Apareció María Teresa: la mujer real detrás del corto que es furor en la web

La voz que protagoniza involuntariamente el corto que tomó mensajes dejados en un contestador automático encontrados en un cassette -y que se tornó viral en la web-, dejó de ser anónima. María Teresa, casada con Enrique desde hace 30 años, vive cerca de Mar del Plata. Fue empresaria y ejerció como docente.Después de 15 años, María Teresa y Enrique, casados hace 30 años e instalados en una zona semirural de Mar del Plata, nunca pensaron que aquella serie de mensajes grabados en un contestador telefónico -algo tan íntimo de un matrimonio- fuera a quedar al descubierto. Y menos, imaginar que la historia la conocieran cientos de personas a través de Ni una sola palabra de amor, un corto realizado con las grabaciones de María Teresa, encontradas en un mercado de Buenos Aires."Cuando vi el video en la tele, al principio no le reconocí la voz, sí dije qué casualidad un Enrique y una María Teresa. Después de verlo dos o tres veces en varios canales de televisión, me pareció que era mi voz y llamo a Enri, y le digo, che, me parece que somos nosotros. Como veía la cara de la chica, no me daba cuenta que era yo, hasta que me llamó mi hermano en ese ínterin y confirmé que éramos nosotros", le cuenta María Teresa a Clarín.María Teresa agrega: "Mi marido se acordó que fue en el año '98, cuando el estaba en la casa de un amigo en Olivos. El teléfono era de ahí y en ese tiempo uno no le daba importancia al casetito".La pareja se distanció ese año. Ella lo echó, le tiró la ropa por el balcón. El se instaló en el departamento de un amigo. Y con el deseo de volver, se había propuesto hacer terapia. Pero no le resultaba fácil. "El tenía que venir a hablar de ese tema y no hablaba de ese tema. Me pedía un toallón y una toalla porque en la casa del amigo no había nada. Entonces yo le decía, a vos te parece venir y pedir un toallón y una toalla, qué ambivalencia. Querés arreglar las cosas y me pedís un toallón y una toalla, ¿qué me quería decir con eso?", sostiene la mujer.En los '90 la pareja sufrió una grave crisis financiera. Perdieron su patrimonio. Enrique se empleó como chofer de ambulancia de 6 a 23. María Teresa le reclamaba su presencia para resolver los problemas económicos y de pareja.Las mujeres se identificaron con muchas de las cosas que decía María Teresa. "Yo creo que hay un misterio en que las mujeres nos vemos identificadas con esto de reclamar la atención, la comunicación, o la presencia. Hay un momento en el que yo digo siempre la ausencia, siempre la ausencia, la ausencia de mi vida. Y es verdad que tenía angustia porque no tenía comunicación de parte de él. La comunicación de él sigue siendo la misma. Cuando puede, habla, cuando no, no habla. Y la mayoría de las veces, no habla. Eso la debemos pasar muchas mujeres, muchas chicas se debieron ver identificadas", afirma.¿Y por qué continúan juntos?, le pregunta el periodista."No están muy cambiadas las cosas, eh. Yo sigo siendo la que reclama, la que habla.Creo que uno pude hacer todo el trabajo para superar las cosas. Después de años asumí ciertas cosas mías y también las de él. Cuando uno arma su propio mundo, el que te acompaña a lo mejor tiene ese lugar y punto. Qué vas a reclamar...puteás un poco y nada más", concluye.
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