CENTRO MÉDICO SAN LUCAS
¿Cómo influye el sol en nuestra salud?
Si bien la sociedad está familiarizada con los efectos nocivos que producen las radiaciones ultravioletas (UV) A y B, todavía no existe conciencia en nuestro país sobre otros tipos de radiaciones que son también peligrosas para nuestra salud cutánea, fundamentalmente las radiaciones solares de la franja VIS y la radiación infrarroja A (IR-A).
Por Dra. Maricel Pérez*
El sol genera energía como resultado del proceso de fusión nuclear que se produce en su interior. Esta energía es transferida por ondas electromagnéticas, que se propagan en todas las direcciones, y que es lo que denominamos radiación solar.
La radiación solar se compone de radiación visible e invisible. La fracción invisible de la luz, representada por los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) es la causante de la mayoría de los problemas de piel.
La radiación ultravioleta constituye el 7% de la radiación solar. Dentro de esta radiación, las que llegan hasta nuestra piel son la radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB); ambas pueden ser perjudiciales. La diferencia entre ellas radica en la capacidad de penetración que tienen en la piel. Mientras que los rayos UVB inciden en las primeras capas de la dermis, originando quemaduras, la radiación UVA afecta a las capas más profundas y puede provocar fotoenvejecimiento prematuro de la piel y alteraciones en el ADN.
Es importante saber que ambas radiaciones producen CANCER DE PIEL.
Los rayos ultravioleta son más intensos y peligrosos en verano, en zonas próximas al ecuador, y en grandes altitudes. También pueden tener una intensidad significativa en los días nublados.
La radiación infrarroja A (IR-A), se trata de un calor seco que, puesto que no aumenta la temperatura superficial de la piel, no sentimos y, por tanto, no somos conscientes del daño que nos produce. Sin embargo, es la radiación que más profundamente penetra en la piel, hasta 10mm, aumentando su temperatura hasta los 42ºC. Como consecuencia, a largo plazo y sumada a la radiación ultravioleta, puede resultar muy perjudicial, produciendo alteraciones de la respuesta inmune en nuestra piel, originando “alergia al sol”; envejecimiento prematuro de la piel; o un aumento de los daños en el ADN de nuestras células, que son el origen del cáncer de piel.
La radiación visible (VIS); supone el 40% del daño en la piel. Estas radiaciones son capaces de alcanzar las células que se encuentran en la dermis y producir manchas y fotoenvejecimiento, así como debilitar la barrera protectora de la piel. Potencian el daño de los UV.
Es sumamente importante protegerse de las radiaciones solares para evitar lesiones en nuestra piel. Ante el mínimo indicio de mancha o lunar extraño en la piel, es aconsejable acudir al dermatólogo para que lo analice.
*Dermatóloga, especialista en cicatrización de heridas.
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