
El dato corresponde a 2011 y surge de un informe de Luchemos por la Vida. La provincia está séptima en el ranking nacional. Gualeguaychú se ubica tercera en el mapa de tragedias viales en Entre Ríos. Farabello/Riera/Skubij/Navarro Los accidentes de tránsito siguen sumando cifras fatales en el balance de fallecidos en rutas y calles de todo el país. Las muertes por siniestros viales causan dolor social. Y el Estado y las diferentes ONG's trabajan para que los índices se reduzcan.De todos modos, la responsabilidad va más allá de un gobierno o de organizaciones sociales: es de todos.Los accidentes viales provocan más muertos que una guerra. Así lo relaciona la Asociación Civil Luchemos por la Vida que indica que "en sólo 20 años, hubo más de 150 mil muertos y un millón de personas resultaron heridas, con secuelas muy graves y con discapacidades permanentes". Estos números resaltan que "la cantidad de tragedias no equipara a ninguna catástrofe o guerra que haya ocurrido en Argentina".En un informe, la ONG brindó datos en el marco del Día Mundial de las Víctimas del Tránsito, instaurado por las Naciones Unidas y conmemorado el tercer domingo de noviembre de cada año.Con el objetivo de crear conciencia en los conductores y revertir las estadísticas que año a año se incrementan, el presidente de la Luchemos por la Vida, Alberto Silveria, afirmó que "el mejor homenaje que como sociedad se les puede brindar a los fallecidos es hacer lo necesario para que estas muertes evitables no sigan repitiéndose".Ante esta realidad, desde la Asociación consideran oportuno que la temática de los accidentes de tránsito sea tratadas como "una cuestión de política de Estado"; que los controles sean más efectivos y la educación vial sea sistemática y continua.Argentina cuenta con uno de los índices más altos de mortalidad por accidentes. Se calcula que, en promedio, 7.500 personas mueren por año, 120.000 terminan heridas y miles con diversas discapacidades.Según el relevamiento, fueron 293 las víctimas fatales por este motivo en la provincia de Entre Ríos en siniestros acontecidos el año pasado. Y por cada 25 muertos en toda la Argentina, uno lo aportó esta provincia, que al igual que en 2010 está séptima en el ranking nacional de víctimas de accidentes. A nivel nacional, la ONG calculó que en 2011 murieron 7.517 personas en choques. La cifra puede ser similar a las víctimas de una guerra o a las consecuencias de una gran catástrofe natural. Sin embargo, obedecen a hechos que, según el slogan de la asociación, "si es un accidente, se puede evitar". De ese total, la gran mayoría pertenece a choques ocurridos dentro de la provincia mas poblada del país, Buenos Aires, donde perdieron la vida 2.570 personas.Más lejos le siguen otros cinco distritos hasta que en el séptimo lugar se ubica la provincia de Entre Ríos, con casi 300 muertos. En comparación con los números de 2010, se registró un leve descenso de víctimas en todo el país: ese año se calcularon 7.659 muertos, 142 más que 2011. En el mismo período en Entre Ríos se habían registrado 281 víctimas, o sea 12 menos. Otro punto de vista de la dramática realidad que flagela al país se puede observar con el cálculo de víctimas fatales por accidentes que hubo diariamente. Siempre según los números que difundió Luchemos por la Vida, en Argentina murieron casi 21 personas por día en siniestros viales (exactamente 20,59), mientras que en Entre Ríos el promedio es de casi una víctima diaria (0,8), o más precisamente un fallecido cada 30 horas. De todos modos, la mencionada ONG hace una aclaración respecto del sondeo que divulga: sostiene que las cifras son una proyección de los datos reunidos "incluyendo fallecidos en el hecho o como consecuencia de él, hasta dentro de los 30 días posteriores, según el criterio internacional más generalizado". Es decir que cada número es una estimación, más que una precisión. Oficialmente, sostienen, se informan los muertos al momento del accidente, sin tener en cuenta los que fallecen luego, por las lesiones ocasionadas en el mismo.Por ese motivo, en Entre Ríos la Dirección de Prevención y Seguridad Vial de la Policía sostiene que en 2011 hubo 200 muertos por accidentes, sumando los ocurridos en rutas y en ciudades, 93 menos que lo calculado por Luchemos por la Vida.Números trágicosSegún estadísticas del área a cargo del comisario general Gustavo Maslein, en el primer semestres de 2012, los accidentes de tránsito ya se habían cobrado 100 vidas en la provincia, a pesar de que se incrementaron los controles que diariamente se realizan. De todos modos, aseguran que la mayoría de los accidentes ocurren por "fallas humanas".En tanto, faltando 37 días para finalizar el año suman 204 los muertos registrados en rutas entrerrianas por lo que estiman que la cantidad de víctimas fatales se mantendría en relación a la cantidad de muertos que hubo en 2011, según cifras extraoficiales.Según estadísticas del área de Prevención y Seguridad Vial, hubo 37 víctimas fatales en ciudades, 67 en rutas y 4 en caminos vecinales. El departamento que más muertes registró es Paraná: en 2011 se produjeron 432 accidentes, con 33 personas fallecidas y 572 lesionados. Le siguen Concordia con 16 muertos y 22 lesionados; Gualeguaychú, con 8 víctimas fatales y 124 heridos; Concepción del Uruguay, 9 muertos y 1 lesionada.En La Paz, murieron 2 personas y 50 tuvieron lesiones de distinta consideración; en Colón 11 muertos y 57 heridos; en Federación 9 personas muertas y 7 lesionadas; en Villaguay 5 muertos y 29 heridos; en Gualeguay 4 muertos y 51 heridos; en Diamante 1 muerto y 47 heridos; en Nogoyá 6 víctimas fatales y 30 heridos; en Victoria 3 muertos y 37 heridos; en Tala 1 muerto y 12 lesionados; en Federal fallecieron 2 personas y 6 resultaron heridas; en Feliciano 1 muerto y 5 soportaron lesiones; en Islas del Ibicuy hubo 4 fallecidos y 7 heridos; y en San Salvador 1 fallecido y 2 lesionados.En cuanto a la edad, el 57,26 % de los muertos en accidentes de tránsito en Entre Ríos tenía más de 21 años, con lo cual las cifras muestran otro costado inquietante: casi la mitad de los fallecidos estaba por debajo de ese rango de edad. Los peatones, los más afectadosLos peatones son los más afectados por los traumatismos ocasionados por el tránsito, que en las Américas causan cerca de 140.000 muertes por año y dejan unos 5 millones de lesionados.Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los accidentes de tránsito son la primera causa de mortalidad en las Américas entre personas de 5 a 14 años, y la segunda entre aquellos de 15 a 44 años. El 39 % de las personas que fallecen por traumatismos causados por el tránsito son peatones, ciclistas o motociclistas, en tanto el 47 % son ocupantes de vehículos. En promedio, el 80 % de las víctimas de siniestros viales son hombres.En todos los países de las Américas, las muertes de peatones representan un 23 % del total de defunciones ocurridas en la vía pública, el porcentaje más alto en comparación con cualquier otro medio de transporte. En los países andinos, el 43 % de las muertes causadas por el tránsito son de peatones, mientras que en Centroamérica es de 32% y del 31% en el Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay).De acuerdo al estudio de la OMS y la OPS, en el mundo las lesiones causadas en el tránsito provocan la muerte de cerca de 1,3 millones de personas y daños o alguna incapacidad en otros 50 millones. Constituyen la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.Encabeza el ránkingArgentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito.Según Luchemos por la Vida, 22 personas mueren por día, unas 8.000 por año y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, además de cuantiosas pérdidas materiales, que se estiman en unos 10.000 millones de dólares anuales.Esta cifra es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y número de vehículos circulantes (en Argentina unos 7 millones de vehículos). Datos que alarman*20113 de cada 10 fallecidos en siniestros viales viajaba en un motovehículo.El 48% de las víctimas fatales tenían entre 15 y 34 años al momento del siniestro vial6 de cada 10 víctimas fatales eran conductores del vehículo siniestrado.7,5 de cada 10 fallecidos que viajaban en moto no utilizaba casco al momento del siniestro.Durante el 2011 fallecieron 14 personas por día en promedio a causa de la inseguridad vial. Cuatro de ellos era un joven de entre 15 y 24 años de edad.2012En promedio nacional, sólo 4 de cada 10 personas utiliza cinturón de seguridad y sólo la mitad de los usuarios de motovehículos utiliza casco.En promedio nacional, 4 de cada 10 peatones no respeta el semáforoEn promedio nacional, 2 de cada 10 ciclistas no respeta el sentido del tránsito
* Estadisticas del laboratorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial La ausencia de un hijo de 22 añosEl dolor por la muerte de un ser querido en un accidente vial genera una huella en los que quedan vivos, la cual no se va más. Muchas son las historias que el lector puede recordar en este momento, por cercanías con algún amigo que esté pasando por ese trance o porque lo está viviendo en carne propia.Compartir la tristeza y dar una palabra de aliento es una cosa fundamental. Pero sentir el desgarro por no tener más a un hijo de 22 años, es un hecho incomparable.Esta es la historia de Raquel y Pedro, padres de un joven que una madrugada, alrededor de las 5, llegó a su casa para decirles a sus padres que lo habían invitado ir a Buenos Aires y regresar en el día.Ambos le dijeron que no vaya, que descansara porque no había dormido, tenían temor que en algún momento tomara el volante del vehículo. Les respondió que iba a viajar, que se quedaran tranquilos. Su mamá insistió pero no tuvo eco, sólo recibió un beso y una frase: "quedate tranquila mami, vengo a la noche". Se fue pero nunca más regresó.Le ocurrió a una familia de Gualeguaychú en la década del 90.Alrededor de las 6,30 de la mañana ocurrió la tragedia sobre la ruta 14, en una jornada donde el sol reinaba la zona. Algo sucedió en un auto que venía de Buenos Aires con destino a algún lugar de la Mesopotamia, se cruzó de carril -no había Autopista- y colisionó de frente donde viajaba el joven de la ciudad quien murió instantáneamente.El informar a los padres que se quedaron intranquilos, utilizar palabras que no existen para esos casos, y estar preparados para la lógica reacción de llanto, demandó dar un paso obligado a las personas encargadas de 'dar la noticia'."El vacío que queda es profundo, la ausencia de un hijo en la casa no se puede explicar. Sus gestos, risas, gritos, el tomar mate, la charla, los cuentos, el llegar tarde y yo esperándolo, se fueron con su muerte. Es cierto, acompañar a tu hijo hasta la última morada y arrojarle una flor, es un sentimiento raro. Lo natural es que él me debía llevar una flor a mí", relató la mamá a ElDía.El paso de los años es sólo una cuestión de almanaque, aseguró. "Llevar la tristeza por su ausencia es cosa de todos los días. Ir a la habitación, ver sus fotos y la cama, te hace ver la realidad. Él no está conmigo, con su padre y hermanos. No conoció a muchos sobrinos que nacieron luego y éstos saben de él por las imágenes y por las anécdotas que escuchan", acotó.La presencia de Dios y la profunda fe de ambos "es algo que nos ayuda a sobrellevar esta situación. No nada fácil, contamos con el cariño del resto de los hijos que también han sufrido mucho y llevan el dolor de hermano. Nos damos cuenta, de alguna manera la tristeza es compartida, muchas veces en silencio, otras con lágrimas cuando vamos a su morada a llevarle flores y a rezar", relató. El dolor y la indignación en una familia marcada por la tragedia "Vinimos a Gualeguaychú para vivir un poquito mejor, pero resultó todo lo contrario, llegamos para derramar lágrimas", contó acongojada Rosa Falcón, la madre de Fabio Funes, el funcionario policial de Islas que fue atropellado por un conductor ebrio el 30 de mayo de 2010 en la avenida Artigas y San Vicente de Paul.Muchos recuerdan claramente el caso de este hombre de 37 años que había salido de prestar un servicio adicional como seguridad en un boliche bailable, pero cuando regresaba a su casa en plena madrugada encontró su muerte.Permaneció seis días internado en Terapia Intensiva producto de las heridas que recibió por parte de un joven de 28 años que conducía un Fiat 147, con el cual lo embistió cuando cruzaba por San Vicente de Paul."Un accidente entre comillas, porque lo que le pasó a mi hermano no fue un accidente, fue algo a propósito", relató todavía indignada Andrea Funes sobre los motivos que originaron el accidente porque para ella el conductor del 147 "se hizo el borracho para zafar de la Justicia" que lo benefició con una Probation.Lo cierto es que han pasado dos años y medio desde la muerte de Fabio y en la casa paterna todavía se lo recuerda como si todo hubiera ocurrido ayer, "es un duelo que no se acaba nunca y se lleva para siempre", afirmó Rosa.Esta indignación se acrecienta cuando la familia se entera que la persona que atropelló a su hijo y se fugó del lugar del hecho, beneficiado con una Probatio, actualmente trabaja en una empresa de transporte de Gualeguaychú.Fabio trabajaba como efectivo en la Jefatura Departamental de Islas y como vivía junto a sus padres y hermana en Gualeguaychú, realizaba servicios adicionales para juntar unos pesos más y poder mejorar económicamente.Pero su familia descarga fuertemente contra el accionar de sus abogados que no los representaron como corresponde, incluso afirman que las comunicaciones de la causa nunca llegaron a su domicilio y se enteraban sobre las novedades a través de la radio.La hermana de Fabio, Andrea, realizó investigaciones por su parte para desentrañar cuáles fueron las causas que podrían haber originado este hecho y según ella, muchas personas que estuvieron presentes en el boliche bailable donde trabajaba Fabio le dijeron que el conductor del vehículo lo había amenazado.A Fabio le faltaba menos de un mes para cumplir los 38 años y esa noche "él discutió, lo sacó del boliche y le dijo que se fuera. Mucha gente lo sabe, escuchó las amenazas pero todos se callaron".Esta familia llegó desde Islas con un brazo adelante y otro atrás, con muchas ganas de prosperar pero desde que viven en Gualeguaychú han sido atravesados por la tragedia. Primero murió un hermano de Rosa también víctima de un accidente vial y luego ocurrió lo de Fabio."El duelo se lleva de por vida y es peor cuando no ves justicia, esto es un viva la pepa", criticó Andrea, en una mezcla de enojo e indignación por lo que ha ocurrido con su familia, "es triste y doloroso", agregó Rosa, todavía con lágrimas en sus ojos, "todos los días voy a la piecita de él y lo lloro".