EL ESFUERZO ECONÓMICO DETRÁS DE LA FIESTA PATRIA
Armar un stand del 25 de Mayo puede costar más de dos millones de pesos

En uno de los eventos más convocantes de la ciudad, los alumnos de diversas instituciones toman protagonismo. Su trabajo no es sólo ese día: con meses de antelación, deben conseguir todo lo necesario que, hoy en día, cuesta el doble.
La fiesta tradicional del 25 de Mayo se realiza en nuestra ciudad desde 2001. Con algunos cambios, hoy en día se ha convertido en uno de los eventos más convocantes de Gualeguaychú, recibiendo a miles de ciudadanos y permitiendo participar a decenas de instituciones.
Bailes de épocas, desfiles y comida: todo ello se puede encontrar en el corsódromo en cada celebración. Los establecimientos educativos son vitales en el festejo: sus alumnos son quienes ambientan, con puestos de ventas inspirados en 1810, los alrededores del predio.
Los chicos entran en competencia para brindar al público el mejor stand, que será evaluado por jurados. Sin embargo, este no es el único objetivo, sino también recaudar fondos a través de la venta de comidas típicas de la época. Ahora ElDía se contactó con estudiantes y representantes de diversos colegios para interiorizarse en las implicancias de la construcción de un stand.
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“Para el armado necesitás principalmente voluntad, porque sin las ganas no se puede hacer nada: salir a vender, juntarse a hacer decoraciones y ensayar los bailes. Otra cosa muy importante es el compañerismo, porque cuántos más trabajan, es más fácil. También se requieren muchos materiales como cartón, madera y pintura, entre otros. Y un detalle no menor es la organización para elegir el tema, las decoraciones, cómo se va a armar”, contó Milena, estudiante de sexto año del Instituto "Fernando Elgue".
En la misma línea, Candela, de la Enova, describió las maneras de organizarse: “Todo depende del tiempo con el cual empieces a preparar todo. Si te ponés varios meses antes, podés conseguir donaciones y algunos materiales”.
¿Cuánto cuesta hacer un stand?
Con respecto a los costos, varían mucho según el tipo de proyecto que se lleve a cabo. En general, los alumnos que tienen experiencia (los que cursan el último año que ya participaron) gastan menos, ya sea porque tienen más precisiones sobre los materiales a utilizar, la organización, o porque consiguen insumos a consignación, lo cual les da un gran respiro a la hora de las ventas en el día. Es por eso que ante la pregunta de cuánto saldría hacer un stand, recibimos respuestas dentro de un rango que van desde $1.000.000 a $2.500.000.
“Recaudamos dinero, primero con ventas de tortas dentro del colegio y también por el Corsódromo, la Costanera Sur, el Parque y el ex Frigorífico. Hicimos ventas de ravioles y pizza y realizamos alguna que otra rifa. Al día de la fecha llevamos juntados algo de un millón y medio, casi dos” compartió Candela.
Por otro lado, Graciana, mamá encargada de un stand del colegio La Salle, comentó: “La preparación comienza dos meses antes. Los chicos juntan fondos con ventas callejeras de tortas, tortas fritas, pizzas y pastas. Esos fondos se utilizan para comprar los materiales necesarios (aunque muchos son reciclados de lo que cada uno puede aportar de la casa) y también se pagan los insumos para la elaboración de lo que se va a vender, por ejemplo, la carne para el relleno de empanadas, tapas, verduras, grasa, carne para los sándwiches (vacío, choripán y bondiola), panes, masa de tortas fritas y pasteles, entre otros. En cuanto a la economía, casi todo cuesta el doble. En nuestro caso, se recaudaron aproximadamente un millón de pesos, pero tenemos la suerte que la bebida la conseguimos a consignación y parte de la carne que vamos a hacer a la parrilla también”.
El rol de los padres
Las familias cumplen un rol fundamental: papás, mamás, hermanos, tíos, primos y amigos colaboran no sólo con materiales, sino también a la hora de la atención al público del stand y al preparar los alimentos ese mismo día. “Recibimos ayuda de los padres, quienes nos guían y acompañan en esta tarea. Ellos contribuyen en la organización de la compra de la mercadería, la bebida, los descartables y la leña, en el control del dinero recaudado y los gastos. También necesitamos que colaboren con los elementos para tener en el stand como parrillas, discos, anafes, chulengos, freezer, mesas, estanterías, elementos de limpieza y un largo etcétera”, destacó Camila, de quinto del Instituto “Fernando Elgue”.
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Graciana, por su parte, señaló que era necesaria la colaboración de la mayoría de los padres “ya que el día del festejo, somos los que armamos las empanadas y cocinamos en el stand, los chicos bailan y pueden hacer muy poco adentro del puesto; ellos son los que eligen el tema a desarrollar y arman mayormente el stand, la decoración y pintura, y muchas cosas en el antes y el después”.
¿A dónde van las ganancias?
Zoe, alumna de 5º A del Pío XII destacó: “La experiencia nos sirve para unirnos como compañeros y disfrutar un buen momento. En cuanto a las ganancias, es nuestro primer año, así que esperamos que no tener deudas y que nos quede un buen aprendizaje. Si hay ganancias, la mayoría la vamos a usar para pagar diferentes gastos que tengamos el próximo año”.
“Esperamos recaudar más del doble de lo invertido, sería lo ideal. El año pasado, el dinero recaudado después de finalizar el stand, se utilizó en parte como fondo para comenzar los trabajos de carrozas y en parte para pagar las chombas y camperas de la promo, que se mandan a hacer antes de fin de año. En esta edición, ya que es la última de los chicos, el objetivo es pagar la tarjeta de su fiesta de egresados y que tengan algo de fondos para su viaje a Bariloche”, añadió Graciana.
Por su parte, Candela relató que los chicos de la Enova el año pasado recibieron aproximadamente $70.000 cada alumno, pero que el dinero invertido fue mucho menor: “Este año tenemos más expectativas, porque llegamos casi a los 2 millones de pesos para invertir en el stand. Además, incluimos a chicos de otras divisiones, de otros colegios. Por ser el último año, como para que no se pierdan la experiencia también. Es una mano extra. El dinero, en mi curso, se va a usar para cada uno. Tenemos todo un listado de asistencia, en el que se lleva el conteo de quiénes fueron a las ventas de torta, cuántos pedidos de pizzas o ravioles juntaron, si trabajaron los padres, familiar o algún amigo. En base al trabajo y a la dedicación vamos a repartir el dinero de forma proporcional”.