Argentina dijo que Botnia se construyó en base a “estudios incompletos”
Ese fue uno de los pilares de la refutación de nuestro país hacia la defensa del Estado Vecino, que autorizó la instalación de la planta en 2005. Y se apuntó que el único acuerdo entre ambas naciones fue que había que enviar información a la CARU.
En el primer día de los dos que Argentina tiene para rebatir los argumentos de Uruguay, en la segunda ronda de alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), reiteró que el vecino país violó el Derecho Internacional y, en particular, el Estatuto del río compartido de 1975, al permitir la construcción de la papelera Botnia en su ribera.La profesora de Derecho de la Universidad de Ginebra, Laurence Boisson, argumentó ante los jueces de La Haya que esa violación del tratado se produjo porque el Estado vecino concedió "en febrero de 2005" el permiso para construir la planta "basándose en estudios medioambientales incompletos", entre otros puntos.Boisson afirmó que Uruguay también incumplió el tratado al no haber facilitado "informaciones completas" a Argentina, no ofrecer localizaciones alternativas para ubicar la planta y no evaluar el impacto de la misma sobre "actividades ya existentes" en torno al río, en referencia al sector turístico activo en Fray Bentos.Por su parte, el profesor de Derecho de la Universidad de París, Alain Pellet, también reiteró la falta de acuerdo entre Argentina y Uruguay para autorizar la construcción de la planta. "El planteamiento (de ese país) de que hubo un acuerdo para construir la celulosa es equivocado", dijo y con ello puso en tela de juicio una de los principales pilares de la argumentación uruguaya.Pellet adujo además que el único acuerdo entre las partes fue el de que había que enviar información a la Comisión de Administración del Río Uruguay (CARU) antes de dar ningún paso dirigido a construir la planta celulosa.Acusó a Uruguay de no haber respondido en mayo de 2005 a la petición argentina de remitir "más información" sobre el proyecto de la celulosa en su ribera del río. "El único acuerdo que tenían las partes era el de la existencia de un desacuerdo", dijo Pellet con elocuencia a los jueces.El profesor también volvió a reiterar que la celulosa Botnia usa productos químicos altamente contaminantes, al contrario de lo que mantiene Uruguay, que la semana pasada presentó informes en los que se concluye que los vertidos de la papelera no causan "daño sustancial" a la calidad del agua del río.La delegación argentina finalizará hoy sus exposiciones en el marco de la segunda ronda de las audiencias orales ante la Corte Internacional, para rebatir los argumentos de Uruguay, que tendrá su turno de defensa este jueves y viernes. A partir de esta instancia, sólo queda esperar el fallo del Tribunal que adoptará una resolución el año próximo.
Lo que se dijo
Como se recordará, esta etapa se inició con los alegatos que presentó Argentina el lunes 14 de septiembre, al tiempo que Uruguay comenzó sus exposiciones el lunes 21 y hasta el pasado jueves.Durante las ponencias, Argentina sostuvo que la planta supone "una violación flagrante por parte de Uruguay de las obligaciones del estatuto del río Uruguay" de 1975 y aseguró que la actividad de la misma provocará "daños irreparables" al ecosistema del río que es límite natural binacional.Por su parte, la delegación de Uruguay ratificó que la planta no contamina y que la tecnología usada para la fabricación de celulosa en Botnia es la más eficiente para el medioambiente.Además, el equipo de juristas que representa a Montevideo, insistió en que Argentina y Uruguay habían logrado un acuerdo para la instalación de la pastera en marzo de 2004, tras un encuentro entre los entonces cancilleres, Rafael Bielsa y Didier Opertti.
Críticas de la Asociación Forestal Mesopotámica
La Asociación Forestal Mesopotámica (Afome), entidad que reúne a productores madereros de Misiones, Corrientes y Entre Ríos, dio a conocer un documento crítico respecto a los alegatos de la Argentina ante la Corte Internacional de La Haya por el conflicto con Uruguay por la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos."Carecen de rigor científico, no se ajustan a la realidad y corren el riesgo de constituir un verdadero papelón", sostiene. "Los argumentos esgrimidos son flojos en su contenido y carecen de rigurosidad científica", agrega."Entre otros puntos, nuestros representantes [en la corte] sostienen, por ejemplo, que en febrero último, en el río, a la altura de Botnia, se detectó una concentración de algas; atribuida al funcionamiento de la pastera. Pero resulta que luego se comprobó la existencia de muchas manchas de algas aguas arriba, cerca de Colón, en Concordia, en el embalse de Salto Grande, en Monte Caseros, llegando incluso hasta en la toma de agua de Panambí, en Misiones, a más de 1000 kilómetros de distancia", explica.
En el primer día de los dos que Argentina tiene para rebatir los argumentos de Uruguay, en la segunda ronda de alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), reiteró que el vecino país violó el Derecho Internacional y, en particular, el Estatuto del río compartido de 1975, al permitir la construcción de la papelera Botnia en su ribera.La profesora de Derecho de la Universidad de Ginebra, Laurence Boisson, argumentó ante los jueces de La Haya que esa violación del tratado se produjo porque el Estado vecino concedió "en febrero de 2005" el permiso para construir la planta "basándose en estudios medioambientales incompletos", entre otros puntos.Boisson afirmó que Uruguay también incumplió el tratado al no haber facilitado "informaciones completas" a Argentina, no ofrecer localizaciones alternativas para ubicar la planta y no evaluar el impacto de la misma sobre "actividades ya existentes" en torno al río, en referencia al sector turístico activo en Fray Bentos.Por su parte, el profesor de Derecho de la Universidad de París, Alain Pellet, también reiteró la falta de acuerdo entre Argentina y Uruguay para autorizar la construcción de la planta. "El planteamiento (de ese país) de que hubo un acuerdo para construir la celulosa es equivocado", dijo y con ello puso en tela de juicio una de los principales pilares de la argumentación uruguaya.Pellet adujo además que el único acuerdo entre las partes fue el de que había que enviar información a la Comisión de Administración del Río Uruguay (CARU) antes de dar ningún paso dirigido a construir la planta celulosa.Acusó a Uruguay de no haber respondido en mayo de 2005 a la petición argentina de remitir "más información" sobre el proyecto de la celulosa en su ribera del río. "El único acuerdo que tenían las partes era el de la existencia de un desacuerdo", dijo Pellet con elocuencia a los jueces.El profesor también volvió a reiterar que la celulosa Botnia usa productos químicos altamente contaminantes, al contrario de lo que mantiene Uruguay, que la semana pasada presentó informes en los que se concluye que los vertidos de la papelera no causan "daño sustancial" a la calidad del agua del río.La delegación argentina finalizará hoy sus exposiciones en el marco de la segunda ronda de las audiencias orales ante la Corte Internacional, para rebatir los argumentos de Uruguay, que tendrá su turno de defensa este jueves y viernes. A partir de esta instancia, sólo queda esperar el fallo del Tribunal que adoptará una resolución el año próximo.
Lo que se dijo
Como se recordará, esta etapa se inició con los alegatos que presentó Argentina el lunes 14 de septiembre, al tiempo que Uruguay comenzó sus exposiciones el lunes 21 y hasta el pasado jueves.Durante las ponencias, Argentina sostuvo que la planta supone "una violación flagrante por parte de Uruguay de las obligaciones del estatuto del río Uruguay" de 1975 y aseguró que la actividad de la misma provocará "daños irreparables" al ecosistema del río que es límite natural binacional.Por su parte, la delegación de Uruguay ratificó que la planta no contamina y que la tecnología usada para la fabricación de celulosa en Botnia es la más eficiente para el medioambiente.Además, el equipo de juristas que representa a Montevideo, insistió en que Argentina y Uruguay habían logrado un acuerdo para la instalación de la pastera en marzo de 2004, tras un encuentro entre los entonces cancilleres, Rafael Bielsa y Didier Opertti.
Críticas de la Asociación Forestal Mesopotámica
La Asociación Forestal Mesopotámica (Afome), entidad que reúne a productores madereros de Misiones, Corrientes y Entre Ríos, dio a conocer un documento crítico respecto a los alegatos de la Argentina ante la Corte Internacional de La Haya por el conflicto con Uruguay por la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos."Carecen de rigor científico, no se ajustan a la realidad y corren el riesgo de constituir un verdadero papelón", sostiene. "Los argumentos esgrimidos son flojos en su contenido y carecen de rigurosidad científica", agrega."Entre otros puntos, nuestros representantes [en la corte] sostienen, por ejemplo, que en febrero último, en el río, a la altura de Botnia, se detectó una concentración de algas; atribuida al funcionamiento de la pastera. Pero resulta que luego se comprobó la existencia de muchas manchas de algas aguas arriba, cerca de Colón, en Concordia, en el embalse de Salto Grande, en Monte Caseros, llegando incluso hasta en la toma de agua de Panambí, en Misiones, a más de 1000 kilómetros de distancia", explica.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios