En los últimos 15 años Gualeguaychú empezó a mostrar un perfil distinto al de casas bajas que lo caracterizó desde siempre. La construcción de edificios de altura cambió la fisonomía de la ciudad. La ordenanza que regula el sector es de 1991; "hay que avanzar en una zonificación de los edificios", expresó Pablo Bugnone, subsecretario de Planeamiento Urbano. "Es necesario regular el perfil de la ciudad, capaz de proporcionar adecuada escala y satisfactorias condiciones de asoleamiento y ventilación al hábitat urbano, teniendo en cuenta el promedio anual de inclinación solar para ésta latitud en relación a ancho de calles tipificadas, siendo ésta normativa de carácter general, hasta tanto se establezcan condiciones especiales para cada zona de la ciudad", expresa la Ordenanza N° 9650, de 1991. La misma tiene por finalidad el ordenamiento y regulación de las construcciones en altura y establece en 15 metros el máximo en edificaciones verticales para las calles que no son avenidas. Mientras que en las arterias de 18 metros o más de ancho ese límite se extiende hasta los 30 metros de altura.La norma dictada hace 25 años ya marcaba la necesidad de considerar "condiciones especiales para cada zona de la ciudad", aunque en la actualidad, y hasta que no se avance en este sentido, la ordenanza rige por igual para cualquier barrio de Gualeguaychú, más allá de las características urbanísticas de cada zona."Hoy es lo mismo si querés hacer un edificio sobre 25 de Mayo, sobre Luis N. Palma o en el barrio Parma, por ejemplo. La ordenanza rige por igual. No tenemos una legislación que plantee una diferenciación por zona", expresó a ElDía Pablo Bugnone, subsecretario de Planeamiento Urbano."No es lo mismo levantar un edificio en el centro que hacerlo en el barrio Parma, y lo pongo como ejemplo porque es una zona con características totalmente diferentes. Y, en este sentido, la ordenanza debería ir adecuándose a los tiempos. La misma es del '91, cuando había tres o cuatros edificios en Gualeguaychú y no estaba el auge del edificio como ahora", agregó el funcionario.Según los datos que maneja Planeamiento Urbano, en la actualidad son 13 los edificios que se están construyendo en la ciudad. Lo que evidencia, más allá de la merma en la construcción de los últimos meses, el crecimiento sostenido del mercado que se empezó a expandir fuertemente luego de la crisis de 2001.Por otro lado, la falta de digitalización de los archivos municipales impide saber con exactitud la cantidad de edificios, de cuatro pisos o más, que existen actualmente en la ciudad."Todo edificio necesita la factibilidad de piso y la aprobación de uso del suelo, que se la da Planeamiento. Después, el expediente pasa a Obras Privadas y ahí se constata que cumpla con todos los requisitos del código de edificación y edificios en altura", explicó Bugnone, quien indicó también que para ser aprobado todo proyecto debe contar con factibilidad de agua, cloaca y energía eléctrica."Si Obras Sanitarias dice que no hay factibilidad de agua porque no llega la presión (el proyecto) no se aprueba. Tiene que tener todas las factibilidades aprobadas", remarcó el funcionario.Durante los '90, la Ordenanza N°9.650 fue cuestionada por el sector inmobiliario. La acusaban de limitar la edificación de edificios de altura y desestimular la inversión. A pesar de la presión de este sector, la norma no fue modificada (en el centro, las construcciones no pueden tener más de 15 metros de altura) y el paso del tiempo, y el posterior desarrollo del sector, no ha hecho más que darle la razón a los argumentos expuestos por el Concejo Deliberante en 1991.Este tipo de construcción, de planta baja y cuatro pisos, alberga generalmente a 16 departamentos e igual cantidad de familias. Y es destacada como beneficiosa por la Municipalidad, ya que, por un lado genera las condiciones para el desarrollo inmobiliario y, por otro, el Estado no debe llevar los servicios básicos (agua, luz, ripio, transporte, etc.) hacia las zonas periféricas de la ciudad, con el ahorro económico que ello implica.
