Cine en Gualeguaychú: un proyecto que todos quieren, pero que nadie se anima a concretar


"Habíamos conformado un grupo a través del facebook con la idea de fundar un Cine Club que no es lo mismo que una sala de cine comercial. El nuestro tenía características más sociales, para cinéfilos, ver películas que están dentro de una federación argentina de clubes", relató Gauna.Luego, explicó que "como en todo grupo existen egoísmos, cuestiones políticas, algunos desvaríos de las personas. En un grupo no todos pensamos igual pero se debe tener tolerancia, y me parece que esta no existió. El grupo se desvirtuó y desintegró.Algunos quedamos con las ganas de volver a arrancarlo pero no tenemos apoyo de nadie, nos reunimos en algún bar, en alguna casa, en algún local".-¿Qué hace falta?Acá el gran ausente es el Estado. En este caso, el municipal porque sería quien debería gestionar para Gualeguaychú una sala acondicionada para ver cine.Así como se subsidia el juego también se puede subsidiar el cine, ¿por qué no? Me parece que es una cuestión de egoísmo, hay ganancias para algunos pocos pero no existe un interés por darle a la sociedad lo que necesita o lo que quiere.Mucha gente que quiere ver una película, agarra el auto y se va a Buenos Aires o Concepción del Uruguay pero muchas otras, el gran porcentaje, que está en los barrios y no tiene posibilidades de moverse.Frente a esto me pregunto ¿por qué no puede haber un cine para todos si hay un fútbol para todos?En tanto, recordó que en Casa de la Cultura se dio cine por una gestión de las autoridades del área. "¿Pero, y la sala?", se preguntó."Eso no es un cine, yo quiero ir a ver una película, un estreno con el sonido que corresponde, con el stéreo, con el cuadrofónico, climatizada, no con un ventilador que me esté interrumpiendo continuamente". Dos proyectos que solucionarían el problemaEl Teatro Gualeguaychú fue inaugurado en 1914 pero con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, sus butacas fueron dando lugar a un público cinéfilo que con su demanda comenzó a transformar la imagen y las instalaciones del monumental edificio de calle Urquiza.Muchas personas pasaron por los famosos "continuados" y los menores por las interminables "matiné" que ofrecía las carteleras del ahora "Cine Gualeguaychú". El lugar fue concecionado a un empresario y la imagen de las instalaciones fueron cambiando y ensuciando con el maní y el girasol, entre otras cosas que se podían adquirir del kiosco.El tiempo transcurrió y las comodidades de adquirir tecnología para ver películas en el propio hogar fueron devastando al cine en Gualeguaychú, dejándolo sin público y convirtiendo a la actividad en algo no redituable.Amalia Peroni, fue una de las encargadas de volver a darle brillo al Teatro y opinó al respecto: "creo que el ciudadano de Gualeguaychú, al igual que en otros lugares de la escala de nuestra ciudad, se ha ido adaptando a cómo se han ido dando las circunstancias".La funcionaria cree que con el cine pasaría lo mismo que ocurrió con el teatro. "Desde la reapertura, el uso que se le está dando al teatro es algo asombroso, la concurrencia de personas es masiva, creo que hoy en día, hay público en Gualeguaychú para un cine".Peroni contó que en estos últimos cuatro años de gestión hubo una vez unos interesados en reflotar el Cine Palma pero todo quedó en la nada. Mientras, la Municipalidad estaba abocada a mejorar el edificio del Teatro Gualeguaychú, que con sus características de Patrimonio Histórico obligaban a eliminar la cinematografía porque "eso era un injerto que tenía".A partir de esa obligatoria eliminación, los arquitectos del proyecto buscaron la alternativa de construir una sala multiuso en el "Foyer" de la planta alta, con un ingreso independiente al Teatro, que se podría utilizar como sala de cine en ocasiones.Para los festejos del Bicentenario se estudió la posibilidad de convertir un viejo galpón ubicado en el sector suroeste del Corsódromo en una sala multimedial, con un aporte que llegaría del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y de los ministerios de Cultura y Trabajo de la Nación, pero por una cuestión burocrática no prosperó.Otro de los proyectos que sí tiene viabilidad es la sala multimedial incluida dentro del nuevo Palacio de Tribunales que se construirá en la vieja terminal de ómnibus. Allí se dispondrá de un auditorio para 300 personas con un ingreso independiente."Habrá una sala alternativa con una capacidad de la mitad de lo que es actualmente el teatro", confirmó Peroni y agregó que esta idea está dentro del proyecto de Tribunales, el cual se ha dilatado en el tiempo porque se han priorizado otras obras como el Colector Cloacal Norte.La funcionaria aclaró que el uso de esta sala fue convenida con los miembros de la Justicia local y por ello fue diseñada con accesos independientes. Cine en la Histórica desde 1914 En Concepción del Uruguay la única sala de proyección audiovisual es el Cine Teatro San Martín, ubicado en Juan Manuel Estrada 820. Con casi cien años de historia, la primera proyección de dio en el año 1914, cuando a la luz de la luna se realizó una multitudinaria proyección.La concreción del actual predio estuvo lista para 1917, cuando el cine abrió sus puertas definitivamente hasta la actualidad, donde el espacio cuenta con lugar para 480 personas, cada semana allí se estrenan desde una hasta tres películas y el último jueves los uruguayenses pudieron apreciar al estreno mundial de manera simultánea de Amanecer, la tercera entrega de la saga de vampiros Crepúsculo.
Perteneciente al Círculo Católico de Obreros, el cine está concesionado a una cadena privada y tiene costos de variación en su acceso, los que están dado por la afiliación a la entidad, que además ofrece servicios de farmacia, deportivos y sociales. De esta forma, las entradas generales cuestan 22 pesos de jueves a domingo y 17,50 para los menores, jubilados y socios del Círculo. De lunes a miércoles el precio de ingreso a la sala es de 17,50, sin distinción alguna.
Además de la proyección de películas, quienes asisten al Cine San Martín pueden comprar los tradicionales pochoclos y otras alternativas en el "Candybar" con cafetería, serán atendidos personalmente durante las funciones por los empleados allí disponibles y acorde a la temporada del año podrán estar cómodos con la sala climatizada de frío y calor.
Otras prestaciones son el servicio de atención telefónica, la atención vía web, el acceso de rampa para discapacitados y lugares especialmente destinados para sillas de ruedas.
Desde el cine Lírico a Cinemanía

El cine en Gualeguaychú comienza a mediados de la década del 20. Gustavo Rivas, estudioso de las historias de la ciudad, relató que "coincide con la remodelación del Teatro Gualeguaychú (1925-1926). Allí se inicia la proyección de películas".Además, coincide con el comienzo del "Cine Lírico: era a cielo abierto y las funciones se hacían en verano y estaba ubicado en las calles actuales 25 de Mayo y Pellegrini. Ahí deben haber entrado aproximadamente 500 o 600 personas porque era todo platea al aire libre pero tenía palcos a los costados".Según relata Rivas, el Cine Lírico funcionó durante 3 años aproximadamente, y para el año 1928 ya había desaparecido."Después había otro cine en calle Urquiza entre actuales Santiago Díaz y Montevideo" donde funcionó entre otras cosas, el Sanatorio Cometra. "Ese duró poquito tiempo y terminó en una forma accidentada según lo relata en una interesante nota Miguel Ángel Chacón. Se llamaba Cine Urquiza"."En el teatro Gualeguaychú, a partir de la remodelación y durante mucho tiempo se siguió proyectando cine. Es más, el teatro Gualeguaychú se inicia por una sociedad anónima hecha por vecinos de Gualeguaychú", recuerda Gustavo Rivas.Además, relató que "los días domingo se daba la función matinée a las 13. Es decir, que enseguida de comer ya nos veníamos al cine, a las 17 empezaba la función familiar y después la función noche a las 21.30 y en algunas ocasiones llegaba la función trasnoche también".Rivas recuerda que "en la matinée éramos todos gurises, donde veíamos películas de cowboys, después Flash Gordon, Batman y Robin, Superman. Todos en la función matinée". Dos cines en la ciudadCuando surge el Cine Palma, "se posiciona como la competencia del Teatro Gualeguaychú", según relata Rivas. "Muchos íbamos al cine Palma a veces, y otras veces íbamos al teatro Gualeguaychú".Respecto a las posibles causas que provocaron la caída del cine en la ciudad, Gustavo Rivas analizó que "existen diversas causas: en primer lugar la aparición de la televisión, que empezó a restarle público al cine. Después aparece la posibilidad del videocasete, el video club Después pasamos al DVD, y se le agrega la posibilidad directamente de bajar películas de Internet".Ante esto, Rivas expresó que se observa una tendencia a abrir "cines pequeños. Además lo que deberían implementar los empresarios, son salas más chicas pero que ofrezcan otras opciones, como salas de comidas para poder competir con la comodidad de la casa".Además, recordó que "el último experimento que hubo en la ciudad, es el de Cinemanía en calle Camila Nievas y Gervasio Méndez, que no funcionó como se esperaba". Otras experienciasLa ciudad tuvo diversas experiencias respecto al cine y la proyección independiente de películas. El Cine Club llamado "La Luciérnaga", funcionaba en el salón de la parroquia Santa Teresita.Luego, "como un desprendimiento de aquel cine club La Luciérnaga, Guillermo Cardozo pasaba películas en la Biblioteca Sarmiento. También tenemos que recordar al cofundador de diario elDía, "Chichito" Lapalma, que también tenía un proyector con el cual hacía funciones de cine y también cine debate en el salón alto de la Cooperativa de Crédito actualmente Cooperativa Eléctrica", relató Rivas.Además, recordó que "en la década del 70 en el teatro Arlequín en calle Andrade, Mario Fischer proyectaba cine".También hay que recordar los cineastas que tuvo Gualeguaychú: "Juan Francisco Seberín; Andree Baranhoff, famoso fotógrafo de Gualeguay y el último proyectorista que yo recuerdo fue Claudio Guerra", expresó Rivas. Un proyecto de 2008: la sala del INCAA
La Dirección de Cultura tuvo como objetivo integrar a Gualeguaychú, al Programa Espacios INCAA, para estimular el acercamiento de la gente al cine y el hábito de concurrir a una sala.En 2008, elDía publicaba: Pese a la ausencia de salas de proyección en la ciudad, se han realizado Festivales Internacionales de Cine, con una excelente respuesta de parte de los realizadores, dicen desde Cultura. Como intermediaria en esta gestión actúa Isabel Lettner, del Consejo Directivo del INCAA, y el Senador nacional Pedro Guillermo Guastavino."Deseamos concretar un sueño: volver a tener cine en nuestra ciudad", apunta.La Dirección local pondría el lugar: la sala grande de la Casa de Cultura en calle 25 de Mayo.
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