
Lo confirmó el presidente de la delegación argentina en la CARU, Hernán Orduna. Alertó que debe ser un llamado de atención para quienes consumen pescado habitualmente.Por Guillermo Navarro "No hay que armar una bomba atómica de esto, sino que debe ser un llamado de atención para quienes están habituados a comer todos los días pescado", sentenció el presidente de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Hernán Orduna.En diálogo con Radio Cero el funcionario se mostró preocupado por el tema pero aclaró que el resultado determinado por los análisis efectuados "no quiere decir que no hay que comer pescado".La luz de alerta se encendió a partir de los estudios realizados en las muestras tomadas al azar en peces, por el Comité Científico, en diferentes puntos del Río Uruguay distantes entre sí y con diversa actividad en ambas márgenes.Según confirmó Orduna en conferencia de prensa durante su visita de ayer a Gualeguaychú (sobre la que El Día y Radio Cero no fueron informados oportunamente), en las muestras "se ha detectado presencia de endosulfán y PCB, es decir pesticidas y el químico que se encuentra en los transformadores de energía eléctrica".El Ingeniero concordiense dijo que la situación "es una luz amarilla" y explicó que fue comunicada a la CARU por el Comité Científico que "deberá determinar cómo seguimos avanzando en los estudios". Y señaló que el organismo binacional se reunirá en los próximos días "para analizar cómo se comunica esta situación a los gobiernos, dado que son cuestiones por las que deben tomar decisiones las áreas competentes porque no es la CARU la que tiene que tomar medidas".El presidente de la delegación argentina en el organismo binacional detalló en diálogo con Radio Cero que las muestras de los peces fueron tomadas en la zona de Concordia - Salto, Nueva Palmira y Nuevo Berlín, "es decir que fue realizada al azar en ejemplares (dorados y sábalos en su mayoría) del tamaño utilizado para consumo humano, y arrojó esos resultados"."No hay que armar una bomba atómica de esto sino que hay que hacer un llamado de atención para aquellos que están habituados a comer todos los días pescado", insistió Orduna y aclaró que esto debe ser tomado en cuenta "hasta tanto los estudios nos permitan sacar más conclusiones". Y remarcó: "hay que estudiar y en base a esto los especialistas, los expertos, determinen cuál es el mejor curso de todo esto". Lo advirtió la AsambleaCabe destacar que desde el equipo técnico de la Asamblea Ambiental se hizo la primera advertencia, respecto a la contaminación que afectaba a los peces.Los doctores Martín Alazard y Carlos Augusto Goldaracena, integrantes de la organización ambiental, escribieron un documento titulado "¿Los peces del río Uruguay gozan de buena salud?", que fue publicado en el suplemento Claves de diario El Día en enero pasado.En ese artículo los profesionales advertían cómo la acumulación de metales pesados, en especial el Mercurio (en los efluentes de la Planta de Botnia-UPMy) tenía efectos nocivos sobre la biota (organismos vivos) del Río Uruguay.Alazard y Goldaracena recordaban las intoxicaciones masivas que ocurrieron en Japón (Minamata 1953-1960 y Niigata 1964-1965), que originaron la muerte de más de 50 personas por consumo de pescado contaminado con Mercurio. "Dichos episodios fueron originados por el vertido del citado tóxico inorgánico, usado como catalizador en una industria de polímeros plásticos en una bahía cercana a estas localidades. En nuestro Río Uruguay el pez más abundante y de mayor consumo es el sábalo, que se alimenta de los sedimentos (iliófago: utiliza la materia orgánica del fango), pudiendo llegar a ser el primer eslabón de contaminación en la cadena trófica", indicaron los profesionales.También advertían que "es sabido que existen otros contaminantes presentes en el río Uruguay, provenientes de los efluentes líquidos de Botnia, como son los compuestos orgánicos clorados, entre ellos dioxinas y furanos, cuya presencia en los sedimentos fue una de las pruebas presentadas por la argentina en el Tribunal de La Haya". "Además se demostró en los sábalos capturados en la cercanías de la planta, un incremento de dioxinas respecto a los valores hallados antes de la puesta en marcha de la misma, como así también un aumento en el tamaño del hígado (transformación de tóxicos) y una alteración de las hormonas sexuales originadas por la presencia de disrruptores endocrinos (Ej. Nonilfenoles)", detallaron.
Monitoreo: el lunes vuelven a ingresar a UPMEl presidente de la Delegación Argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Hernán Orduna, detalló la continuidad del plan de monitoreo conjunto de la fábrica de pasta de celulosa instalada en Fray Bentos, su zona de incidencia y la desembocadura del río Gualeguaychú.En ese marco, comunicó que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), ya autorizó el ingreso a la planta correspondiente a julio para el lunes 25, y que la próxima semana se podrá conocer el "informe corto" de lo que fueron las primeras mediciones tomadas en junio y analizadas en laboratorios de Canadá.Asimismo, informó el martes 26 de julio se realizará la segunda toma de muestras en la desembocadura del río Gualeguaychú en el Río Uruguay.Por otra parte, el Ingeniero concordiense anunció en diálogo con Radio Cero que la CARU está terminando de instalar un laboratorio en el Puente General San Martín, a unos 500 metros de Botnia.También destacó que se incorporaron al Comité Científico binacional 3 profesionales de los cuatro solicitados (dos argentinos y dos uruguayos), biólogos o de especialidad equivalente.