LA LUCHA CONTRA LA DESMOTIVACIÓN
Con modelos a escala y en formato exhibición: así serán las Carrozas Estudiantiles 2021
A diferencia del año pasado, cuando se realizaron maquetas, este año los trabajos serán tres veces más grandes. Por una cuestión de costos y protocolos, esta edición no será un desfile sino una muestra en el Corsódromo. "Nuestra primera misión es enganchar a los gurises", reconocieron desde la Comisión organizadora.
Por Amílcar Nani y Daniel Serorena La última vez que las carrozas estudiantiles salieron a la pista del Corsódromo fue el domingo 14 de octubre de 2019. Ese día inestable y helado mostró una gran variedad de trabajos de primerísimo nivel, dejando la vara muy alta en lo que se refiere a estándares de calidad. Y no era para menos, esa noche se conmemoraba la 60º edición del “Desfile de Carrozas Estudiantiles·, una auténtica institución y tradición de Gualeguaychú. Lo cierto es que ese día de octubre a ninguno se le pasaba por la cabeza que cinco meses más tarde el mundo iba a cambiar: el 20 de marzo de 2020 marcó un antes y un después cuando se implementó la cuarentena obligatoria por culpa de la pandemia del covid-19, y durante varios meses nos tuvimos que quedar adentro. Esto atentó en sobremanera con la tradición de las carrozas estudiantiles: para empezar, para construirlas hay que juntarse, algo imposible; pero además, también se necesita dinero, y eso también entró a complicarse. Ante la imposibilidad de realizar de manera tradicional el desfile durante 2020, la Comisión de Carrozas puso a consideración de los estudiantes de la ciudad la posibilidad de realizar maquetas carroceras, una versión en escala de una carroza convencional. De esta propuesta participaron dos cursos, y el ganador fue el proyecto "Da Vinci", hecho por alumnos de Electromecánica de la Escuela Técnica. Pero lo cierto es que esta actividad dejó un gusto a poco. ¿Entonces, qué le deparará al “Desfile de Carrozas Estudiantiles” este año? Lo cierto es que los organizadores ya trabajan en una propuesta con la esperanza de que sea más atractiva para la estudiantina local. “En principio, la idea es hacer carrozas, pero en menor escala. Las medidas de las carrozas tradicionales son de 12 metros x 4 metros, y las de este año tendrán un tamaño de 6 metros por 3 metros”, informó a ElDía Soraya Sturtz, presidente de la comisión organizadora. “Lo que pasó el año pasado, quizás, es que nosotros nos equivocamos al nombrar a la edición 61º como una muestra de maquetas. Esto capaz que desmotivo a los chicos a participar por malinterpretar la propuesta. Y la realidad es que son carrozas en menor escala, y lo que justifica que este año sea esta la modalidad es por el tema de los costos”, aclaró. Aclaremos algunos puntos: este año, los trabajos no serán como los tradicionales (magnánimos y grandilocuentes), pero tampoco serán como las infames maquetas del año pasado, cuyo tamaño fue de poco más de 2 metros x 1 metro. No, este año hasta se triplicó el tamaño de las carrozas que se podrán presentar, lo cual vuelve a hacer un poco más interesante la propuesta. Como bien explicó la titular de la Comisión de Carrozas Estudiantiles, la motivación de esta modalidad no es solamente por una cuestión de protocolos sanitarios sino también por un tema económico: la mayoría de los cursos consigue el dinero para financiar la construcción de las carrozas gracias al trabajo que realizan durante la fiesta del 25 de Mayo, una celebración que hace ya dos años que no se realiza. Por lo tanto, ninguno de los chicos tiene un peso para encarar un trabajo como en 2019. “Hay que tener en cuenta que una carroza tradicional hoy en día puede llegar a costar 100 mil pesos debido a los costos de los materiales. Sabemos que pueden variar y se pueden hacer carrozas más económicas, e también más caras, pero el promedio es de 100 mil pesos. Entonces, para evitar esto, y más allá de los protocolos y las cuestiones sanitarias, optamos por hacer estos modelos a escala que son más económicos”, explicó Sturtz. Otro cambio que habrá para abaratar los costos es que este año las carrozas no circularán por la pasarela como tradicionalmente hacen sino que se expondrán en exposición a lo largo de la pista para que las personas que concurran al Corsódromo recorran el lugar y aprecien los trabajos. Otro cambio: no necesitarán tener una estructura eléctrica debido a que la exposición estará habilitada durante la mañana y la tarde. “La idea es trabajar con la misma modalidad con la que trabajan los stands del 25 de Mayo, que los chicos vaya el día antes a armar y al otro se realice la exposición. Lo que estamos manejando es que se arme en la pasarela el sábado y el domingo para que vayan las personas”, sostuvo.
Por lo tanto, sin tracción y sin gasto de electricidad, el costo de este modelo a escala de 6 metros x 3 metros puede llegar a costar una cuarta o quinta parte que lo que costaría una carroza tradicional. “Esperemos poder conseguir algún subsidio del Municipio o Provincia, porque se nos está complicando hacer todo. En 2018 contamos con ayuda de la Secretaría de Cultura de la Provincia, pero fue la última vez. Y en 2019 y 2020 nos acompañó la Municipalidad. Sabemos que estamos viviendo épocas difíciles, pero necesitamos que nos den una mano y apoyen a los chicos para que las carrozas no se pierdan”, afirmó la titular de Carrozas Estudiantiles, quien además informó que es desfile será en noviembre, aunque no se sabe si antes o después de las elecciones generales del 14 de noviembre. Esa maldita desmotivación Lo cierto es que Soraya Sturtz no ve tantos obstáculos ni en la pandemia ni en lo económico, sino que lo que más le preocupa a ella y a toda la comisión es la falta de incentivos que encuentra entre los estudiantes de la ciudad. “Lo que más nos está costando es que los chicos se enganchen. Nos está costando un montón que participen, pero esto tiene que ver también con un problema con los adultos: la comisión, históricamente, ha estado vinculado a docentes y estudiantes. Y a veces, los profesores les cuesta motivarlos. Creo que ahí está la cuestión: nosotros, los adultos, tenemos que incentivarlos a que participen”, reconoció y agregó: “Los pocos cursos con los que nos hemos reunido, nos dicen que algo quieren hacer, no importa qué. Este año hay mayor entusiasmo en comparación al año pasado. Por eso, en este sentido, tenemos que enganchar a la mayor cantidad de cursos posibles”. Y hay un tema clave también que atenta contra la motivación adolescente: cualquiera que haya hecho carrozas recordará quizás con más cariños las épocas de trabajo en los Galpones del Puerto que al desfile en sí. Pero lamentablemente, la estadía en ese mítico lugar de la costanera aún no está garantizada. “En realidad, lo que nos limita o nos frena es el tema de los protocolos. Ahora estamos hablando con la Municipalidad, pero siempre teniendo en cuenta de hacer lo que es más cuidadoso para los chicos, porque desde la Comisión no tenemos gente para que controle y se garantice que se cumplan los protocolos en los Galpones del Puerto. No tenemos elementos para controlar la temperatura y que personal para cuidar los distanciamientos. Con los que vamos a tener que contar son con los la gente del Área de Seguridad e Higiene del Municipio. Y estas son las cuestiones que se están trabajando. A lo mejor, quizás podamos contar con los galpones del puerto en una fecha más cercana al Desfile de Carrozas y no desde ahora, como se hacía con el desfile tradicional. Esperemos poder estar en esas instalaciones durante las dos semanas previas a la exposición. Pero hasta ahora nada es seguro, son cuestiones que nosotros estamos barajando”, adelantó. Aun así, y dentro de un panorama que no llega a ser desolador pero bastante duro, Soraya Sturtz piensa que ni la pandemia ni los avatares económicos podrán hacer que la tradición de las Carrozas Estudiantiles caiga en el olvido. “No creo que toda esta pandemia atente contra la tradición de hacer carrozas. Creo que a último momento los chicos se van a enganchar. Y aun así, si este año tenemos que hacer la exhibición con dos cursos como nos tocó hacer el año pasado, la vamos a hacer igual. La idea es recuperar el entusiasmo, el cual no creemos que esté del todo perdido. Si este año son 3, 4 o 30 cursos, lo recaudado, poco o mucho, se repartirá entre todos. La idea es que los chicos que están incentivados no se pierdan la posibilidad por los que no se quieren enganchar. Así que carrozas, si o si, se va a hacer”, sentenció. Incertidumbre y poca expectativa en los estudiantes Los estudiantes secundarios, especialmente aquellos que transitan por los últimos años, han sido claramente víctimas de los cambios que ha traído de la mano la pandemia. Fundamentalmente en lo relacionado con lo social, con el hacer cosas juntos, con compartir momentos y fortalecer sus vínculos. Una de las actividades que ayuda a todo eso son precisamente las carrozas estudiantiles. La ausencia del desfile el año pasado marcó un quiebre en las generaciones que atraviesan el último año del secundario, sin la chance de haber podido vivir momentos compartidos y de ser partícipes de actividades directamente relacionadas con su etapa de estudiante secundario, son pocas las expectativas que guardan de aquí a la finalización del ciclo lectivo en diciembre. “No sabemos mucho qué pasará con carrozas, pero la verdad es que se nos han ido las ganas”, expresó a ElDia, Laura, alumna de último año de ENOVA. “El año pasado no pudimos hacer carroza, no nos convenció demasiado la idea de las maquetas porque básicamente el argumento que teníamos con la carroza era compartir galpón, con nuestro grupo y con otros colegios. Este año no sabemos muy bien qué es lo que va a pasar, es cierto que algunas cosas cambiaron, pero en tanto no conozcamos lo que la Comisión quiere y saber de qué manera podríamos hacerlo, seguimos en la misma”, añadió. En el mismo rumbo se expresó Lucas, de 6to del Instituto Guadalupe. “Para nosotros fueron dos años muy difíciles, soñamos siempre con hacer carroza, como experiencia grupal, más allá del hecho de la carroza en sí. No pudimos hacerlo el año pasado y este año no tenemos mucha información, quizá pueda ser una buena excusa para compartir alguna experiencia juntos con el grupo. La vuelta a la presencialidad en parte nos ha vuelto a juntar, pero con la mitad del grupo, no con todos”. Los chicos no le cierran la puerta a la posibilidad de participar, simplemente quieren tener conocimiento de cómo serán las normativas, entendiendo que los momentos compartidos, las experiencias en grupo son las que seguramente podrían marcar un cambio en tiempos de pandemia. Será tiempo de que las autoridades de Carrozas junto a los colegios puedan bridarles certezas y que la estudiantina de Gualeguaychú pueda, al menos por un rato, encontrar la forma de compartir momentos y cambiar aunque sea un poco esta realidad que los ha convertido en víctimas impensadas de la pandemia.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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