Bordet camina por la cornisa

El desequilibrio de las cuentas provinciales luego de ocho años de continuo déficit, es en este momento el problema de mayor gravedad en Entre Ríos. El gobernador Bordet deberá encararlo con realismo e inteligencia. Mario Alarcón Muñiz "Las provincias están al rojo vivo", comentó La Nación a principios de semana, calculando que a fin de año (dentro de 10 días) la suma de los déficits provinciales superará en 23.000 millones de pesos las cifras de 2014. A pura pérdida. Y esto es así desde hace varios años. Las cuentas suman, suman, suman, pero hacia abajo.Te puede interesar: "El trabajador nunca será una variable de ajuste", aseguró BordetEl oscuro panorama financiero de las provincias fue revelado estos días a través de un estudio conjunto de dos organizaciones privadas: la consultora Economía y Regiones y el Centro de Implementación de Políticas Públicas. Las provincias más comprometidas son Buenos Aires, Mendoza, Río Negro, Neuquén, La Rioja y Entre Ríos, según el informe, a cuyo amparo La Nación apunta que "los gobernadores entrantes se escandalizan con la herencia recibida".Pocos lo pueden creer, pero nadie está en condiciones de negar que, al menos en Entre Ríos, estos resultados eran previsibles. Tras ocho años de presupuestos deficitarios, gastos desmedidos, variada gama de acomodos y propaganda tan multimillonaria como discrecional e inútil detrás de un sueño desinflado, el final no podía ser diferente. Luego de los 82 millones en rojo que produjo el ejercicio 2007, se fueron acumulando pérdidas hasta los 2.500 millones que registró 2014. Todo el período de Urribarri fue deficitario.El estudio referido consigna precisamente ese déficit de 2.500 millones de pesos y una deuda flotante ("es decir, la que hace funcionar día a día al Estado en sus prestaciones básicas", explica) de 4.312 millones. El presupuesto 2016 fue aprobado con un déficit preventivo de 1.035 millones, pero será mucho mayor porque no está comprendido aumento alguno de salarios y bien se sabe que los habrá.Además deben computarse otros dinerillos. Aunque no lo menciona el trabajo de las consultoras quizá por ser montos no exigibles de manera inmediata, aparecen también compromisos diversos que pueden sumar 7.000 millones de pesos, incluyendo en ese monto las deudas con el Estado nacional. Tarde o temprano habrá que pagar.Mientras tanto, nada se ha modificado. En esta primera semana de gestión, el gobierno ya emitió letras de Tesorería para colocar en el mercado financiero, a fin de obtener fondos de entre 30 y 178 millones de pesos. Ha sido la 11ª. emisión del presente año. Sin contar la última porque acaba de ser licitada, las diez anteriores de 2015 representan una deuda de 1.226 millones de pesos. Cuentas que merecen gestos El gobernador Bordet brindará el jueves a la noche como todos nosotros, pero sólo sonreirá para la foto. Ha recibido una provincia con demasiadas complicaciones financieras. Habrá que tenerle paciencia y concederle tiempo y margen de maniobra, porque no fue él quien desparramó la caja.El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, ordenando el reintegro del 15% de la coparticipación de los últimos siete años, podría haber ayudado y mucho. Pero sólo favorece a Córdoba, Santa Fe y San Luis, según se aclaró. Es decir a las provincias que oportunamente demandaron al Estado nacional. En su momento, Urribarri no quiso hacerlo para no disgustar a Cristina. Embolsó la bandera de Artigas. Nada de hacer barullo. Primero el poder central. Que pague el que sigue. Le tocó a su ahijado político.Adoptando una postura realista e inteligente, Bordet parece vincularse con el gobierno nacional a través del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien asistió a la jura del nuevo gobernador, el viernes 11.Frigerio tiene propiedades e intereses en el sur de Entre Ríos (Islas del Ibicuy), además de haber sido interventor del PRO en la provincia y por eso no sorprendió su presencia en el referido acto protocolar. De todos modos, esto confirma su buena relación con Bordet. No cambiará de opinión y menos de divisa ninguno de los dos. Pero ambos están en condiciones de dar un ejemplo de convivencia democrática y republicana, algo que nos está faltando desde hace bastante más de una década. De paso, en el medio, se encuentran las raquíticas cuentas provinciales que bien merecen gestos de atención, sin vinchas. Atención a las sorpresasSi es cierto que el gobierno nacional se propone luchar con firmeza contra el narcotráfico, ya tuvimos una señal elocuente. Termina de producirla en Entre Ríos la Policía Federal, mediante un operativo realizado en Paraná y Colonia Avellaneda el último viernes con la participación de unos 200 efectivos, la mayoría de ellos procedentes de Santa Fe.En Entre Ríos ha sido notable el crecimiento del narcotráfico en los últimos años. Lo mismo sucede en casi todo el país, pero aquí llama la atención la distracción de las autoridades, mientras los narcos comercian poco menos que en la vereda de la comisaría.El viernes los federales de Santa Fe realizaron en Entre Ríos varios allanamientos, secuestraron algo de mercadería y detuvieron a 13 personas, entre ellas el director de la Unidad Penal Femenina de Paraná, Victorio Aguirre y su hermano, además de un sargento de policía, el padre de éste, una agente del Servicio Penitenciario y otras personas.El método de la infiltración en los organismos de seguridad y otras dependencias oficiales no es nuevo por parte de los narcos, quienes suelen encontrar allí colaboradores, agentes y hasta defensores de máxima eficiencia. No olvidar a Marcelo Acosta, en sus buenos tiempos chofer del ex gobernador Urribarri. Desde hace un año y medio está preso, tras habérsele secuestrado en Rosario unos 20 kilos de cocaína.Si la Justicia Federal se propone avanzar, nos proporcionará más de una sorpresa.
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