EN EL HOSPITAL CENTENARIO
Crimen en Larroque: El acusado permanece internado y bajo custodia policial
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Hernán Morales salió de la Terapia Intensiva y fue trasladado a una sala común. Se espera que declare por el crimen de Raúl Scherer ocurrido en la madrugada del domingo en Larroque.
El acusado de matar a Raúl Scherer en la madrugada del domingo sigue recuperándose en el Hospital Centenario de Gualeguaychú de los golpes que recibió en la cabeza tras el crimen.
El video que se conoció de la cámara de seguridad de la vivienda de los Scherer es contundente. La frialdad de esas imágenes refleja lo sucedido en la madrugada del domingo y no deja lugar a dudas sobre la responsabilidad de Hernán Morales en las consecuencias fatales.
El acusado se encuentra internado en el Hospital Centenario desde ese mismo domingo luego de la agresión que recibió para desarmarlo. Su propio padrastro fue el que tomó un fierro de un metro que había en el lugar y, tal como se observa en las imágenes que trascendieron, lo golpeó repetidamente en la cabeza hasta que cayó casi desmayado.
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Ingresó a la Terapia Intensiva para controlar su evolución y evitar cualquier riesgo, y este martes abandonó la sala de cuidados intensivos y quedó alojado en una sala común, con la custodia policial que se mantiene desde el domingo.
Se esperaba que el lunes por la tarde pudiera prestar declaración indagatoria ante la fiscal Emilce Rivollier, pero todo ello se ha postergado hasta el momento porque no se le ha dado el alta médica y se espera que finalmente en la tarde de este miércoles o mañana pueda presentarse ante la Justicia y definir su situación procesal.
Rivollier lo imputará por homicidio agravado por el uso de arma. Se trata de una figura que prevé una pena de prisión efectiva entre los 8 y los 25 años. Morales, de 29 años, tiene como único antecedente una causa por delitos contra la propiedad de hace varios años y luego denuncias por causas de violencia de género, que fueron radicados por su anterior pareja y con quien inició una discusión en la fiesta familiar del sábado que terminó con el homicidio del dueño de casa.
Hasta el momento, la Investigación Penal Preparatoria ha avanzado con la toma de declaraciones de muchas de las personas que esa madrugada estuvieron presentes en la celebración y fueron testigos de cómo se desarrollaron los hechos. Incluso, este miércoles por la mañana se iba a recibir una nueva declaración al hijo de la víctima, que también fue amenazado de muerte por Morales.
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El padrastro de Morales, que tiene su vivienda y puesto de trabajo a un kilómetro de la casa de los Scherer, también prestó testimonio. Fue quien lo golpeó con el fierro en la cabeza, porque “estaban todos en peligro”, señaló a El Argentino una fuente judicial. Incluso este hombre relató que Morales lo apuntó al pecho y le llegó a gatillar con la otra arma.
El lunes por la mañana se realizó la autopsia y luego se entregó el cuerpo a los familiares, que el martes realizaron el sepelio en medio de mucho dolor por la injusta e inesperada muerte del hombre que festejaba su jubilación y el cumpleaños de su nieto horas antes.
En ese examen forense, se estableció que una hemorragia masiva fue la causa del fallecimiento y las imágenes ayudan a corroborar lo que médicamente se certificó. El escopetazo disparado a una muy corta distancia, le lesionó los vasos de la ingle del lado derecho y le produjo una fractura del hueso fémur.
En otras palabras, el proyectil destruyó la arteria y la vena femoral derecha con fractura múltiple del hueso más largo del ser humano. El taco y los perdigones quedaron dentro del cuerpo de la víctima, lo que en medicina forense se conoce como “efecto bala”, cuando la corta distancia impide que se dispersen los perdigones y se produzca la rosácea sobre la piel.
