Aumentó el precio del pan: La bolsa de harina subió de 275 a 700 pesos

El aumento de la bolsa de 50 kilos de harina, el incremento en las tarifas de gas, electricidad y la carga tributaria, provocaron que los productos de panificación experimenten una suba pronunciada. El kilo de pan, en las mayorías de las panaderías tiene un valor de 50 pesos, mientras que el de las facturas oscila entre los 80 y los 100 pesos. Son muchos los factores que influyen en el aumento. Todas las materias primas aumentaron: Subió la harina, la margarina, la grasa, el azúcar y otros subproductos que se utilizan en la panificación.En la ciudad, están los que tienen locales propios y los que alquilan, también los que tienen empleados con sueldos y cargas sociales al día, y aquellos que elaboran y venden la panificación trabajando en forma familiar.ElDía dialogó con panaderos de la ciudad, con un vecino que vende en la calle y con una distribuidora de productos de panificación para conocer cómo afrontan los aumentos.La Panadería San Antonio es un comercio que el año pasado arribó a sus primeros 100 años de vida. Pedro Pomés, su administrador, manifestó que el rubro ha tenido muchos vaivenes a lo largo de su historia, desde que su padre y dos tíos, inmigrantes de Girona, España, fundaran la panadería.En cuanto a la suba en el precio de la bolsa de harina, indicó que la misma "estaba a 275 pesos en diciembre, y ahora se abona entre los 700 y los 800 pesos".Recordó que el kilo de pan costaba 35 pesos en diciembre y ahora "está en los 50 pesos". Otras especialidades de la panificación también sufrieron un incremento, porque además de "harina, llevan margarina, azúcar y otras materias primas que experimentaron una suba considerable", detalló.Pomés expresó que si bien la harina tiene su incidencia en el precio final, existen factores más importantes: Uno de ellos es "el costo altísimo de contar con empleados y cargas sociales muy elevadas". Agregó que tienen "todo al día, pero te demorás un par de días en depositar y llegan intimaciones e inspectores al local, además de las inspecciones de rutina de Bromatología Municipal; mientras que otras panaderías donde trabaja la familia por el sistema de monotributistas no tienen esa carga tributaria tan pesada, generándose una competencia si se quiere algo desleal para quienes tenemos gente trabajando en blanco y con todas las de la ley"."Esa gente puede vender su producción un poco más barata, en tanto que nosotros tenemos que ajustarnos en los números y subir hasta cierto punto", opinó.El comerciante dijo que le gustaría saber si en todas las despensas y kioscos, el pan que se vende está etiquetado y rotulado como corresponde.Comentó que el lugar donde se elabora la panificación está trabajando a un 20% de su capacidad para la que fue diseñada originalmente. El impacto de las tarifasDijo que las "boletas de electricidad, gas y los insumos básicos para una panadería subieron notoriamente. Después de estar subsidiados durante un largo tiempo, los aumentos que absorbemos los comerciantes no los podemos trasladar al público, sino el kilo de pan debería estar entre 80 y 90 pesos", explicó.Pomés aseguró que las ventas han bajado en cuanto a la cantidad, no así en el "número de la clientela que desde hace un buen tiempo mantenemos". Explicó que la "mayoría compra lo mismo, es decir 35 o 40 pesos, que era lo que valía el pan antes de la suba. En definitiva, gastan lo mismo, pero llevan menos. Queda claro que la gente se cuida en las compras". Pomés opinó que el pan, en el marco de los productos de primera necesidad, es el que menos costo tiene para la familia. "Es extraño, la gente se queja del precio, pero paga el cable, la telefonía celular a precios muchos más altos y no se escuchan tantos reclamos", opinó.También recordó que la harina, hace unos 4 años, llegó a costar 400 pesos la bolsa, para luego bajar a 200. Tarifas + HarinaSebastián Razzetto de la Panadería La Bombonera, se mostró preocupado por el aumento "tan brusco de la harina", además de las "tarifas que subieron abruptamente". Comentó que las ventas han bajado un poco y también el reparto, coincidió con Pomés.Aseguró que en "algunas circunstancias se da una competencia desleal". En el caso de Razzetto la situación es más apremiante porque cuenta con un total de 23 empleados, a los que debe abonarles sueldos y leyes sociales.Por otra parte, son muchas las personas que se ganan el pan de cada día, comercializando en la vía pública la panificación casera. Uno de ellos es Américo, un hombre de 64 años que vende lo que elabora en su casa en un pequeño horno industrial.Dijo que hace cinco años que pedalea las calles de la ciudad vendiendo lo que "hacemos en forma artesanal. Hago esto porque tengo varios años encima y ya no estoy para hacer trabajos pesados. Si bien estoy cerca de la jubilación, con la mínima que voy a percibir, no es mucho lo que puedo hacer para llegar a fin de mes".Indicó que el pan y la torta que vende lo elabora su esposa, mientras que él se encarga de la venta en la calle.Comercializa pan y tortas caseras. El pan tiene un "costo de 40 y la torta de 65 pesos", y agregó que si bien tiene buenos clientes hay que "andar todo el día". Es así que en horas de la mañana recorre el centro y por la tarde los barrios.Dijo que el aumento de la harina no deja de ser un "problema, pero igual le seguimos metiendo duro al trabajo", concluyó. Las subas y el poder adquisitivo de la genteCecilia Broggi, encargada de Razzetto Distribuciones, comercio que opera en la ciudad desde 1963, indicó que la harina desde enero a la fecha subió un 130 %, incremento que impactó en la gente debido a que el poder adquisitivo de los vecinos no va de la mano con el aumento de las mercaderías.Comentó que cada diez o quince días "estamos recibiendo listas de precios nuevas, con aumentos que arrancan en un 20%".Señaló que hasta no hace demasiado tiempo, el cliente priorizaba la "calidad, pero ahora está optando por trabajar con una harina que no es de tan buena calidad, pero más económica". De todas maneras, y pese a que se venden segundas y terceras marcas expresó que "las ventas han mermado considerablemente, fundamentalmente en margarinas y grasas que han subido notoriamente, al igual que las levaduras". Dijo que los aumentos, en todos los rubros, llaman "poderosamente la atención". Acotó que los proveedores están acortando los plazos. A modo de ejemplo señaló que empresas a las cuales se les abonaba a 30 o 40 días, achicaron los márgenes a 20 días, en tanto que otros son al contado, y algunos por adelantado", cerró.
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