DOS BALAS, UNA PARA CADA TESTIGO
Amenazaron con un mensaje mafioso a dos testigos que debían declarar en un caso millonario de robo de carne
En medio de un juicio que se lleva adelante en los Tribunales de Gualeguaychú, donde dos personas son juzgadas por abigeato agravado, se produjo una amenaza hacia dos testigos mediante un auténtico mensaje mafioso: dos balas de fal colgadas de la tranquera, las cuales fueron encontradas justo cuando iban a declarar ante la Justicia.
“Las personas estas tenían que ir a declarar a la mañana temprano y al llegar a la tranquera había dos balas de Fusiles Fal atadas con hilo de pesca al candado, y cuando lo intentan abrir caen las dos balas al piso. Estaban agarradas al candado para que cuando pusieran la llave las vieran si o si”, explicó a Ahora ElDía uno de los testigos al cual le robaron más de 1.500 kilos de carne en septiembre pasado.
Los acusados por el robo son dos personas: el primero, que fue atrapado mientras una camioneta que había sido perseguida por personal policial, los cuales contaron con el apoyo de un helicóptero perteneciente al establecimiento damnificado, llamado José Alfredo Campodónico, de 31 años, oriundo de Holt Ibicuy y relacionado al rubro de las carnicerías. Según sospechan los investigadores, los 1.000 kilos de carne en su poder eran para distribuir en comercios cárnicos de Islas del Ibicuy o Zárate.
Por su parte, el otro sujeto tiene un prontuario más frondoso: se trata de Juan Francisco Cardozo, alias “El Carao”, una persona de 54 años que en julio de 2023 fue atrapado luego de haber realizado un millonario robo de herramientas en un establecimiento de Perdices, más específicamente en “El Nazareno”.
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En diciembre del año pasado se realizó el juicio en su contra y recibió una pena de tres años de prisión por el delito de “Robo Agravado”. Quedó en libertad condicional bajo la orden estricta de no quedar más involucrado en un hecho delictivo. Sin embargo, luego de haber sido arrestado el jueves pasado, ahora “El Carao” corre el riesgo de que se le revoque la condicional, se le unifiquen las causas en su contra e indefectiblemente termine cumpliendo prisión efectiva en un penal.
“Lo que más llama la atención es como ellos quieren dar la imagen de ser pobres paisanos, pero no lo son. Obviamente, ese día esas dos personas no fueron a declarar”, agregó.
“Teníamos que declarar yo, el encargado, y dos trabajadores del establecimiento. Como yo me enteré de todo esto antes de declarar, cuando me siento ante el abogado defensor, la fiscal y el juez les dije que había dos testigos que no iban a declarar porque estaban amenazados. Fue entonces cuando Fiscalía nos dijo que entendía la situación y dio instrucciones al personal de abigeato para que aumente la custodia del lugar y garantice la seguridad de todos”, manifestó el testigo y agregó: “El principal objetivo mío es proteger a todos. Por suerte, finalmente se animaron a declarar y hoy se completó toda la ronda de testigos”.
“En ese momento lograron su objetivo, que era amedrentar a dos testigos, porque eran dos balas, una por cada empleado que iba a declarar. Más específico, imposible. Pero anoche se juntaron los dos y decidieron avanzar con sus declaraciones”, concluyó.
El caso
A mediados de septiembre ocurrió una persecución de película luego de que el dueño de una estancia detectara que le habían robado 11 novillos y decidió localizar a los sospechosos mediante el uso de su helicóptero, lo cual desató un raid aéreo y terrestre junto a la Brigada de Delitos Rurales que terminó con dos detenidos.
Luego de las detenciones, el fiscal de la causa Martín Gil les tomó declaraciones a las dos personas detenidas y pidió al Juez de Garantía en turno que les dicte la prisión preventiva hasta el juicio oral, que finalmente comenzó esta semana.
Uno de los detenidos, el cual fue perseguido por el helicóptero, fue interceptado cuando viajaba en su camioneta Toyota Hilux color blanca con 1.000 kilos de carne en la caja. La otra persona fue arrestada minutos más tarde cuando las fuerzas de seguridad volvieron al lugar de los hechos y encontraron un rancho cercano al lugar en el cual moraba una persona que ya está condenada por otro delito de abigeato y con 500 kilos de carne en su poder. Además, encontraron otro animal más carneado, pero que no había sido despostado aún.
Según había informado el día de las detenciones el fiscal Gil a Ahora ElDía, el primer detenido declaró que no tenía nada que ver con el robo y matanza de los novillos, y que sólo había acudido al lugar para comprar carne más barata por fuera del circuito de los frigoríficos. Por su parte, el segundo detenido también se desligó de responsabilidades y que fue una casualidad que el hecho delictivo hubiese ocurrido a pocos metros de su vivienda.
A ambos se les imputó el delito de abigeato agravado, y la misma tiene penas que van de 4 a 10 años de prisión efectiva. Además, al menos uno de los dos ya tiene una condena por robo.