DESDE ESTE LUNES
Comienza la transición obligatoria hacia las recetas electrónicas en todo el país
A partir de este lunes 1 de julio comenzará a regir un período de 180 días para implementar la Ley de Receta Electrónica, que implica la adecuación al sistema de plataformas digitales para prescribir medicamentos y órdenes de estudios y prácticas. Un gualeguaychuense desarrolla una de las aplicaciones que permitirá que funcione este sistema, y sus creadores aseguran que la informatización del circuito traerá agilidad y seguridad para los pacientes.
Aunque ya existen muchos eslabones de la cadena de la salud en nuestro país que al día de hoy utilizan plataformas digitales para prescribir fármacos de manera electrónica, este lunes significará un punto de inflexión para todo el sistema a nivel nacional ya que entrará en vigencia el Decreto 345/2024, publicado en el Boletín Oficial el 22 de abril, que establece la nueva reglamentación de la Ley Nacional de Receta Electrónica 27.553, sancionada en julio de 2020.
Si bien esta norma ya había sido reglamentada por el Decreto 98/2023 de febrero del año pasado, su puesta en marcha quedó a medio camino. En tanto, se introdujeron diversas modificaciones –algunas de ellas en el DNU 70/23, que formalizó la implementación de la receta– con lo cual surgió la necesidad de adecuar dicha Reglamentación.
Con los nuevos cambios, el Gobierno estableció la obligatoriedad de la prescripción médica electrónica en todo el territorio nacional, tanto para los medicamentos como para las órdenes de estudios y prácticas. Así, de manera progresiva, pero obligatoria, los profesionales de la salud deberán comenzar la adaptación. De todas formas, la receta en papel tendrá validez hasta diciembre, por lo que podrán utilizarse ambos formatos hasta fin de año.
Esto se debe a que una transformación de estas características plantea varios desafíos: desde la protección de datos de los pacientes hasta la adaptación de los sistemas y de los mismos profesionales. A esto último, se le suma que en un país como Argentina, con una gran extensión territorial y amplios sectores sin acceso a una conexión a internet estable, la emisión de recetas puede verse dificultada. Es por eso que la receta en papel se seguirá usando cuando la nueva modalidad no esté accesible, por ejemplo, en zonas de difícil acceso o sin conectividad, según afirmaron fuentes del Ministerio de Salud de la Nación.
Según se argumentó, la transición al formato digital apunta a facilitar el proceso y contribuir a la seguridad y eficiencia en la atención sanitaria. El Decreto 345/2024 sostiene que “propender a la informatización de las recetas y órdenes médicas optimiza y simplifica los procesos asistenciales, propicia un incremento en la calidad brindada, reduce costos innecesarios al Sistema de Salud, así como también marca un avance hacia la digitalización y modernización de dicho Sistema”. Y agrega que “estos sistemas resultan más seguros para garantizar el resguardo de la información”.
El detrás de la receta digital
Iván Isaack es un joven ingeniero en electrónica de nuestra ciudad cuya empresa, Nexup, trabaja en la digitalización del sistema de salud, desarrollando y ofreciendo a los centros de salud un conjunto de herramientas que ayudan a su gestión, atención a los pacientes e intercambio de información entre todos los actores de la cadena.
“Los médicos usan nuestro sistema en sus centros y uno de los servicios es la receta digital”, señaló Isaack a Ahora ElDía, y explicó cómo evolucionó esta modalidad desde la pandemia, cuando comenzaron a utilizarse fotos de recetas en papel.
“Eso era muy peligroso, porque alguien podía tener una foto de una receta e ir a un montón de farmacias y comprar más de una vez. Entonces se creó una Ley de Receta Digital que no lo permite, y donde para poder generar una receta digital esta tiene que tener trazabilidad. Es decir, si un médico hace una receta, la farmacia tiene que poder recibirla y poder marcarla como dispensada y entonces cuando se marca que ya se entregó, desaparece de todas las otras farmacias y si el paciente va a comprarla nuevamente no se la van a entregar”, resaltó.
La de Isaack es una plataforma, entre muchas otras habilitadas en el mercado, que protagonizará la transición al formato digital. El ingeniero estimó que, al día de hoy, el Ministerio de Salud debe haber registrado unas 100 herramientas para hacer recetas como parte del proceso de integración que se está llevando adelante.
“Empezamos a integrarnos con los sistemas de validación de las obras sociales y, por otro lado, esos sistemas también se empezaron a integrar con las farmacias”, indicó y explicó: “De esa forma, cuando un profesional hace una receta, la misma se valida e internamente se hace todo ese flujo de información hasta que se manda a la nube de la obra social, la cual se fija si los datos del paciente y del medicamento están bien, y una vez chequeado eso devuelve un código –que sale como un código de barras después en la receta– y al mismo tiempo le manda a la farmacia que se generó una receta válida”.
En estos momentos, la empresa de Isaack se encuentra trabajando en integrar a los distintos prestadores (como Swiss Medical, OSDE, Medicus, entre otros) para que cuando un médico prescriba una receta mediante la aplicación, se valide a nivel nacional e indique los descuentos que tendría el paciente al utilizarla en una farmacia en particular. “Hoy en día nosotros tenemos más o menos 2.500 profesionales en la plataforma, y la mayoría de las obras sociales y prepagas ya se integraron junto con unas 14.000 farmacias”, precisó.
Con respecto a los beneficios que traería la digitalidad, ejemplificó: “Se simplifica mucho porque alguien va a una farmacia y sólo con su DNI o su número de afiliado pide lo que le indicaron, y la farmacia que ya tiene esa receta en su sistema pone ‘Dispensar’ y queda registrado que se entregó”.
“De mi lado lo veo muy positivo y para todos hay ventajas: es un sistema más ágil en todos los sentidos. La información viaja muchísimo más rápido a la farmacia. También se puede tener mejor control porque podés tener la información en tiempo real, tanto para la obra social para validar, para la farmacia para recibir la información y para el paciente, que puede entender mejor que es lo que le están dando”, consideró el ingeniero.
“Un tema no menor es que queda todo muchísimo más claro y entendible, la letra del médico muchas veces se puede prestar a confusión, pero de esta forma lo que está escrito es legible, lo que hace mucho más fácil para el farmacéutico saber qué es lo que le está entregando al paciente, qué es lo que indicó el médico. Así, lo que tiene que ver con la seguridad del paciente también crece un montón”.
Por otra parte, Isaack añadió que la nueva ley de recetas digitales apunta a que la información de las recetas pase por el control del Ministerio de Salud de la Nación, con lo cual la cartera sanitaria “puede definir políticas mucho más claras en cuanto a cuáles son las necesidades de los pacientes, qué es lo que más se está prescribiendo, y pueda tener información mucho más rápido en tiempo real y mucho más fidedigna al tenerlo todo digitalizado”.
En consonancia con esto último, también explicó que muchos centros de salud comienzan a percibir como una necesidad –sobre todo después de la pandemia– la digitalización de su información, y a demandar herramientas que les permitan hacerlo.
“Hay un montón de instituciones que todavía tienen todos sus procesos en papel. En general cuando uno va a una clínica y después a otra, toda la información que se junta en un lugar o en otro queda desconectada entre sí. A diferencia de lo que pasa con los bancos o las tarjetas, donde la información tiene trazabilidad. Esperamos que en un futuro también sea obligatorio tener las historias clínicas digitalizadas y conectadas, para que cuando un paciente tenga que ir a un médico a otro pueda compartir su información y de esa forma poder tener un cuidado muchísimo más eficiente”, concluyó.
La receta digital y su diferencia con la foto-receta
La receta electrónica es un documento digital de carácter sanitario, confeccionado y firmado por un profesional de la salud, con firma electrónica o digital, mediante el cual se prescribe al paciente medicamentos o se le indica cualquier otra práctica o prestación.
“Las fotos de recetas realizadas en papel, enviadas por WhatsApp o mail durante la pandemia, si bien utilizan medios virtuales, no son recetas digitales ni electrónicas, dado que no tienen validada la firma ni la matrícula del prescriptor”, sostuvo el Ministerio de Salud de la Nación.
En diciembre de 2022 dejaron de tener validez con el dictado de la Resolución 3622/22, con excepción de algunos casos particulares (enfermedades crónicas) cuya validez se extendió hasta el 28 de febrero de 2023.
“El procedimiento anterior, mediante el cual un paciente podía enviar una foto de la receta en papel, incumplía una serie de leyes, como la Ley de Farmacia y la Ley de Ejercicio profesional”, explicó Sonia Tarragona, jefa de gabinete del ministerio, al mismo tiempo que remarcó que la foto-receta carecía de medidas de seguridad y era fácilmente falsificable.