Como Hansel y Gretel: siguió el rastro hasta el delincuente
Un hombre tenía su camioneta estacionada en Brasil y Colombo, con fardos de pastura, pero cuando salió de su casa a la siesta ya no estaban. Siguió los rastros hasta la casa de un conocido delincuente, pero cuando llegó la Policía, ya se había descartado de lo robado.El damnificado sabe que en ese barrio no puede descuidarse, pero nunca pensó que podían robarle cuatro fardos que tenía en la caja de su camioneta. Cuando salió de su casa a las 14.30 constató lo inverosímil: se los habían llevado.Siguió el rastro de pastura que había dejado el delincuente en el trayecto de dos cuadras y llegó hasta un domicilio donde vive un joven que ha sido protagonista de diferentes hechos policiales, que gracias a ser menor de edad todavía permanece en la zona.El hombre no quiso entrar en conflicto y se comunicó con la Policía, pero antes de la llegada de la fuerza, el joven arrojó a la calle tres de los cuatro fardos. El damnificado recuperó la pastura gracias al rápido accionar de la Policía, pero nada se pudo hacer con el menor "que sigue en las suyas".
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