Cristina Fernández sopesa su inmenso poder y define el nuevo gabinete
****En Argentina el trabajo sucio de seguir dando malas noticias es tarea de De Vido y Boudou. El Ministro de Economía, que no ve las horas de asumir su cargo de vicepresidente, sigue tijera en mano recortando subsidios y tratando de apaciguar el impacto que provocará en amplias franjas de la sociedad. La estrategia provocó el primer cortocircuito con Mauricio Macri (el segundo en rigor después del subte) con el anuncio de los barrios que dejarán de percibir los beneficios, lo que despertó el enojo del Jefe de Gobierno. Macri lo tomó como una represalia por la falta de acuerdo para la transferencia del subte y espetó que la movida estaba lejos del tono empleado por la Presidenta en los últimos tiempos.Pero hay algo aún más inquietante para el Jefe de Gobierno porteño: lo que está pasando en Boca. ¿Qué tiene que ver lo que pasa en Boca con la política nacional? Mucho porque este domingo ambos contendientes, Macri y el gobierno pusieron sus manos en el Club de la Ribera apostando por uno u otro candidato. Para Macri es inentendible con el poder que tiene el gobierno nacional su intención de meter las narices en un club de fútbol. Peca de ingenuo el ingeniero porque este avance está en el ADN del kirchnerismo que ahora sí va por todo. Y Macri es el principal rival que la Presidenta tiene a la vista, en la oposición al menos. Hermes Binner es el espejo en el que buena parte del kirchnerismo podría mirarse y el radicalismo pasa por la crisis postelectoral que se ignora adónde lo llevará. Más allá de las fronteras internas es Macri el opositor más importante y con capacidad e imagen para avanzar en un armado nacional. Hay que cerrarle entonces todos los caminos y evitar que su influencia se siga expandiendo más allá de Buenos Aires. Y cuando llega la hora de actuar, el oficialismo no duda porque hasta los intendentes del Conurbano se han dedicado a repartir boletas de Amor Ameal (el candidato kirchnerista) y van a movilizar colectivos y gente este domingo para encausar el resultado electoral. Boca tiene 73.000 socios de los cuales votarán, con fuerza, 15 o 20.000. ¿Es significativo el número? No, pero sí el efecto que tendría una victoria del candidato macrista. Y lo quieren evitar.
*****Los nombres del gabinete que asumirá con la Presidente en pocos días más siguen siendo un misterio. Si antes las decisiones las tomaban dos, ahora las toma uno. Son pocos, por no decir casi ninguno, los que conocen la interna presidencial y tiene voz para alzarla ante la Presidenta y darle su opinión. La puja entre los ortodoxos y La Cámpora está desatada desde hace rato, aunque allí otros como Boudou meten baza para tener influencia. Aerolíneas Argentina es un caso testigo: la Presidenta confía en sus jóvenes y los ratificó en la conducción pero le pidió al ala más 'vieja' que los controle de cerca. Es que Cristina no echa a nadie, los condena al ostracismo y al aislamiento político. Y con La Cámpora no puede hacer eso, no sólo porque sigue apostando a ellos sino porque está su propio hijo de por medio. ¿Hasta dónde llegará su influencia en la conformación del nuevo gabinete? Es una verdad que empezará a develarse en las próximas horas con la distribución de poder consecuente. La cuestión ya no es cuánto poder tiene la Presidenta sino cómo lo administra y a quién se lo delega. La llegada de Beatriz Rokjes de Alperovich a la línea de sucesión presidencial fue una muestra porque nadie lo esperaba. Ni ella siquiera que admitió que tendrá que ponerse a estudiar para saber cómo se gobierna un senado.
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