POR JORGE BARROETAVEÑA
Alberto, Cristina y los intentos desesperados por dar vuelta la elección
Y ahí va el Presidente con su gabinete, los candidatos y las contradicciones a cuestas. Con el plan de meterle plata en el bolsillo a la gente, y con el 3,5% de inflación que se clavó como una daga en las expectativas oficiales. Así se explica el enésimo plan de congelamiento de precios que busca algo que se sabe de antemano no conseguirá que es contener las subas. Pero hay que maquillar, al menos hasta el 14 de noviembre.
Por Jorge Barroetaveña La cabeza de la Secretaria de Comercio Paula Español pendía de un hilo y los datos de septiembre terminaron por empujarla. Después de 5 meses de baja consecutiva, el índice volvió a pegar un respingo por encima del 3%, con los alimentos y bebidas como principales impulsores. Roberto Felletti, que compartía cámara con Amado Boudou en C5N, es el hombre elegido por el kirchnerismo para el cargo. El Presidente, debilitado, poco pudo hacer y se limitó a respetar el ‘loteo’ original de los ministerios. Arriba de Felletti está Kulfas, que también tiene las horas contadas porque después de noviembre, paga dos pesos que será eyectado del cargo. Todo depende de la magnitud de la derrota, que será clave para saber hasta cuándo lo aguantarán. El Presidente va y viene en sus contradicciones. Si bien aceptó las sugerencias de su nuevo consultor catalán de bajar el perfil y aparecer sólo en actos con poca gente, derrapó un poquito con el evento de Nueva Chicago que terminó con la clausura del club. Dicen que Alberto estaría algo molesto con la omnipresencia de Juan Manzur pero, ¿para qué lo convocó? Está bien que fue una ‘sugerencia’ de Cristina pero el arribo del tucumano, cambió la relación de poder y es el contacto directo con gobernadores, sindicalistas y empresarios. De raje se tomó un avión para volar a USA (sanitario de su provincia) con su mujer y darle apoyo a Guzmán en el tira y afloje con el Fondo. Pero acuerdo no habrá hasta el año que viene, se encargó de avisar el Presidente. ¿Fue un mensaje para su propio Jefe de Gabinete? Ni el acto del 17 de octubre se salvó de la neblina. Primero lo anunció Alberto, después lo suspendió y al final convocó para juntarse en las plazas. Y que se sumaban al acto de la CGT del 18. Desde la Provincia de Buenos Aires tampoco llegan buenas noticias. Una seguidilla de homicidios colocó de vuelta el tema de inseguridad al tope de la agenda y la respuesta es la misma de siempre: se echan la culpa entre el poder político y la justica. Berni es otro que golpea la puerta para irse, después de una fuerte discusión con Máximo. “El Frente de Todos es un cachivache”, dicen que dijo. Suave para lo que es él. En el medio una catervada de anuncios. Congelamiento de precios, viajes gratis para chicos en Buenos Aires y hasta un bono para actividades culturales (cine, teatro y libros) forman parte del combo. En las provincias la estrategia se replica: Santiago del Estero anunció un bono récord de 90.000 pesos (leyó bien sí) para los trabajadores estatales. Se los abonarán claro en 3 cuotas. En San Luis, un tal Rodríguez Saá, anunció el adelantamiento del pago de la beca para los chicos que terminan el secundario sin adeudar materias. Todo es posible con el objetivo de dar vuelta la elección o al menos hacer un poco más digna la derrota. Subyace pues, el pensamiento que la Vicepresidenta enarboló en la ya famosa carta-proclama después de las PASO, que faltó ponerle plata en el bolsillo a la gente. En términos académicos, menos ajuste y más gasto. Claro que es una carrera peligrosa que abre más interrogantes en lugar de cerrarlos. ¿Qué pasará si la derrota se confirma o se profundiza? Al gobierno de los aliados le faltan dos años, una eternidad para ejercer el poder desde la debilidad, en un país como la Argentina, signado por ‘pandemias’ de todos los colores. La chance de Alberto de repetir se volverá una quimera y tendrá que atravesar un calvario para enfrentar al candidato de Cristina. Como el peronismo suele ser un ancho arco que cobija a todo el mundo, algunas cosas delirantes se han escuchado. Ni Alberto renunciará, ni Cristina asumirá, ni Massa se quedará con el mandado. Como debe ser, los Fernández cumplirán con el mandato y en el 2023 la Argentina resolverá qué hace con ellos y para dónde rumbea el barco. Si hay algo cierto que, ni Cambiemos ni nadie de la oposición debe ignorar: el peronismo herido es peligroso. Va a pelear hasta el final para dar vuelta la elección. Con sus contradicciones a cuestas, con un relato propio que irá modificando según las circunstancias y con todos los yerros de gestión de los últimos dos años. Porque no hay que dudas a esta altura que la oposición revivió más por las falencias ajenas antes que por los méritos propios. Todavía sigue fresca la gestión de Cambiemos. Han sido, para muchos, un instrumento de castigo. El paraíso nadie lo tiene asegurado. Están todos en el purgatorio.
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