta parte linda de la historia, necesariamente tiene que existir la otra parte"."Ser padre adoptivo es algo que te llena de felicidad, no puedo expresar lo que se siente vivir esto que es mágico, es increíble y es algo tan fuerte como nunca me pasó en la vida", confiesa Eduardo.La historia de Javi está narrada en un cuadernito que su propia mamá del corazón y de crianza le diseñó: "Nosotros le hicimos un cuadernito con muchos colores y brillitos. Les pusimos fotos nuestras cuando éramos novios, otra de nuestro casamiento, y contándole que nosotros queríamos tener bebitos pero no podíamos y después empezó a aparecer en dibujos, la parte biológica de él: una mamá embarazada y también una imagen paterna, porque él entendía que había venido de Dios, pero tuvimos que explicarle que todos veníamos de una panza y que nos enviaba Dios. Con ese cuaderno y algunos libros, lo ayudamos mucho a entender su historia desde chiquito", relató Marta.Al finalizar la entrevista, Eduardo responde con una pregunta: "¿Si queremos adoptar uno más? Ahora somos tres para decidir eso..."********La triste figura de ser familia de acogimientoEn una historia de amor y solidaridad no debería haber lugar para la palabra miedo pero dadas las circunstancias de las legislaciones argentinas y de la falta de sentido común de los encargados de brindar contención a los más necesitados, en esta historia vamos a hablar de miedo.Ese miedo lo tiene una pareja joven de Gualeguaychú que durante mucho tiempo buscó la posibilidad de concebir un hijo por las vías naturales y por las de la ciencia, pero desafortunadamente eso nunca se concretó.Sebastián y Carolina recibieron en custodia a Leonel hace un año. Este chiquito viene con una historia personal muy complicada, de pobreza y desatención por parte de sus padres biológicos, lo que originó que desde el Copnaf se decidiera retirarles la custodia para entregárselo a una familia de acogimiento.La figura jurídica de una familia de guarda es algo que ya debería haber quedado en la historia porque, además de ser algo totalmente perjudicial para el menor, origina temor para las personas encargadas de su guarda, como ser el caso de Sebastián y Carolina.Un tratamiento caroLa joven pareja buscó por las vías naturales concebir un hijo pero por cuestiones biológicas debieron buscar otras alternativas. Hay varios tratamientos pero, por una cuestión económica, sólo pudieron realizar la inseminación, lo cual no funcionó.Pero un día el destino llamó a la puerta y algo cambió en la familia. Carolina recibió el llamado de una asistente social mientras estaba trabajando y le preguntó si quería cuidar a un niño que venía con una historia particular muy complicada."Supuestamente sólo iba a ser por una o dos semanas, y a mi se me partió el corazón, inmediatamente le dije que sí, sin consultarlo con Sebastián. Fui a la casa de la asistente y ahí estaba Leonel con un buzito, con un pantalón de algodón y en patitas, no tenía calzado, y cuando lo ví se me cayó el alma", relató Carolina."Yo me enteré todo acá", añadió Sebastián, casi con la misma mirada que debe haber puesto un año atrás cuando Carolina y Leonel ingresaron por la puerta de la casa. "Él llegó con una bolsita que tenía dos pañales y una mamadera, que me lo había dado la asistente porque Leonel salió de la casa sin nada", prosiguió el relato.El estado de desidia en el que se encontraba el menor era tan grande que en el Copnaf lo tuvieron que bañar, darle de comer, sacarle los piojos. "Al principio uno tiene un montón de miedos, principalmente a que te lo saquen, y además te convertís en padre de un día para el otro", manifestó Sebastián."Cuando llegó a casa, yo lo miraba y él se quedaba quietito, ni me miraba, ni respiraba, terror me tenía", comentó Carolina y Sebastián agregó: "a las mujeres les tenía miedo, pero conmigo era otra persona"."Tenemos la filmación del día que llegó, no lo reconocés de cómo está ahora, tenía la piel curtida, muy descuidado, la pancita gorda por la desnutrición, no tenía hábitos, a la siesta no la dormía, no sabía lo que era comer, le ponías un plato así y agarraba todo con la mano. Hubo que educarlo desde cero", dijo Carolina.Maldita burocraciaEn una oportunidad los llamaron desde el Copnaf para hacer un seguimiento y por irrisorio que suene les dijeron que no se encariñen porque "ustedes no son los padres adoptivos, no se lo damos a ustedes para que lo adopten, ustedes están para cuidarlo".La familia de acogimiento "es una figura de mierda", se sinceró Carolina y explicó, "porque si mañana viene alguien y te dice: 'Leonel se va', él se va, lamentablemente es así".Dadas las condiciones que se les presentaron se inscribieron en un registro autárquico porque los pasos cuando uno quiere adoptar no son estos. Primero se debe ir a una Defensoría de Pobres y Menores, hay una planilla donde se inscribe la pareja que debe reunir una cantidad de requisitos, entre ellos demostrar los ingresos."Se debe aclarar si querés ser papá o mamá, qué vas a adoptar, ¿de un año, dos años? La edad que queres, se adoptas hermanitos, si aceptas discapacidades o enfermedades que tenga el nene, y eso queda en el Registro Único de Adoptantes, es una lista donde quedás registrado y cada nene que va quedando en estado de pre adaptabilidad lo van entregando", explicó la mujer.¿Y la prioridad qué papel juega? ¿Importa? "En la Defensoría no están de acuerdo con las familias de acogimiento porque dicen que no es lo que corresponde. El nene sale de la casa y no tiene dónde estar entonces debe ir a un orfanato, y para que eso no ocurra están las familias como nosotros que es un programa especial que acepta cuidarlo. ¿Pero qué pasa? Pasa el tiempo y no resuelven la situación de las criaturas. No se puede tener más de un año a un chico en una casa, lo sacás y lo llevás a otra familia sólo porque estaba primera en la lista, no es lo que corresponde, no debería ser", opinó Carolina."En la Defensoría nos dijeron que en seis meses la situación de Leonel se tenía que resolver, pero hace más de un año que él ya está con nosotros", agregó la mujer mientras jugaba con su niño, que a esta altura la quiere como si fuera su madre biológica."Nos mandaron una nota que decía que si nos habíamos inscriptos en el Registro Público de Adoptantes porque queríamos a Leonel o porque estábamos dispuestos a adoptar a cualquier nene. Entonces yo le dije a Sebastián, en realidad nosotros queremos a Leonel porque es el nene que convive con nosotros. Es lo más lógico. No quiero salir del Registro Público de Adoptantes porque yo quiero ser mamá y él quiere ser papá. Si nosotros decíamos: solo queremos a Leonel, te sacan del Registro, porque vos no estás dispuesto a adoptar cualquier nene".¿Pero qué pasa con Leonel? Leonel todavía no está en adopción, "la figura que tiene Leonel es nada, él vive nada más". "Cuanto pasa más el tiempo y no se sabe nada, más feo es", explicó Carolina sobre la situación particular que les toca vivir.*******La adopción y los tiempos de DiosEl 25 de septiembre de 2011 el Obispo de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Lozano, publicó en su columna de los domingos en diario ElDía, un artículo bajo el título "Adopción: Los tiempos de uno, no son los de Dios". Contó el caso de Mario y Graciela (nombres ficticios) una pareja que, ante la certeza de que no podrían concebir un hijo, inició el largo camino de la adopción.Escribieron una carta a la que Monseñor Lozano hizo referencia:"Llevábamos siete años de novios cuando se le diagnosticó a Graciela una enfermedad llamada endometriosis grado IV. Al momento de casarnos sabíamos que engendrar un hijo era una posibilidad muy remota. Llevó un tratamiento prolongado y severo: medicamentos, cirugías y, por último, histerectomía total."En el noviazgo conversamos la posibilidad de adoptar, pero nunca imaginamos lo duro que sería concretarlo efectivamente."Enfrentar la esterilidad es muy difícil, pero esto se logra con el apoyo de dos pilares fundamentales. En primer lugar, pedirle a Dios fortaleza para poder cargar la cruz y en segundo lugar asumirlo como cuestión de los dos. La esterilidad no es de uno solo. Siempre soñamos con hijos en el hogar, esto nos llevó a decidir por la adopción; consultamos un abogado amigo para interiorizarnos los pasos a seguir, nos inscribimos en el juzgado para armar nuestro legajo y reunir todos los requisitos pertinentes."Sabíamos que lograr un hijo directamente por medio del juzgado era a muy largo plazo, por lo que comenzamos a visitar diferentes lugares como: casas cuna, familias adoptantes, barrios, hospitales, provincias, pueblos... Dejábamos nuestros datos, teléfonos y de esta manera se nos fueron dando algunas situaciones, aunque ninguna de final feliz. Pasamos por seis casos fallidos en los cuales la mamá biológica se arrepentía. También nos engañaron, nos estafaron... Descubrimos que hay mucho negocio en esto, muchos juegan con el sentimiento y la desesperación del matrimonio que quiere adoptar. Luego de cada uno de estos casos debíamos reponernos, recobrar fuerzas, volver a creer, remarla. Siempre depositamos todo en Dios, hubo muchas noches de oración con lágrimas, dolor en el corazón, pero Dios nos dio siempre la fortaleza para seguir adelante."Desde la familia sentimos que nos acompañaron en algunos casos con un profundo silencio, respetando las decisiones que tomábamos, sufriendo por temor a que nos engañen y con la oración."Pasaron los años, los casos y comprendimos que 'los tiempos de uno, no son los tiempos de Dios'. Llevábamos ya siete años de casados y un día una compañera de trabajo, refiriendo que una mujer estaba cursando el séptimo mes de embarazo y consciente de su situación económica-social y familiar, había tomado la decisión de entregar en adopción a su hijo/a. Fue así que decidimos una vez más emprender la posibilidad. Nos comprometimos a brindarle todo para cubrir las necesidades básicas: alimentos, vestimenta y asistencia médica. La acompañamos hasta el momento del parto, donde nace una hermosa niña que nos fue entregada por medio de la madre biológica, doce horas después de haber nacido. Comenzamos así todos los trámites legales, de los cuales después de dos años estamos llegando a su fin. Los trámites son extensos, los tiempos prolongados, pasar por la guarda, luego la sentencia de guarda definitiva con fines de adopción, posteriormente el inicio del juicio de adopción —para lo cual se cita a todas las partes para firmar— y por último esperar la sentencia del mismo, porque hasta no quedar firme, la mamá biológica tiene posibilidad de reclamar."Ante el juzgado y la madre biológica, nos comprometimos legal y moralmente a decirle la verdad de su origen y ya con su corta edad (2 años y 3 meses), asesorados por el psicólogo del juzgado, le dijimos que es nuestra hija de corazón, sin atormentarla, que mamá no la pudo tener en la panza, que lo hizo otra mujer, pero que mamá y papá estarán siempre y que la aman mucho. Es muy emocionante escuchar de ella que nos responde que 'también nos ama'. Tenemos bien en claro que la verdad nace en el seno de la familia, por lo que debe conocer su origen biológico."Nuestra hija nos ha cambiado la vida, nos ha hecho olvidar todo el dolor vivido, desde la enfermedad como las situaciones antes explicadas. Nuestra casa ha cambiado, nuestros tiempos, las navidades, los festejos por el día del Padre, de la Madre y hasta los diferentes momentos difíciles que nos toca vivir se hacen más tenues. Tener un hijo te da impulsos para enfrentar todo en la vida. Experimentamos día a día lo hermoso que es ser 'padres'. Contemplar la vida, sentir el amor en plenitud en detalles como un abrazo, un beso, la primera vez que dijo 'papá', 'mamá', es algo muy difícil explicar con palabras..., es tanto que compartir estos renglones nos llena de emoción."Cuando se habla de adopción se debe hablar de tres protagonistas: los padres adoptantes, el hijo/a y por supuesto la "madre biológica" quien en la sociedad es generalmente juzgada con dureza por el acto de donación. Pero quienes somos padres de corazón, gracias a esas mujeres que le han dicho no al aborto y sí a la vida, vemos con otra visión esa gran actitud ante la cual estaremos eternamente agradecidos."Para concluir queremos compartir el mensaje de la Beata Madre Teresa de Calcuta: 'Una criatura es un regalo de Dios, si no quieren a los niños, dénmelos a mí'."Dios nos ha regalado una estrellita que es la luz que ilumina nuestras vidas".Lozano cerró con su opinión: "En mis años de sacerdote, varias veces he conversado con parejas que quieren adoptar un niño. Es tremenda la cantidad de trabas y dificultades burocráticas a las que se ven expuestas durante los años de trámites, de oficina en oficina. Recemos por ellos y pensemos si no deberíamos tener una legislación más adecuada a los tiempos del amor que es tan urgente".
En Entre Ríos hay 14 chicos de entre 7 y 16 años que buscan un nuevo hogar. Más de 310 personas están inscriptas en el registro para adoptar, de las cuales siete son de Gualeguaychú. Reflejamos dos historias, diferente realidades.Mónica Farabello/Carlos Riera/Guillermo NavarroLa espera de un hijo adoptivo está cargada de esperanza y ansiedad pero también de angustia e impotencia. Matrimonios que no pueden concebir biológicamente y otros que conforman familias numerosas, mujeres y hombres solos, entre otros casos, aceptan como válida la posibilidad de adoptar. Pero en la mayoría de los casos, los plazos judiciales y la burocracia del sistema estiran los tiempos generando demasiadas expectativas.De todos modos, la realidad no es igual en todo el país. Las provincias han legislado sobre la materia según la situación local y regional, otorgando un marco legal y regulatorio a las adopciones que en muchos casos acortan los plazos y brindan transparencia plena que evitan, principalmente, las entregas directas en guarda sin intervención judicial.La realidad nacional muestra a jueces de familia que deben decidir sobre la condición de adoptabilidad de niños o adolescentes que, en muchos casos, cargan con una historia familiar complicada; a gente que omite la vía judicial y hace entregas directas a conocidos que carecen de validez legal; personas desesperadas que pagan por un hijo por fuera de la ley, y adultos dispuestos a adoptar en mayor cantidad que los chicos en condición de ser adoptados.En Entre Ríos también es diferente. En diciembre de 2010 comenzó a funcionar el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaer, sus siglas abreviadas), con la finalidad de conformar un padrón de pretensos adoptantes conforme a un orden cronológico determinado por la fecha y hora de incorporación, independientemente de la jurisdicción en que se domicilien los solicitantes, su estado civil y/o conformación familiar.El registro único de adoptantes fue creado por Ley N° 9.985, que a su vez impulsaba un registro de niños en condiciones de adaptabilidad, con dependencia directa de la Defensoría General del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Desde entonces, ninguna adopción puede darse sin que antes exista una intervención directa de un juez."El criterio es objetivo y busca garantizar un sistema seguro y transparente", expresó a diario ElDía la secretaria del Ruaer, Lorena Cecilia Calí, al ser consultada sobre el funcionamiento del organismo.Agregó que todos los meses pares del año calendario, se abren las inscripciones durante 15 días hábiles (conforme resolución N° 4 Ruaer), por lo que la última apertura del año será en diciembre. "Una vez que los aspirantes se inscriben, deben pasar por un proceso de Evaluaciones Técnicas (art. 10 Ley 9985) consistente en dos a tres entrevistas individuales o vinculares y en una visita domiciliaria", explicó y agregó que "en base a ello se elabora un informe sobre las capacidades de adopción de los postulantes, todo lo cual es valorado a los fines de admitir o no a los solicitantes en esa calidad".Sobre el funcionamiento del Registro, señaló que "constituye una herramienta para el juez que declara la preadoptabilidad de un niño o adolescente, al informar las familias que lo podrán ahijar, conforme su perfil adoptivo y características".Franja etariaSegún el Registro Único de Adopciones de Entre Ríos, la franja etaria de los niños y adolescentes que esperan por familias en la provincia se ubica entre los 7 y los 16 años."La adopción siempre estuvo vinculada a niños de la primera infancia. Por ello, convencidos de que a partir de los 7 años desean y tienen derecho a vivir en una familia y que también necesitan de los cuidados, atención particular, cariño y acompañamiento de adultos referentes en sus vidas, desde el 19 de octubre de este año realizamos una convocatoria abierta destinada a buscar familia para niños y adolescentes entre los 9 y 16 años", detalló Calí.Se trata de niños solos, grupos compuestos por hermanos o bien de otros que atraviesan situaciones particulares de salud. Según la Secretaria del organismo, recibieron numerosas consultas de Buenos Aires."Solicitamos a quienes necesiten información o deseen hacer consultas, que nos envíen un correo electrónico a ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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