RUMBO AL MUNDIAL DE 2026
Con un tiro libre de lujo de Messi, Argentina le ganó 1 a 0 a Ecuador
El equipo de Scaloni fue muy superior a su par ecuatoriano, aunque el resultado final haya sido por la mínima. El 10 argentino volvió a demostrar que está un escalón por encima a todos, y regaló magia a lo largo de los 88 minutos que estuvo en cancha. Ahora espera para viajar a La Paz, donde enfrentará a Bolivia el martes que viene.
En un estadio Monumental repleto, Lionel Messi volvió a calzarse la celeste y blanca para enfrentar a Ecuador en el camino al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá que se disputará en 2026. La Selección argentina, ovacionada por su público al entrar a la cancha con el parche de campeón mundial en la camiseta, comenzó así un nuevo desafío.
A las 21.04, el árbitro internacional de fútbol colombiano Wilmar Roldán hizo sonar su silbato y arrancaron a jugar en el Monumental Argentina versus Ecuador por la primera fecha de las Eliminatorias.
Los dirigidos por Lionel Scaloni tomaron la iniciativa en el tramo inicial del partido y fueron los encargados de generar los mayores peligros en el área rival. A los 11 minutos fue el primer tiro libre de Messi, que lo ejecutó en forma de centro al área y que no llegó a conectar Lautaro Martínez. En este caso, controló sin problemas el arquero de Ecuador, Hernán Galíndez.
Cuatro minutos más tarde, la victoria estuvo de nuevo en los pies del capitán argentino: El 10 recibió un pase de Alexis Mac Allister y sacó un zurdazo que pasó muy cerca del palo de Galíndez. Argentina buscaba así el primer gol de la noche.
Recién a los 25 minutos fue el primer remate al arco de Ecuador; Enner Valencia probó al Emiliano “El Dibu” Martínez, quien contuvo sin problemas.
A esta altura, el tridente del centro –Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández– manejaban el mediocampo sin problemas y conectaban con los tres que el DT puso en el ataque: Nicolás González, Lautaro Martínez y Lionel Messi. Mientras tanto, los escapes de Ecuador al área argentina eran contenidos por los dos centrales Nicolás Otamendi y Cristian “Cuti” Romero, quienes encontraban una contención y salida en Nahuel Molina por derecha y Nicolás Tagliafico por izquierda.
Sin embargo, llegado el minuto 35, Argentina se desinfló un poco y no pudo elaborar juego colectivo y generar peligro en el área de Ecuador. La visita comenzó a esperar agazapada en el fondo algún contraataque para incomodar al campeón del mundo.
Mientras se levantaba el público argentino y el aliento bajaba de la tribuna, el partido se tornó muy táctico y ambos equipos estaban a la expectativa del error ajeno. Los destellos de magia generado por Lionel Messi, casi todos pases en profundidad, llegaban a destiempo o fueron interceptados por los defensores ecuatorianos.
La última jugada del primer tiempo podría haber enviado a la Selección argentina en ventaja ya que fue la más clara del partido hasta ese momento: cuando se estaba jugando el descuento, un centro de Rodrigo De Paul fue interceptado por Lautaro Martínez, pero la pelota se estrelló en el palo derecho del arco ante la mirada del arquero Galíndez.
Para el segundo tiempo, los mismos 22 protagonistas que terminaron la primera parte ingresaron de nuevo al campo de juego para disputar la etapa complementaria, y en los primeros minutos Argentina volvió a mostrarse con la iniciativa, mostrando a un Messi audaz e impecable.
Los primeros cinco minutos finalizaron con una sucesión de pases cortos en el campo ecuatoriano que terminó con un remate de Enzo Fernández que se fue elevado por encima del travesaño. Fue entonces que Scaloni mandó a los suplentes a calentar.
Y a los 10 minutos del segundo tiempo hubo otra de esas pelotas que no terminaron en gol argentino por milagro: tiro libre de Messi en el vértice del área que llegó llovida a metros del arquero y que tras varios intentos ningún argentino pudo hacer que pasara la línea del arco.
Argentina bombardeó intensamente a Ecuador: en una jugada increíble, el Cuti Romero pasó al ataque y tiró un centro desde la derecha que Lautaro Martínez no pudo conectar, pero sí despejar para que le quede a Messi, que no insistió en buscar esa pelota porque vio a Tagliafico en carrera, que conecto un pelotazo que se fue rozando el travesaño. Y un minuto después otra jugada colectiva le dio una oportunidad a Enzo Fernández, que probó y pegó de lleno en un defensor contrario. Era mejor momento de Argentina en el partido.
Fue entonces cuando Scaloni comenzó a buscar variables y realizó el primer cambio en la Selección: a los 16 minutos del complemento ingresó híper ovacionado Ángel “Fideo” Di María y se retiró Nico González.
A los 22 minutos del segundo tiempo, otro destello de Messi: corrió paralelo al área, se sacó de encima a tres defensores, pero el disparo le salió débil para que contenga Galíndez arrojándose hacia su derecha.
A la media hora del complemento, el árbitro sanciona un tiro libre a 20 metros frente al arco ideal para Messi, pero antes se produjo los cambios de Lautaro Martínez, que salió por Julián Álvarez; y el de Alexis Mac Allister.
Y entonces sí, llegó el momento que todos esperaban: el 10 argentino ejecutó el tiro libre y terminó como todos sabían que iba a terminar: en un golazo y con la tribuna viniéndose abajo. Argentina, de esta manera, ya estaba 1 a 0 arriba.
Fue entonces que los últimos 15 minutos continuaron siendo un festival argentino: tuvo su chance Julián Álvarez, tuvo también una muy clara Ángel Di María y Messi siempre estuvo en el medio de la acción.
Faltando dos minutos para el final del partido, fue precisamente Lionel Messi quien se retiró de la cancha explotando los aplausos en las tribunas. Entró en su lugar Exequiel Palacios y quedó como capitán Di María.
Aun así quedó tiempo para un lujo más: tocándolos todos de izquierda a derecha, le quedó a De Paul una chance de alargar el marcador, pero el arquero de Ecuador se quedó con su disparo.
Argentina empezó de diez su camino al Mundial 2026, y la estrella del equipo, Lionel Messi, volvió a dejar feliz a toda una nación. Fue 1 a 0 en el Monumental, pero el resultado es engañoso porque podría haber sido tranquilamente una goleada.