SE TRATA DE UN HECHO HISTÓRICO
Asumió María Marta Simón, la nueva presidenta del Colegio de Abogacía de Entre Ríos
A las 8:00 de la mañana de este jueves se proclamó la lista que convierte a la profesional gualeguaychuense en la primera presidenta mujer del Colegio de Abogacía de Entre Ríos.
El hecho no solo es históricos porque es la primera vez que una mujer va a ejercer esta función, sino que también es la primera oportunidad en que el cargo va a ser ocupado por una matriculada de otro departamento que no es Paraná.
En esta dirección, la flamante presidenta del Colegio de Abogacía de Entre Ríos habló en Ahora Cero Radio y expresó que “esto ha puesto a la mujer en un esquema de liderazgo y me ha permitido demostrar que estas funciones pueden ser ejercidas por una mujer que no sea de Paraná”.
María Marta explicó que en anteriores ocasiones muchas colegas fueron candidatas a la presidencia pero que estaba “la idea subyacente de que este cargo tenía que ser ocupado por un varón, es una profesión muy machista, las mujeres nos vamos abriendo lugar, pero hay ramas que hay más hombres que mujeres, como la rama del derecho penal. Y las mujeres repitiendo lo que se da en lo social vamos más para lo que es derecho de familia o amparos de salud donde tenemos más lugar”.
“Es un cargo Ad Honorem, soy una profesional que vive de su profesión, pero los cargos directivos son Ad Honorem. No es un cargo dentro de la función pública, sino es la representación de la abogacía de toda la provincia, esto involucra tomar esta dirección con una perspectiva de género, yo he venido capacitándome en esa dirección, eso no quiere decir que ya esté del todo capacitada porque es un proceso”.
Al respecto, la profesional rememoró sus épocas de estudiante de Derecho y señaló que antes “el abuso era descrito como un delito contra el honor y no contra la integridad de la mujeres, porque involucraba el honor de la familia, así lo estudié yo. A tal punto que si el abusador se casaba con la víctima no recibía pena. Era el pensamiento social de la época, la mujer víctima de estos delitos era considerada “sucia” porque estaba puesto en cuestión el honor. Tuvo que pasar un femicidio en la Pampa por una mujer abusada que fue obligada a casarse con su abusador para que eso cambiara”.
En este sentido, Simón destacó que si bien la Ley Micaela no obliga a los profesionales de la abogacía a capacitarse en perspectiva de género, los abogados son parte del sistema de la justicia. “Si las demandas que recibimos no arrancan desde la perspectiva de género es complejo”, remarcó al respecto la letrada.
“Las defensas no puede estar basadas en estereotipos, en el derecho de familia también juegan mucho los estereotipos donde se suele avocar la imagen de la buena o mala madre para no pasar la cuota alimenticia. Hay que cuestionarnos desde donde vienen estas defensas y cambiar la mirada y el enfoque. Va a llevar mucho tiempo, pero por lo menos hay una mirada que cambia la forma de conducir”, finalizó.