
El miércoles se realizará la audiencia de remisión de causa a juicio. La Fiscalía agotó la investigación en poco más de 60 días y a casi tres meses del hecho podría fijarse la fecha para el debate. El imputado, Ariel Waldemar Morales, está alojado en Jefatura y enfrenta una posible cadena perpetua.
Se trata de la muerte de José María Romero, un crimen que se conoció en la mañana del 7 de agosto. La víctima tenía 84 años y fue encontrado en su departamento en calle San Martín al 338, con evidencias de que se trataba de un homicidio por robo.
Este ex Teniente Coronel del Ejército fue fuertemente golpeado por su homicida. Le colocó un precinto en cada una de sus muñecas y un tercer precinto los atravesaba a modo de esposa. Luego encintó sus manos enlazadas al cuello y lo golpeó en la cabeza y el tórax.
Cuando fue descubierto el cuerpo, Romero presentaba a simple vista evidencias de una fuerte golpiza en el costado derecho del rostro y con la autopsia se descubrió que había sido castigado severamente, dejando como secuelas marcados traumatismos de cráneo y tórax en la parte externa e interna del cuerpo.
Romero era de contar sobre sus proyectos y decía abiertamente el alto ingreso jubilatorio que percibía por haberse retirado con la jerarquía más alta del Ejército, además de lo que recibía por rentas de inmuebles. Esto se convirtió en el móvil del hecho. El autor del crimen sustrajo poco más de 100 mil pesos que el hombre guardaba en cajas de leche en distintos lugares de la casa.
Murió a causa de un paro cardiorrespiratorio originado por los politraumatismos en cráneo y tórax, pero el stress vivido también pudo ser la causal del paro cardiorrespiratorio. Se dispuso que remitieran a Paraná órganos y tejidos para estudios anatomopatológicos y estos informes fueron los últimos que esperó el fiscal Lisandro Beherán.
El imputado
Ariel Waldemar Morales fue detenido durante un allanamiento que se realizó en el barrio San Felipe de Campana dos días después de conocido el crimen. En el lugar allanado encontraron en poder del acusado el DNI y otra documentación de la víctima, el arma registrada a nombre de Romero, precintos del mismo tipo que tenía el cuerpo en sus muñecas y secuestraron un VW Gol que había adquirido por poco más de 120 mil pesos el mismo 7 de agosto.
Morales fue trasladado una semana después a Gualeguaychú, fuertemente custodiado por el Grupo Especial de la Jefatura Departamental. Este hombre de 33 años permaneció alojado en la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI) de Campana, y tras su arribo a la ciudad de carnaval fue indagado por el Fiscal.
Además de la alta carga probativa propiedad de la víctima que se halló en poder del acusado, con el avance de la investigación se estableció -por parte de los peritos de Criminalística- la confirmación de los resultados positivos en el cotejo de huellas.
En la escena del crimen se habían levantado tres huellas dactilares y el peritaje arrojó que dos de estas tuvieron resultados positivos en las comparativas digitales con Morales. Este cotejo es muy importante porque esto sitúa a Morales en la escena del crimen.
La principal discusión en torno a este caso no estuvo centrada en la autoría. Para la Fiscalía las pruebas halladas en el allanamiento son suficientes, por lo cual el trabajo legal estuvo abocado a establecer la figura bajo la cual se lo iba a imputar a Morales. Las alternativas que analizaba el Ministerio Público Fiscal se resumían a un homicidio en ocasión de robo, que prevé una pena de hasta 25 años de cárcel, o si podía aplicarse el homicidio criminis causae, que conlleva una pena de prisión perpetua.
En el homicidio en ocasión de robo, el autor lo que se configura es robar, nunca matar, pero a consecuencia del accionar del robo tiene que matar porque la víctima se defiende o surge un imprevisto. En el criminis causae el asesino mata para ocultar el robo, o a los fines de que la víctima no pueda identificarlo o lo señale como autor, o porque para poder perpetrar el robo tiene que matar.
Para Beherán, el hecho que se le reprocha a Morales se ajusta a esta última figura penal. En el inciso 7 del artículo 80 se especifica: "Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito".
Morales se encuentra alojado en la Jefatura Departamental desde que fue trasladado a Gualeguaychú. Se le dictó una prisión preventiva que mantendrá hasta el inicio del juicio, y por estar bajo esta condición tiene prioridad la realización del debate por sobre otros hechos que se encuentran en la agenda del Tribunal.
De consumarse el miércoles la elevación y no surja ningún imprevisto que pueda prorrogar los tiempos, es muy factible que el juicio se efectúe antes del inicio de la Feria Judicial de verano.