
Integrantes de las comisiones directivas de las cuatro bibliotecas populares de la ciudad, informaron sobre la crítica situación por la que atraviesan esas instituciones debido al atraso de los subsidios de la provincia
Si en el corto plazo el gobierno no cumple con el aporte económico, Gualeguaychú podría quedarse sin el importante servicio que brindan estas instituciones.Guillermo NavarroLas cuatro bibliotecas populares de Gualeguaychú están en situación terminal. Agobiadas por el atraso con que llegan los aportes del gobierno provincial, y con ideas casi agotadas para generar recursos propios, las comisiones directivas ya no saben de dónde sacar dinero para pagar los sueldos, el gasto más importante que deben afrontar cada mes.Todas las bibliotecas populares de la ciudad tienen empleados registrados y capacitados para la función que cumplen. Y están afiliados a la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc). Es decir, los salarios que perciben se actualizan al menos dos veces por año.Parte de esos salarios y cargas sociales se cubre con el subsidio mensual de 2.600 pesos del gobierno provincial, que tiene un atraso de casi un año en el envío del beneficio.El último aporte a las bibliotecas fue realizado en junio de este año, cuando el gobierno les abonó agosto y septiembre de 2011. Pero restan octubre, noviembre y diciembre más los ocho meses de 2012.Ante ese crítico panorama, las comisiones directivas de las bibliotecas Rodolfo García, López Jordán, Sarmiento y Olegario Víctor Andrade del Instituto Magnasco brindaron ayer una conferencia de prensa para informar a la comunidad sobre la desesperante situación que atraviesan."El objetivo de este encuentro es que la sociedad tome conocimiento de la realidad que enfrentan las bibliotecas populares de la ciudad, situación que es idéntica a las del resto de la provincia", expresó una de las integrantes de la CD del Instituto Magnasco.Y sintetizó: "estamos muy angustiados con los sueldos, porque los empleados están todos en blanco y hay que pagarles; no podemos decirles que este mes no les abonamos porque no tenemos plata".Todas las representantes de las bibliotecas coincidieron en que ya no saben cómo hacer para generar recursos propios. Si bien han ido aumentando el valor de las cuotas societarias al mismo tiempo que se incrementan los sueldos, entienden que el aporte de la comunidad tiene un techo.La cuota mensual que cobran las bibliotecas Sarmiento y Olegario Víctor Andrade es de 15 pesos, mientras que en los dos restantes es de 10 pesos.Al borde del cierreAnte la realidad expuesta, las representantes de las bibliotecas populares advirtieron que la ciudad podría quedarse sin el importante servicio y aporte que brindan esas instituciones."La situación es desesperante", enfatizó otra de las integrantes de la CD de la biblioteca del Instituto Magnasco y aseguró no saber cómo harán para afrontar los gastos el próximo mes.Remarcó además que en el año 2010 mantuvieron reuniones con legisladores de la ciudad para informarles la situación. "Desde ese momento hasta hoy, nadie más se acercó para interiorizarse; ya no sabemos a quien más recurrir", sentenció.Como muestra de la angustiante situación, una de las representantes de la biblioteca Rodolfo García expresó que por la falta de dinero debieron reorganizar el horario de atención. "La única empleada que hay asiste sólo por la tarde, es decir jornada reducida", comentó.Números críticosEn las cuatro bibliotecas populares de Gualeguaychú trabajan ocho personas, todas registradas: tres en la Sarmiento, tres en la Olegario Víctor Andrade, una en la López Jordán y una en la Rodolfo García.El subsidio mensual del gobierno provincial tiene un atraso de 11 meses.El aporte de la Municipalidad es de 700 pesos mensuales (se encuentra al día)La Cooperativa Eléctrica otorga una ayuda de 130 pesos por mes a cada una.El subsidio, por leyEn el año 1988 fue sancionada la Ley 8092 y en el año 1997 su modificatoria la ley 9094, que dentro de sus articulados beneficia a las Bibliotecas Populares de Entre Ríos con un subsidio mensual.El mismo se fija en el art. 4° inc 1° de la Ley 8092 y que equivale al duplo del sueldo básico inicial de un maestro de grado perteneciente al Consejo General de Educación de la Provincia que por la Ley 9094, modificatoria de la ley 8092, se fija igualmente para todas.Los subsidios se han hecho efectivos desde el año 1996, pero de manera irregular e incompleta. En el año 1998, por ejemplo, se abonó solo un mes y en los años 1999 - 2000 no recibieron el beneficio.