Borracho, silbado y con la bragueta baja: el papelón de Luis Miguel en su último show

Así toda la noche. Ausente y sin empezar ni cantar una canción completa! La gente abucheando. Pena ajena ver a #LuisMiguel así! pic.twitter.com/c675C4pKcB — Nora8a (@nora8a) 20 de noviembre de 2018 Al mismo tiempo, el intérprete también se retrasó mucho tiempo en salir a cantar durante el tema "El Bajalú", provocando que sus seguidores estallaran de furia. "Así toda la noche. Ausente y sin empezar ni cantar una canción completa! La gente abucheando. Pena ajena ver a Luis Miguel así!", escribió una fanática del cantante en su cuenta de Twitter.
Que rollo con #luismiguel ausente la mitad del concierto. Y la canción avanzando. Que alguien le ayude y lo metan a rehab pic.twitter.com/oYbrVUAUCC — Armando Tamez Cetto (@Armando_Tamez) 20 de noviembre de 2018 A pesar de los chiflidos e insultos, el cantante ignoró el malestar del público y respondió cantando su tema "La Bikina", aunque ya era tarde y la bronca de sus seguidores se trasladó rápidamente a las redes sociales. "Ausente la mitad del concierto. Y la canción avanzada. Que alguien le ayude y lo metan a rehabilitación", reclamó otro fanático, muy indignado.
Así el concierto de hoy @LMXLM #luisMiguel @AuditorioMx @ocesa_total @Profeco no cantó, estado inconveniente, la gente abucheando. Esto debe solucionarse se pagó por un buen servicio no por esto pic.twitter.com/c7s5Hvewqr — Yoliz (@YolizTenorio) 20 de noviembre de 2018 En todo momento, al cantante se lo vio totalmente ido e irritable. Se peleó en varias oportunidades con la banda y con los encargados del sonido.
Bragueta abierta en un inicio, borracho y drogado, no sabias ni que canción empezaba a cantar pues cambio tonadas... aventó 2 veces el micrófono , la peor cuando se lo aventó en los pies del mariachi y se salió del escenario , muy mal #luismiguel pic.twitter.com/JhCNWNb0BG — Edith (@Edithsierragza) 20 de noviembre de 2018 A su vez, salió a cantar con el cierre del pantalón bajo, algo que no pasó desapercibido por el público, y como broche final arrojó, al menos en dos oportunidades, el micrófono a los pies del resto de los músicos.
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