Cómo era la sociedad nativa en 1810 y su papel en la revolución

- ¿Cuál es la reacción local ante la constitución de la Primera Junta de Gobierno de mayo de 1810?- Es importante remarcar las autoridades que gobiernan el cabildo. Además está el párroco Mateo Fortunato Gordillo, que es un referente importante. Son todos españoles. Conviene no olvidar, tampoco, que la corona española tiene un ceremonial para poder integrar los pueblos tan distantes y diferentes, emplazados a lo largo del vasto imperio. Cuando un rey asciende tiene que ser legitimado no sólo por las cortes y los pueblos de España. Necesita también el reconocimiento de todos los pueblos del Imperio. Para que esto sea posible es vital que la novedad sea comunicada y para esto sirve el ceremonial. Obviamente que estos reconocimientos llegan en tiempos distintos si la geografía es española o americana. Al virreinato del río de la Plata llega más tarde que en Málaga o Granada, por ejemplo. Entonces el virrey, cuando está en posesión de esa comunicación, inmediatamente despacha a todos los pueblos de su jurisdicción, su virreinato, la orden de realizar el acto de acatamiento de fidelidad al nuevo monarca. Se hace toda una celebración. Eso lo hace el cabildo. En el caso de Gualeguaychú, aquí se reconoció en 1808 a Fernando VII, con gran alegría, como en todas las zonas del imperio. Pero resulta que después, a poco de jurarse fidelidad al rey, llega la noticia del derrumbamiento del poder de la corona. Y que se ha formado algo extraordinario en la península Ibérica, que son Juntas de Gobierno, en nombre del rey caído. - Fue cuando Napoleón Bonaparte impone como monarca español a su hermano José...- Exactamente. A ese rey que están instalando en España lo están apoyando los sectores aristocráticos, es decir, la nobleza. Pero los sectores medios rehusaron reconocerlo. Comenzaron entonces los levantamientos populares. Lo que dio lugar a la creación de una Junta Central, que sesionó en Sevilla y posteriormente en Cádiz, que reasumió el gobierno, hasta la vuelta del soberano depuesto. La Junta también exige ser acatada y mediante el ceremonial, similar al del rey, pide que se jure fidelidad a ella en todo el imperio español. Ese acontecimiento novedoso es lo que comienza a dar origen al surgimiento de la opinión pública. La documentación que se posee sobre lo que sucedió en Santo Domingo Soriano (Uruguay) revela cómo impactó esa noticia. Además de la celebración de juramente, hay registros de la discusión que provocó al interior de la sociedad el hecho de que ayer se hubiera jurado fidelidad a Fernando VII, y en menos de 5 meses llega la noticia de que había que jurar por una Junta Central. Y esta discusión también se está dando en nuestra región. A veces uno piensa que estos debates se dan solamente en el círculo de las elites ilustradas, pero tienen lugar también en otros estratos sociales. Los contactos mercantiles hacen que las noticias vayan y vengan. - No sólo hay comercio de cueros y mercancías sino de ideas...- Ni más ni menos. Hay una carta de Manuel Ventura de Haedo -que es el tío de Josef Antonio de Haedo, fundador de la célebre familia local, cuya casona es museo- donde se dice que noticias del Brasil indican que los españoles de la península están golpeando a los franceses. Es decir, estas noticias circulan. Por cierto que las cosas no fueron como indica esa carta. La península cayó totalmente en poder napoleónico. Y ello implica un derrumbe de todas las instituciones españolas. Y todas estas cosas se están discutiendo en este lado del imperio, en tertulias o en encuentros de amigos. Fue en este contexto que llega la noticia de la constitución de la Primera Junta y sobre todo lo sucedido en el Cabildo Abierto del 22 de mayo, que fue revolucionario. Hay un nuevo poder que pide legitimidad. - La nueva Junta, ¿se sirve del sistema de comunicación virreinal?- Así es. Envía un bando a todos los cabildos, quienes tienen que llamar a un cabildo abierto. Esto ocurrió en Gualeguaychú. Como la noticia es extraordinaria, se convoca a una reunión en la plaza para que todos se enteren. Además, hay que jurar fidelidad a la nueva Junta. Pensemos la situación. Hacía poco se había jurado fidelidad al rey, después se juró fidelidad a la Junta Central de Sevilla, y ahora hay que jurar a la Junta surgida en Buenos Aires. Ésta última se lleva a cabo en Gualeguaychú el 22 de junio de 1810 (...) Se envía el acatamiento del cabildo local en un texto muy lindo. Estimamos que el pueblo se congregó en la playa mayor (hoy San Martín). Marchas y contramarchas
- Después de esta adhesión a Buenos Aires, Gualeguaychú se pliega a la causa española. ¿Qué pasó?- Aquí es importante comprender la conducta del cabildo de Concepción del Uruguay. Esa es una villa muy importante porque es el asiento de la comandancia general de los partidos de Entre Ríos. De alguna manera funcionaba como una capital. En ese momento el comandante general era don Joseph Narciso de Urquiza, el padre de Justo José y de Cipriano. Él era ya comandante desde 1801. Es una de las autoridades que también va a reconocer a la Junta de Buenos Aires. Concepción del Uruguay adhiere el 8 de junio, antes de Gualeguaychú. De Gualeguay no sabemos a ciencia cierta cuándo fue, porque no se ha encontrado el acta. El problema es cuando estos notables de la región se enteran de que Montevideo no ha reconocido a la Junta de Buenos Aires. Tampoco la reconocieron la intendencia de Paraguay, cuya capital era Asunción, y la intendencia de Córdoba, además de los pueblos del Alto Perú. Pues bien, la idea que tiene Montevideo es tomar el control de la situación, para ahogar el proceso revolucionario. La estrategia es vincular Montevideo con Córdoba, y de ahí con el Alto Perú y Lima. Porque en Lima no se produjo el movimiento revolucionario. El virrey Abascal estaba muy bien asentado. Como se ve, se trataba de cercar a Buenos Aires. Si eso se lograba, se sofocaría la revolución. Cabe agregar que además de las villas entrerrianas, del otro lado del río Uruguay adhirieron a Buenos Aires localidades como Mercedes, Soriano y Paysandú. La situación se volvió tensa, a partir de la amenaza de la reacción. El desplazado virrey Cisneros manda proclamas contra los insurgentes. Dentro de esta estrategia Montevideo, que tiene un poder militar enorme, en tierra y mar, cumple un rol importante. Desde allí se llama, a través de las gacetas, a resistir a Buenos Aires. Montevideo amenaza con la palabra, después con los contactos y finalmente dice: 'les voy a mandar una expedición armada'. Y ahí se empieza a pasear don Juan Ángel de Michelena con los bergantines por el río Uruguay, y Jacinto de Romarate por el río Paraná. Finalmente llegaron a la villa de Concepción del Uruguay, que es el asiento de la comandancia. En Concepción hay una personalidad que es pieza clave de la revolución. Me refiero a su alcalde, el doctor Miguel Díaz Vélez, quien informa a Buenos Aires de todos estos movimientos militares. Llega un momento en que la amenaza de Montevideo se transforma en una invasión, que resulta incontenible. Concepción del Uruguay es atacada con violencia y ocupada en octubre de 1810. - ¿Qué pasa con Gualeguaychú, entonces?- Michelena entra en la villa de villa de Concepción del Uruguay recibiendo varios apoyos, uno de los cuales es del propio Joseph de Urquiza. Entonces cuando la elite de acá, que tiene un perfil muy conservador, se encuentra con esa situación, pide una ocupación idéntica. Pero Michelena contesta diciendo que no valía la pena y confiaba en la elite de Gualeguaychú. Desde aquí, sin embargo, mandan por tres veces a suplicarle por favor. Y esto porque se temía una rebelión. Entonces mandaron 40 hombres, un contingente importante en ese entonces para una villa. Pensemos que Gualeguaychú era poco poblada, estaba abierta, sin defensas. Desde la villa de San José salen otros 40 hombres para ocupar Gualeguay. Todo esto ocurre porque hay gente en estas localidades que apoya la ocupación. En este marco, se jura fidelidad a la otra institución que se había formado en España, que era el Consejo de Regencia. La revolución, como se ve, peligra seriamente. - ¿Qué alternativas les quedaban a los patriotas?- En la época que cae Concepción del Uruguay, Manuel Belgrano, que lidera el ejército revolucionario salido de Buenos Aires, está pasando por la bajada del Paraná, rumbo al Paraguay, que no había aceptado la Primera Junta. Belgrano, que viene de Santa Fe, necesita aprovisionarse de caballos, armas y hombres en suelo entrerriano. En la bajada de Paraná el recibimiento fue extraordinario. Belgrano estaba al tanto de lo que ocurría acá, de la presión que ejercía Montevideo. Pero su objetivo es Paraguay. A la vuelta de esta campaña, ayudaría a los patriotas de esta zona. La situación de éstos, por tanto, es delicada. Como dije, si el espacio entrerriano caía, Montevideo ahogaría la revolución. Los realistas querían llegar a Nogoyá y pasar a la bajada del Paraná, y de ahí salir a Santa Fe. Lo que tenemos en esta zona son cuatro meses de ocupación por parte de los españoles. Pero en ese período germina la insurrección. El mundo rural es el que se insurrecciona. Apoyan a la Junta de Buenos Aires. Están librados a su propio esfuerzo. No recibirían auxilio de ningún lado y el desembarco de más europeos en el territorio era inminente. Y entonces se comienzan a organizar las partidas al interior del mundo ganadero, que es un mundo trashumante, cuyos miembros suelen estar armados para dominar ese espacio tan agresivo. Tenemos a los medianos productores de ganado y su peonada, donde se advierte una gran conexión de información. La rebelión se está produciendo ya en diciembre de 1810. Y la recuperación de las villas se desarrolla entre febrero y marzo de 1811. Fue una acción rápida y estudiada. Hubo dos bandos y Rocamoraapoyó la revolución de Mayo - ¿Cómo dividió el conflicto a la sociedad nativa? Silvia Razetto de Broggi: La atravesó totalmente. La dividió en dos bandos. La cuestión de nacimiento marca una primera ruptura. El español tenía simpatía por la causa de Montevideo y tenían su corazoncito con la metrópolis. Y del lado patriota tenemos a los criollos. Aunque este tipo de ruptura no es tan lineal. Por ejemplo, los indígenas son peones de familias que habitan en el mundo rural y entonces están formando parte de las fuerzas patriotas o de las fuerzas realistas. La iglesia se divide en dos bandos y los matrimonios también. Los padres y los hijos actúan de una manera distinta. He visto estudios del Uruguay donde se advierte, además, que mientras los maridos adhieren a la causa realista las mujeres se sienten identificadas con la revolución. Hubo mujeres que se sintieron con la libertad suficiente como para salirse del matrimonio, llevarse los hijos y buscarse otro marido. - A todo esto, ¿qué es de la vida de Tomás de Rocamora? ¿Dónde está al momento de producirse la revolución y qué actitud asume frente a ella?- Rocamora reside en Yapeyú como gobernador de las Misiones. Cuando se produce la revolución su adhesión a la Junta de Buenos Aires es instantánea. Al momento de fundar las villas entrerrianas tenía 40 años y ahora está cerca de los 70. Él informa a la Junta de los movimientos que se están dando en la frontera con Brasil. Rocamora pudo ascender al grado de coronel nada más. Tiene que irse del sur entrerriano a raíz de un problema. Cuando se produce la vacancia en la intendencia de Córdoba, se presenta en la terna para gobernador. Pero la elección recae en Gutiérrez de la Concha, que no reconoció a la Junta de Buenos Aires. Rocamora también aspiró a la intendencia de Paraguay, y tampoco tuvo suerte. El cargo le fue concedido a Ramírez de Velasco, que tampoco adhiere a la revolución. Finalmente, le concedieron la gobernación de las Misiones. Producida la revolución, los portugueses, en esa frontera, se movieron enseguida. Ahí interviene Rocamora, advirtiendo sobre estos movimientos. Y cuando Manuel Belgrano pasa en marcha hacia el Paraguay, ahí está Rocamora. Hay cartas de Belgrano sobre él, donde habla de que hay que tenerle consideración por su edad. El fundador de Gualeguaychú muere en 1819 en Buenos Aires. - ¿Se puede establecer alguna conexión entre la actitud de Gualeguaychú de entonces y la actual? ¿Qué rasgos de la sociedad local perduran en el tiempo?- El pasado es una categoría del presente. En el sentido de que uno le está haciendo preguntas todo el tiempo. Y entonces descubre conexiones nuevas, elementos que relaciona con el hoy. En el caso de Gualeguaychú, lo que veo es la constante de un pueblo que sufre la orfandad de los poderes constituidos, que queda librado a su propia suerte, y actúa en consecuencia. Y esto es algo presente en la actualidad (...) En 1810 ya se advierte que tenemos una gran relación con la otra banda del río Uruguay. La insurrección del campo entrerriano fue anterior en días a la rebelión rural en la Banda Oriental. El "Grito de Asencio" del 28 de febrero de 1811 no se produce en un lugar lejano de acá. Ocurre acá enfrente, en Mercedes. Los paisanos se rebelan porque ha venido un virrey a Montevideo a implementar sus designios. Los historiadores entrerrianos sostienen que el movimiento del campo entrerriano es el que ayudó a la rebelión del campo oriental. Más allá de que hay historiadores uruguayos que dicen que no, que son cosas distintas.
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