Ciclo de cine para prevenir el Alzheimer en el Hospital Bicentenario
La Asociación de Lucha en la Enfermedad de Alzheimer -ALEA- concretó la primera función de su ciclo de cine "La Enfermedad de Alzheimer en el Séptimo Arte" en el hospital Bicentenario. La propuesta está dedicada a concienciar a la comunidad sobre este padecimiento y mejorar la calidad de vida de los enfermos, sus familiares y cuidadores de pacientes que conviven con esta enfermedad y otras demencias.Como hace 5 años, las proyecciones se realizan los terceros viernes de cada mes desde las 19, pero en esta oportunidad la Comisión Directiva de ALEA eligió el salón Auditorio de la Unidad Bicentenario del hospital para que los vecinos disfruten en forma gratuita de las proyecciones e intercambien experiencias sobre el modo de afrontar la enfermedad.El Médico especialista en Psiquiatría y Psicología Médica, Julio César Zarra -MN 75545-, alegó que "las películas vinculadas directa o indirectamente al padecimiento se utilizan a modo recreativo y didáctico para poder aprender en el debate posterior. Esto nos permite enriquecer aún más la tarea de ALEA con el fin de construir los grupos de ayuda a familiares y cuidadores de personas con Alzheimer".Como Presidente de la Asociación, que es una ONG sin fines de lucro, el Dr. Zarra remarcó que "se informa a la población para que estén prevenidos y puedan hacer diagnósticos más tempranos, que suele ser uno de los problemas que tenemos con esta enfermedad".Consultado sobre los síntomas y diagnósticos, Zarra responde que "generalmente, el primero que detecta la causa es el Médico de Familia, el Gerontólogo o el Clínico que reciben la queja porque la memoria no está bien. Luego de esa asistencia primaria que detecta una patología a nivel cognitivo, se deriva el paciente al Neurólogo o a un Psiquiatra que serán los profesionales que se encarguen de los tratamientos específicos del Alzheimer y otras demencias". CONCIENCIAR DESDE EL ARTEEste ciclo denominado "La enfermedad del Alzheimer en el Séptimo Arte" se inició hace un lustro, con una respuesta exitosa de parte de la comunidad, en cada una de sus exposiciones anteriores que se desarrollaban en Casa de la Cultura.Los films apuntan a formar conciencia en la población sobre el Alzheimer, una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse.Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento, aunque suele ser un principio de la demencia, es decir, la pérdida de remembranza y otras habilidades intelectuales. Los padecimientos son tan severos que interfieren en la vida cotidiana del individuo, ya que el Alzheimer representa entre un 60 a 80 por ciento de los casos de la demencia.Hoy en día, se estima que más de 600 mil personas padecen Alzheimer en Argentina, siendo su prevalencia superior en individuos mayores a 60 años. Recordemos que los trastornos cognitivos y las demencias incrementan su presencia como resultado del envejecimiento progresivo de la población.En los próximos 5 años, a escala mundial, el número de personas con la enfermedad puede alcanzar a 42 millones y afecta a todos los grupos sociales sin distinción de sexo, raza, ni lugar geográfico de convivencia.Debido a que un 70 por ciento de aquellas personas que padecen Alzheimer viven en sus hogares, su impacto se extiende a miles de familiares, amigos y cuidadores, porque el paciente empeora al pasar el tiempo y suele tener un desenlace fatal.Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de los enfermos experimentan pérdida de memoria severa que aqueja sus actividades junto a la habilidad de gozar pasatiempos que antes disfrutaba. Otras manifestaciones suelen ser la confusión o desorientarse en sitios conocidos, colocar objetos fuera de lugar y problemas con el habla y/o la escritura.Una creciente evidencia indica que enfermedades vasculares como diabetes, obesidad, presión alta y colesterol elevado también pueden ser factores de riesgo para el Alzheimer y la demencia. CONVIVIR CON EL ALZHEIMEREs necesario que el paciente mantenga su independencia el mayor tiempo posible porque ayuda a su autoestima, dándole un propósito y significado a la vida, aunque se deberá evaluar cada caso, ya que sólo podrá hacerse cuando no represente un riesgo para él u otros.La independencia, a su vez, es sinónimo de la dignidad de la persona, por lo cual, se requiere ser cuidadoso y evitar discutir su condición delante de ella. Cualquier conflicto causará un estrés innecesario y es aconsejable evadir llamarle la atención por alguna falla o fracaso junto a mantener la calma, porque el enojo empeora la situación.Para la vida diaria, se pueden simplificar las acciones y ser directo, es decir, no confundir con opciones para elegir. También se debe estimular la salud física en forma rutinaria y cuando se le hable, siempre hacerlo de frente, mirándolo a los ojos, con voz suave y clara, utilizando pocas palabras, solamente las precisas.Otro punto importante al convivir con un paciente con Alzheimer es establecer ciertas medidas de seguridad porque la pérdida de la coordinación física y la memoria aumentan las posibilidades de lesionarse. El baño y la cocina son los lugares más peligrosos por eso se pueden quitar las alfombras y felpudos, guardar frascos con remedios, alcohol, venenos, lavandina, jabón en polvo y mantener los pasos de circulación libre de objetos.Los vecinos deben saber la condición del enfermo y, el paciente acostumbrarse a usar una identificación y un número de teléfono de algún familiar para los casos en que se extravíe.Una persona con Alzheimer, en algún momento, puede perder la habilidad para cocinar y quedar expuesta a quemaduras, lastimarse u olvidar cerrar llaves de gas. Es recomendable colocar un disyuntor de energía eléctrica y detectores gas.El uso de ayuda-memoria colabora para evitar la confusión. Por ejemplo, dejar a mano fotos grandes y claras de los familiares con sus nombres; colocar etiquetas en las puertas de los sanitarios o la cocina y en los cajones indicando el nombre de los objetos que contienen; usar una pequeña pizarra donde anotar datos útiles o pequeños mensajes. Asimismo, poner en algún lugar visible el nombre y teléfono del médico, obra social, número de asociado, teléfono de los familiares más directos o del vecino más cercano, siempre suele ser útil.Finalmente, para un paciente de cualquier patología lo más relevante es desplegar una comunicación no verbal porque lo afectivo nunca se pierde y se transforma en un apoyo importante para sobrellevar la situación. Un abrazo, beso o una caricia serán más efectivos que las palabras.
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