2 DE JUNIO
Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú: Siempre al servicio de la comunidad

Trabajar en pandemia tiene sus particularidades para los bomberos. El número de personas se redujo considerablemente en los cuarteles respetando los protocolos sanitarios, como en cualquier otro lugar. Eso sí, cuando el deber llama, los voluntarios acuden, se cambian y salen al siniestro que les toca.
Nicolás Bozzani lleva un cuarto de siglo siendo bombero. Es el Subcomandante del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú que, en noviembre, cumplirá los primeros 55 años de vida. “Es el primer cuartel de bomberos voluntarios de la provincia y, a partir de su fundación, se fueron promoviendo otros cuerpos en diferentes ciudades y localidades entrerrianas que hoy cuenta ya con 50 asociaciones”, recordó. En la actualidad, cuenta Bozzani, el Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú está dividido en dos órganos: “Uno conformado por la Comisión Administrativa que se encarga de lo político-administrativo y el otro es el cuerpo activo que son propiamente los bomberos que la gente conoce. Somos 50 al mando del Comandante Luciano Lizzi. Tenemos un cuerpo de oficiales, otro de suboficiales y el cuerpo de tropa que es el más numeroso.
En 2012 comenzó la incorporación de personal femenino que, al día de hoy, continúa en desarrollo y en crecimiento. Hoy son doce las mujeres en servicio; una de ellas, la Cabo Ingrid Alurralde, forma parte de la Brigada Forestal de la provincia. Todo un orgullo”. Respecto al equipamiento, Bozzani asegura que se han preocupado y ocupado por contar con el mayor material posible que, por otra parte, demanda mucha tarea de mantenimiento: “Tenemos dos autobombas de primera intervención y dos cisternas; una de ellas con una capacidad de 13.000 litros y una boca de descarga de una pileta anexa que nos permite, en 30 segundos, dejar esa capacidad de agua en el lugar del siniestro. También contamos con dos unidades de rescate (una con agua incorporada para atender un eventual incendio en la ruta y otra que tiene malacate, grúa y un generador incorporado que nos permite hacer otro tipo de maniobras) y tres móviles en servicio forestal”. Asimismo, señaló que, en caso de un accidente vial: “Contamos con material de gran capacidad de desempeño con tres equipos hidráulicos de rescate con sus accesorios que se utilizan para liberar víctimas y una capacidad de respuesta para heridos de hasta 30 personas, una de las más altas de la provincia. Y, si de siniestros químicos se trata, tenemos una unidad de materiales peligrosos totalmente equipada, con la cual hemos atendido distintos tipos de emergencia en el corredor de la Ruta Nacional Nº 14. También hemos asesorado y se trabaja para conformar una unidad regional. Este tipo de brigadas son muy costosas de mantener, no solamente por la capacitación del personal, sino también por los trajes de intervención que deben ser renovados acorde a lo que determine el fabricante”. La pandemia que cambió todo Bozzani indicó que “cuando se comenzó a hablar de la pandemia, siempre estuvimos atento a lo que estaba sucediendo mediante nuestros contactos internacionales; por eso, cuando llegó a nuestro país, ya teníamos conocimiento de los protocolos a utilizar. Las medidas tomadas nos permitieron que cumpliéramos eficientemente y de manera ardua con el servicio, más aún el año pasado que se caracterizó por fuertes sequías, incendios de campos, montes, rastrojos e inclusive siniestros forestales, además de los de la ciudad y en la ruta. Llegamos a tener un promedio de siete salidas diarias durante algunos meses calurosos, además de las colaboraciones con otros cuarteles. En 2021, Alurralde y Flores participaron activamente en la Brigada Forestal que fue a combatir incendios forestales en el delta entrerriano, como así también a Córdoba y quedaron en alerta por otras situaciones en el territorio nacional”. El rol de la mujer Ya integradas definitivamente en sus roles, trabajando a la par de sus compañeros, las mujeres cumplen su función con el plus que solo ellas pueden poner en determinadas circunstancias de la lucha contra la adversidad, contra el fuego, contra la inundación, en un accidente o cualquiera de los servicios que cubre un Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Para Ayelén Suárez, ser parte de la institución es un estilo de vida y lo eligió para estar al servicio de la sociedad: “Desde hace un año, es un trabajo que me enorgullece y una de las cosas más lindas que me han pasado. Poder aportar mi granito de arena para ayudar al prójimo me llena de satisfacción. Obvio que hay que tener vocación y que es una tarea que demanda mucho esfuerzo y capacitación. Estoy siempre lista, presta para salir, porque la sirena puede sonar en cualquier momento”.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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