
Denunciados por utilizar métodos cuasimafiosos, están listos para comprar bienes logrando desplazar a los interesados. De esa manera consiguen adquirir lo que buscan a muy bajo precio.Por Guillermo Navarro El remate judicial que se realizó el pasado 7 de abril, del 50% indiviso del inmueble que durante décadas ocupó el "Hotel Paris" de nuestra ciudad, tuvo momentos de tensión.Tal como lo informó El Día en su edición del viernes 8, el acto de subasta debió ser interrumpido un par de veces debido a los momentos de tensión vividos en la sala a partir de la presencia de un grupo de personas pertenecientes a lo que se denomina "La Liga", una organización compuesta por inversores y profesionales que interfieren en los remates judiciales para lograr quedarse con lo subastado a muy bajo precio.El martillero local, Miguel Liambra, tuvo a su cargo el remate judicial del Hotel Paris y contó a Radio Cero y diario El Día qué ocurrió ese día. - ¿Hubo un grupo de personas que buscaron interrumpir el remate judicial el pasado 7 de abril, del 50% indiviso del inmueble ubicado en Pellegrini y Bolívar conocido como el ex Hotel París?- En este tipo de actos, de la magnitud que tiene esto, se esperan problemas con la gente que viene a buscar su negocio. Un grupo que se le llama "gente de la liga" de remate, que no son rematadores. Son dos cosas distintas, "la liga de remate" son 5 o 6 personas capitalistas que traen sus fuerzas de choque para generar disturbios en cualquier acto (...) hacen todo tipo de disturbios. Ya ocurrió según tengo entendido en la primera fase de este remate o sea, cuando se hizo el primer 50% en Concepción del Uruguay, cuando se compró la mitad de la Supervisión. Hubo problemas y fue en el Juzgado Federal. - ¿Qué ocurrió dentro de la sala con este grupo de personas que dice pertenecen a "la liga" de remates?- Llegué a las 8 de la mañana y ellos ya estaban alrededor de la plaza (San Martín, frente a Tribunales). Cuando observé los movimientos, la presencia que tenía cada uno. Cuando se comienza a llenar la planilla de entrada al recinto, ellos aparecen. En la planilla queda el apellido, nombre, número de DNI, domicilio de acuerdo a su DNI, jurisdicción, ocupación o actividad y Carta Poder. Cuando repaso la planilla, observo que no tenían domicilio en la jurisdicción. Y les advierto que en una parte del edicto dice: "prohibida la venta en comisión". Significa que compran para sí y no hay traslación. Ellos responden: "No hay problema" ¿A dónde hay una Escribana? Hacemos inmediatamente el poder". - Sin escrúpulos, sin ponerse colorados...- Sin ningún problema, patoteros totales. La única persona que se veía era quien mandaba, venía de saco y corbata. El resto, eran nada más que patoteros. Entonces ocurre esto con un señor de apellido Navarro, que se supuestamente se descompone tras la oferta realizada, y que es a quien se le hace la denuncia penal. Él hace la oferta de 1.150.000 pesos... - ¿La consideró buena a la oferta?- No. Pero pido la autorización al Secretario del Juzgado si puedo rematar y me dice que sí porque se había dilatado demasiado y que era buen precio. Veo que ese señor que hizo la oferta empezó a transpirar. Insisto con que podían mejorar la oferta, que son 2900 metros cubiertos, que no están pagando ni siquiera el 10 % de lo que vale, etc. Y observo que la actitud de este señor Navarro cambia porque se veía que ya venía enfermo, arrastrando el pie, con poca movilidad en la mano porque pidió que le sacaran el documento de la billetera. Es decir, listo para hacer su teatro muy bien hecho. - ¿Esa persona es la que se descompone, desmaya y pierde el conocimiento luego de la oferta?- Se descompone. Toma agua del vaso que yo le alcanzo, vuelve a echarse agua en la ropa, como que no puede tomar, y se desploma en el piso. Entonces, junto a sus compañeros, un agente de policía los acompaña hacia la puerta y allí lo pasó a buscar un auto Corsa blanco que lo levanta y lo lleva. (...) Ante la situación, el Secretario del Juzgado retiró el documento de esa persona porque de acuerdo a lo que se había leído al inicio del acto cabía una denuncia penal sino cumple con los recaudos que exige a derecho que es la seña, los honorarios y la acreditación correspondiente. SE espera un tiempo prudencial para verificar si esa persona podía recuperarse, como todo ser humano, pensando siempre bien las cosas. El Secretario del Juzgado fue a la vereda dos veces para ver si esta persona volvía, y a la tercera vez que lo hace, los compañeros del hombre empezaron a gritar "¡hay que empezarlo de nuevo!" "¡hay que iniciar de nuevo la subasta!" "¡acepto la base...acepto la base!". Aceptar la base significaba que el otro no iba a venir y que ellos estaban buscando o bajar el precio del remate o seguir amedrentando a la poca gente a que ya a esa altura del acto había en la sala. - ¿Cómo continuó la subasta?- Como dice el reglamento, se reinicia con la base. Y ellos nuevamente comienzan a amedrentar porque querían poner palos en la rueda. - Pero también se registraron incidentes con empujones, heridos, insultos...- Anterior a todo esto. En la segunda oferta hice sacar del recinto a uno de estas personas que estaba vociferando contra un postor de la Supervisión que ya es el dueño del otro 50% del inmueble. Estaban agrediendo a viva voz y para ese entonces quedaba menos gente en el remate. Hasta que por allá un señor pasa por delante de otro, le pega un codazo que se ve. Este señor al verse golpeado reacciona, mueve las manos y empieza la agresión. Se suma uno que grita "le pegaste a mi hermano" y un montón de cosas más. Le pegan una trompada muy fuerte a él y también a otro postor que estaba (...) La gente se empieza a desparramar y logramos calmar las aguas pero ya había cambiado todo el panorama del recinto. Está todo grabado y eso lo tiene a disposición la Justicia. - ¿Cómo terminó el remate?- Finalmente se hace la subasta y se terminó aceptando una oferta de una señora por 2.200.000 pesos. Entonces, los señores vieron que la persona que debía haber comprado no compraba, que no eran lo que ellos querían. Para que se retiraran se les comenzó a devolver los documentos y empezaron a decir "pero usted no esperó". Mientras se estaba labrando acta final de las costas, aparece una persona gritando: "buscan al martillero allá abajo". Yo bajo, y era ese señor Navarro que se había descompuesto e ido, que traía una bolsita de plástico y andaba buscando que le hicieran el acta a él porque él había comprado. El mismo que había estado descompuesto y que caminaba con dificultad. RECUADRO¿Qué es La Liga?La Liga es un grupo de un centenar de inversores que siempre están listos para comprar bienes en remate operando con tal organización que logran desplazar a los interesados que no pertenecen a su grupo, quedándose así con lo rematado a muy bajo precio y revendiéndolo luego al valor de mercado.Esta agrupación, que no tiene sello de goma ni inscripción societaria, sino que actúa desde la informalidad con métodos algunas veces denunciados como cuasimafiosos, son el azote no sólo de los interesados sino de los propios martilleros.Según el sitio iProfesional.com, desde la propia Corporación de Rematadores y Corredores no dudan en tildar de intimidatorio al accionar de un grupo integrado por más de 300 personas, todas vinculadas con estudios inmobiliarios que, por lo general, recurren a la presión y a las amenazas con el fin de eliminar la competencia en los remates.
A través de estos métodos, los integrantes de "La Liga" que en más de una oportunidad toman parte de subastas acompañados por guardaespaldas, logran bajar la cantidad de ofertas por un determinado inmueble y, de esa forma, cierran compras a precios muy ventajosos.El vicepresidente de la Corporación de Rematadores y Corredores Inmobiliarios, Eduardo Saravia, enfatizó al sitio iProfesional.com que las características que ostenta la organización, "sumado a que los controles que hay para limitarlas casi no se ejercen, hace que se puedan desenvolver cada vez con mayor libertad"."La fuerza de 'La Liga' está en que no se hace cumplir la prohibición de la compra en comisión. Actúan supuestamente con poderes que les ceden otras personas para operar en los remates. Pero, en lo concreto, ellos carecen de esos avales. Así, espantan a los particulares y ellos se aseguran la compra a precios siempre ventajosos", detalló."La Liga" tiene su propio sitio web que es www.liga.com.ar