EN LA BOMBONERA
Boca volvió a mostrar buen juego y derrotó con claridad a Estudiantes
Boca Juniors se reencontró con su mejor nivel en La Bombonera. Con goles de Pol Fernández, Marcos Rojo y Sebastián Villa le ganó 3-1 a Estudiantes (Jorge Morel, el autor del descuento) por la décima fecha de la Liga Profesional.
El Xeneize se repuso del tropiezo ante Argentinos en La Paternal y corrió de foco la crisis en el fútbol del club tras la eliminación en la Libertadores, la salida de Sebastián Battaglia y los roces entre el Consejo de Fútbol y los referentes, que terminaron con la salida de Carlos Izquierdoz al Sporting de Gijón.
Con una formación diseñada con más volantes, incluso con Oscar Romero como wing izquierdo dispuesto a cerrarse para sumarse al circuito, Boca consiguió dominar la pelota ante un rival que optó por esperar.
Siendo prolijo y paciente, rompiendo con Villa en velocidad o con el pasaje de los laterales, el Xeneize mostró un mejor semblante. Lastimó con el colombiano y abrió el marcador cuando un mediocampista pisó el área. A los 9 minutos, Vázquez recuperó una pelota con el cuerpo junto a un lateral y envió un centro preciso para la volea de Pol Fernández, quien firmó el 1-0.
En desventaja, el Pincha salió un poco más e intentó lastimar con Castro, Rollheiser y Piatti, más la potencia de Díaz. Pero le costó la elaboración. El choque entró en una meseta y se hizo muy cortado y peleado. El dueño de casa amagó con Villa nuevamente: un remate suyo fue rechazado por Andújar. Más tarde, Rojo estuvo a punto de estirar distancias en una pelota quieta.
Estudiantes gritó, pero la conquista resultó anulada. A los 37, Piatti infló la red con un lanzamiento cruzado, pero en el inicio de la jugada Castro estaba en posición adelantada.
El segundo tiempo mostró a Boca al control del partido, pero sin avasallar a su adversario para cerrar el score. La principal arma: la pelota quieta, aprovechando que a Estudiantes le faltaban Noguera y Rogel, sus dos torres (el primero entró después). A los 12′, tras un tiro libre que quedó corto, Marcos Rojo recogió el rebote en el borde del área y clavó la pelota en el ángulo. Y festejó el tanto (aunque mesuradamente) a pesar de su pasado glorioso en el León.
Y casi inmediatamente, Oscar Romero hizo la pausa y soltó el pase entre líneas para el pique de Villa. El colombiano voló y aprovechó la salida apresurada de Andújar y sacó una vaselina que se convirtió en el 3-0. Estudiantes descontó con una especialidad de la casa: tres cabezazos en el área fueron gol. A los 30′, el paraguayo Morel empujó con la testa al arco desguarnecido para el 1-3 y encender la esperanza para la visita.