
Por Verónica TollerEn febrero pasado, durante un acto en la residencia presidencial de Olivos, se anunciaron obras de reparación histórica para Entre Ríos. Una de ellas era la restauración de la Casa de Fray Mocho, por un total de 900 mil pesos. Ahora, se anuncia la llegada de solamente 200 mil. ¿Por qué?En febrero de este año se informó en un acto realizado en Olivos que la casa de Fray Mocho sería restaurada y refaccionada a nuevo, respetando la estructura original, dado su carácter de Monumento Histórico Nacional. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en ese acto la asignación de 900 mil pesos desde la Nación para esta obra, presupuesto enmarcado en el Plan de Reparación Histórica para la provincia de Entre Ríos. Estaban junto a ella el gobernador Sergio Urribarri y los ministros De Vido y Tomada.Ese Plan respondería a salvar la postergación que las provincias mesopotámicas tuvieron durante los gobiernos militares, se dijo, al catalogarlas éstos como zona de posibles conflictos o enfrentamientos, por lo cual, preferían evitar el riesgo de iniciar nuevos desarrollos en las mismas. Este año, la Nación abrió líneas de fondos para autopistas, hospitales, obras de saneamiento y, entre ellas, el rescate de la Casa del genial creador de Caras y Caretas."Las casas como ésta forman parte de la identidad de un pueblo. Testimonian épocas anteriores que forman parte de las raíces de una comunidad y reafirman su contenido cultural. Son edificios referentes de la memoria colectiva de la gente". Así valoró a la vieja casona hace algunos años el arquitecto Gustavo Pirovani, gualeguaychuense especializado en patrimonio.Porque hay casas que identifican a un pueblo, testimonian épocas anteriores y raíces de una comunidad. Reafirman la mirada cultural de grupos humanos, refieren a la memoria colectiva y son cara visible de la historia lugareña. Para Gualeguaychú, una de esas casas es la de Fray Mocho, rescatada como patrimonio de la ciudad en 2000.El viejo edificio tiene 20 metros de frente y 30 de fondo. Está ubicada en pleno radio céntrico, en el corazón de la ciudad. Data de 1850 y fue construida por el padre de José, don Desiderio Alvarez. Asentada en barro, su estilo es post-colonial. Cuenta con un ala principal sobre la calle, tres habitaciones, una galería, un patio con columnas y macetones, y un sector de servicio paralelo a las habitaciones.Fue Diario El Día el primero en salir al ruedo en el 2000, cuando la casa fue puesta en venta en cien mil pesos como "lote baldío" con "escombros para derribar". El tema se propaló luego a nivel nacional. Epílogo: se logró que la casa fuera declarada Monumento Histórico Provincial por decreto N° 4725 del 13 de octubre de 2000, y un mes después (30 de noviembre de ese año), Monumento Histórico nacional por Ley 25.386, promulgada el 3 de enero de 2001. Ambas declaraciones no implicaban fondos, pero sí la salvación de la casa. Finalmente, fue vendida a un particular primero y expropiada por el gobierno provincial después. En 2005 se transfirió a la Municipalidad local.En junio de 2008, la intendencia presentó el proyecto de restauración, reconstrucción y nuevas obras ante la Secretaría de Planeamiento de la provincia y el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. El plan incluye rescatar las aberturas de madera originales y ponerlas en valor. Se procederá a limpiar el terreno y reconstruir algunas habitaciones que fueron demolidas por dueños anteriores, y que correspondían a lo que fue vivienda de la familia Álvarez.Se anunció entonces, en 2008, que se repararían paredes fisuradas, se arreglaría la fachada, se desarmarían las tejas francesas y el cielorraso de tejuelas, se repondrían tirantes y alfajías, sistema eléctrico, provisión de agua, etc.En cuanto a los pisos, la casa tiene aún las viejas cerámicas coloniales de 20 x 20 que fueron ya pulidas y se reconstruirá el piso de pinotea.La refuncionalización permitiría convertir la casa en museo interactivo, con salas destinadas a biblioteca, hemeroteca, conferencias, fonoteca, exposiciones permanentes e itinerantes, fototeca, habrá talleres y seminarios continuos sobre escritura, historieta, pintura, fotografías; mini conciertos al aire libre, etc.Todo ello, según lo planificado en 2008. Y según el presupuesto teóricamente entregado por la Presidenta en febrero de 2009 de 900 mil pesos para restauración del edificio.Sin embargo, ahora nos encontramos con la noticia de que recién se acaban de confirmar fondos de la Nación para esta obra, y que los mismos alcanzan a 200 mil pesos. Se arreglarían con ellos los techos, aberturas de madera y un sector del patio que fue demolido hace años. Se construirán baños y se arreglarán los pisos.Es más, la noticia da cuenta de que el dinero llega a través del Plan de Reparación Histórica. ¿Pero no es el mismo plan del que se habló el 15 de febrero pasado? ¿Y no se anunciaron 900 mil pesos entonces? ¿Qué pasó entremedio? ¿No estaban los fondos ya entregados? O fue solo un anuncio virtual, o hubo un error de información antes o el error ocurrió en el medio y los fondos fueron a otro destino.El 17 de febrero, en declaraciones radiales, el intendente Juan José Bahillo destacó su alegría por el otorgamiento de estos fondos, y destacó que para la casa de Fray Mocho estaban destinados 900 mil. Bahillo estaba a punto de ingresar a una reunión en el Ministerio de Trabajo cuando dijo tal cosa, y agregó que "en 60 días estaremos en el proceso de licitación".El 5 de junio de este año, en un acto conjunto, el gobernador Sergio Urribarri y Bahillo volvieron a destacar el tema, y remarcaron que como reparación histórica, llegarían a Gualeguaychú 2.450.000 pesos, a invertir en obras que se adjudicarán por licitación pública:- reparación y restauración de la casa de Fray Mocho.- pavimento calle Clavarino.- pavimento calle Martínez Paiva y Hernández.- plaza de los Artesanos.Anuncian ahora, varios meses después, 200 mil pesos. Y las obras no serán licitadas sino realizadas por personal municipal. ¿Por qué hubo tales cambios de planes y de números?En Gualeguaychú existe una escuela con el nombre de José S. Álvarez, una librería, una calle. La provincia de Entre Ríos bautizó como "Fray Mocho" al premio más importante que otorga anualmente en materia literaria.Fray Mocho (1858-1903) es el seudónimo de José Seferino Álvarez, fundador de la revista "Caras y caretas" en 1898 e iniciador de un nuevo estilo de periodismo en la Argentina, con la introducción del realismo cotidiano en la crónica periodística. Inauguró la moda de la publicidad en verso. Escribió para diario La Nación, fue Comisario de Investigaciones y oficial mayor del Departamento de Marina.Como escritor, introdujo el habla urbana en la literatura, así como la gauchesca introduce el habla rural. Fue el primer escritor argentino con sentido de profesionalidad. Inició la conciencia del escritor profesional y no de ocasión. Entre sus obras, se destacan "Un viaje al país de los matreros" (1897), "En el mar austral" (1898), "Vida de ladrones célebres de Buenos Aires y sus maneras de robar", "Memorias de un vigilante" (1897) y "Salero criollo".La apuesta ahora es el rescate total de la casa y su disposición al servicio de toda la comunidad.