
Un hombre de alrededor de 50 años de apellido Pedroza fue el protagonista ayer por la tarde de un hecho insólito, cuando alcoholizado y armado con un fierro recorría campos incendiándolos y negándoles la entrada a las dos dotaciones de bomberos que asistieron al lugar.Los focos de incendió que debieron apagar los Bomberos fueron cinco en total y todos dispersos en una zona de monte en un campo cercano a la Posada del Bolacuá. Una mujer que vive en dicho campo y es una de las cuidadoras contó que lo vio "muy borracho" quemando pastizales detrás de su casa.Los Bomberos cuando llegaron se encontraron con que este hombre les negaba el paso al campo a pesar de no ser el propietario. "Estaba muy golpeado, tenía heridas sangrantes a la vista, es muy probable que haya recibido una golpiza", manifestó uno de los Bomberos.Pedroza en su discurso manifestaba el porqué de su accionar, maldecía a dos personas de ser causantes de un problema personal que tenía y se adjudicaba con su apellido ser el responsable de los incendios.Cuando llegó la Policía al lugar, este hombre ya se había retirado a su vivienda que quedaba muy cerca de donde originó los incendios. Cuando fueron a visitarlo, dialogaron con él, pero como no hubo denuncia, Pedroza no quedó detenido.