ANIMALES EN SITUACIÓN DE CALLE
Aseguran que el programa de castraciones es eficiente, pero aún no cumple los objetivos

En los últimos tres meses se realizaron un total de 959 operaciones a perros y gatos, pero desde el Municipio no consideran que se haya cumplido el objetivo para lograr un equilibrio poblacional. Si bien las castraciones ayudan a reducir la población de animales sin hogar, insisten en la educación y el trabajo conjunto con proteccionistas como ejes para lograr resultados sostenibles.
Hace unas semanas se puso en tela de juicio la sobrepoblación de perros y gatos en las calles de Gualeguaychú, a través de un proyecto de ordenanza que postulaba la creación de una perrera municipal. Sin embargo, la misma fue retirada días después, tras ser duramente criticada.
En la ciudad no hay números que indiquen la cantidad exacta de la población animal callejeros, pero según estimaciones compartidas en 2019, en ese entonces había entre dos y tres mil. En cuanto a la cantidad en hogares, hay aproximadamente alrededor de un animal cada dos personas. Es decir, habría cerca de 70.000 perros y gatos en Gualeguaychú. Sin embargo, expertos proteccionistas consideran que, para efectuar políticas públicas, no hay que basarse en censos o números, ya que la población puede cambiar semana a semana. Cabe recordar que, por ejemplo, una perra puede parir numerosos cachorros hasta dos veces por año: De ahí, el poco peso que tienen los censos.
El 2023 fue un año clave en cuanto a política local de control poblacional de caninos y felinos: se dictó la ordenanza Nº 12.803, que estableció la necesidad de “ejercer un control eficaz de la reproducción de perros y gatos, garantizando el Equilibrio Poblacional”, como una responsabilidad primaria que es propia del Estado).
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A dos años, Ahora ElDía habló con Ivana Zecca, subsecretaria de Ambiente y Seguridad Alimentaria y con Aldo Tellechea, asesor Veterinario del Municipio.
La funcionaria destacó que, al comienzo de su gestión, continuaron con el Programa de Equilibrio Poblacional, pero detectaron que se llevaba cabo “con poco orden”. Destacó también que en los primeros meses había una numerosa cantidad de turnos para castraciones (se realizaban más de 40 operaciones por día), pero que, ya pasado un año, esa cantidad de animales bajó, por lo que se mantiene un promedio de 20 animales por día.
Según los números oficiales, entre el 24 de enero hasta el 30 de abril, se realizaron un total de 959 castraciones, de las cuales 468 corresponden a perros (145 fueron a machos y 323 a hembras), y 491 a gatos (196 machos y 295 hembras). La disparidad entre machos y hembras puede deberse, entre otras cosas, a un dato que describió Tellechea: “Hay personas que se niegan a castrar a un animal, sobre todo cuando se trata de un macho. Es una idiosincrasia inentendible”. Y añadió: “El beneficio de la castración masiva no solamente es bajar el número poblacional: hay enfermedades que pueden ser transmisibles con animales sin castrar o mordeduras de perros (en casos que, por ejemplo, una perra está en celo y se acumulan machos alrededor)”.

Otra característica del programa resaltada fue su recorrido por diferentes barrios de la ciudad: “Generalmente, el sistema de rotación va acompañado (además del ‘castramóvil’) por vacunaciones y desparasitaciones, con visitas en casas”, comentó Zecca. Ante la consulta por los resultados de la campaña, el asesor veterinario fue positivo, aunque cauteloso: “Estamos viendo que hay muchos ya castrados. Ante las consultas, se está dando un porcentaje bastante alto de castración inicial, pero creemos que no es suficiente. Hay que seguir con el programa, aunque la cantidad de perros vagabundos en la vía pública ha mermado mucho”.
Además, Tellechea hizo una distinción en cuanto a los animales de la vía pública: “Tenemos dos tipos de perros en la calle: el que lo suelta el dueño y el que es vagabundo. Los vagabundos han desaparecido mucho, al no poder reproducirse. Pero notamos un incremento en los otros. Ahí está el trabajo de los proteccionistas para concientizar a esos ciudadanos de que no los deben dejar sueltos”.
Pero, ¿son suficientes las castraciones para brindarle a nuestra ciudad el control poblacional y favorecer la salud pública? La Subsecretaria enumeró el acompañamiento de las políticas relacionadas: “El programa de castraciones también tiene la Atención Primaria Veterinaria. En el lugar donde están castrando, están presentes veterinarios que se encargan de ello. Hay que aclarar que no es una sala de tratamientos continuos; o sea, es una guardia como la de un hospital. Un accidentado se va a tratar en el momento, pero no hay un tratamiento contra enfermedades permanentes, ya que no hay un plan para atenderlas. Pensamos que posiblemente el hospital de la Facultad Veterinaria cumpla un rol que podemos encadenarlo con nuestra función desde el Municipio. De todas maneras, al Hospital le falta tiempo para estar terminado”.
La relación con proteccionistas
La ordenanza Nº 12.803 también habla del asesoramiento que debe hacerse a todas las personas que llevan a castrar a sus perros. “Estas charlas que promueven la tenencia responsable de los animales está a cargo de un grupo de proteccionistas que colaboran”, aclaró Zecca.
Los funcionarios también destacaron que su relación con los y las proteccionistas es buena: “Estamos en contacto a diario, hay colaboración mutua”. Ante la pregunta de qué se hace si se encuentra una perra embarazada en la calle, respondieron que “tendrían que llamar a cualquier grupo proteccionista o comunicarte con Veterinaria Municipal (sede Tiscornia)”, y fueron contundentes: “El Municipio no se va a hacer responsable de detener perros en guardería, no estamos capacitados para poder hacer una tenencia en la comunidad. Lo que se debe realizar es una mejor educación hacia el dueño y brindarle apoyo. Los proteccionistas hacen el trabajo de adopción temporaria o responsable del perro”.
Siguiendo la misma línea, se cuestionó sobre la responsabilidad de un ciudadano particular con respecto a los animales que viven o transitan en la vía pública: “Las ordenanzas que hay vigentes en este momento dicen que no se debe alimentar al perro en la vía pública. Lo que hay que hacer es ver dónde se puede ubicar ese perro. Esa función la está cumpliendo el grupo de proteccionistas que están trabajando en las calles. Y eso también pasa con los gatos. La gente de ¡Patrulla Felina’ está trabajando muy bien en la reubicación de los gatos”, respondió Tellechea.
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Otro punto que relacionaron con los grupos proteccionistas fue la localización de animales en la vía pública para castrar, vacunar y desparasitar: “Es el trabajo del proteccionismo. Saben dónde están los perros. Cada una maneja un barrio o el ambiente donde está, y los van trayendo”.
“Los refugios no reciben más animales nuevos, sino que están con los que tienen. De acuerdo a las conversaciones que tenemos con proteccionistas, ellos tienen menos animales en los refugios, producto de que algunos se pueden instalar y otros van muriendo”, aclaró el asesor, mientras que Zecca añadió: “La Municipalidad colabora con estos grupos al brindarles alimento y otras colaboraciones con el saneamiento del lugar (control de plagas y corta de pasto, por ejemplo). Adicionalmente, se pagan algunas horas de personas que van a colaborar en los refugios”.
Sobre las ordenanzas que postulan perreras
Sobre el polémico proyecto de ordenanza que promovía la creación de una perrera, la Subsecretaria de Ambiente fue clara: “Esa fue una decisión que tuvo que ver con el ámbito legislativo. De hecho, no tuvimos ninguna consulta respecto de la temática para asesorar. Nos enteramos junto a las demás personas los que habían ingresado en ese proyecto. No tuvimos ninguna injerencia sobre el tema. Se manejó directamente en el cuerpo legislativo. Por otro lado, no es idea del Municipio tener una tenencia de tal manera bajo ningún punto de vista”.