Cuando la prudencia es buena consejera
En el análisis que podríamos hacer de las instituciones tradicionales que forman parte del entramado social podemos encontrar diferentes calificativos para evaluarlas, depende del parámetro que utilicemos, pero aún así podemos reconocer que algunas como la escuela pública a pesar de sufrir los avatares y olvido de los gobiernos está de pie y seguramente en el contexto social como el actual todavía es un buen reducto.
Por Oscar Ávila*
OpiniónHoy la escuela atiende muchas más demandas que en años pasados (no hace mucho), todavía nos encontramos entre nosotros quienes vivimos y añoramos una escuela distinta o mejor dicho en otro panorama diferente, circunstancias que sería largo de enumerar. Aunque lo social (la pobreza) la escuela lo atendió siempre.El presente y el futuro se presentan con una mayor complejidad, sobre todo en lo que hace a la convivencia y eso dificulta la vida dentro de la escuela, hay muchos canales de diálogo y pero se los utiliza poco y casi siempre para contar lo pedagógico, hay mucho por hacer y recomponer.En este contexto de escaso manejo de técnicas para la resolución de conflictos se encuentran muchos acontecimientos que trascienden los tapiales de la escuela, salen de ella muchas veces en crudo siendo receptado por una sociedad que duda de todo, descree de muchos actores, cuestiones estas que hacen que los hechos no se analicen.Hacen con este acto que se involucre a personas e instituciones que son juzgadas públicamente sin posibilidad de ejercer su derecho a expresar la realidad de las cosas; en pocas palabras me refiero a lo que se publicó que involucró a compañeros docentes de la Escuela N° 31 pues se dijo "ocurrido en la Escuela" cuando en realidad no es así y la gente de la escuela enterada de la situación dio participación a las autoridades quienes se avocaron a dar una respuesta concreta y efectiva para las protección de las personas (obran datos en DDE).Entre todos los que formamos parte de la sociedad tenemos que trabajar juntos para defender a la escuela pública y más aun si coincidimos que sigue siendo todavía un espacio al que pueden asistir los niños a aprender algo y sentirse contenidos.En expresiones y críticas a la escuela muchas veces se trasluce la desconfianza por la tarea que la escuela realiza, la que a mi entender se contradice a la vuelta de la esquina porque no existe mayor confianza que la de entregar a los hijos para su cuidado, atención y construcción del conocimiento por un período de tiempo como el que los padres demuestran para con la escuela.Es verdad que es un ejercicio de estos tiempos el dudar, pero cuando se trata de la escuela siempre es mejor dudar de lo que me están diciendo y concurrir a la escuela para ver si lo que me contaron es cierto, siempre poniendo la prudencia por delante.Existen muchos canales para dialogar porque el conflicto no es central, lo importante es abordarlo para luego ayudar a nuestros niños y adolescentes a descubrir el mundo, que se adapten y sobrevivan en él, pero recordándonos que las virtudes solo la conocemos las personas.La escuela es un lugar de distribución gratuita de virtudes y afectos asumamos el compromiso de de cuidarla entre todos.Recordemos el cuento de la gallina desplumada, una vez que le sacamos las plumas es difícil volverlas a poner en el lugar en el que iban.*docente, secretario General de Agmer Gualeguaychú
Por Oscar Ávila*
OpiniónHoy la escuela atiende muchas más demandas que en años pasados (no hace mucho), todavía nos encontramos entre nosotros quienes vivimos y añoramos una escuela distinta o mejor dicho en otro panorama diferente, circunstancias que sería largo de enumerar. Aunque lo social (la pobreza) la escuela lo atendió siempre.El presente y el futuro se presentan con una mayor complejidad, sobre todo en lo que hace a la convivencia y eso dificulta la vida dentro de la escuela, hay muchos canales de diálogo y pero se los utiliza poco y casi siempre para contar lo pedagógico, hay mucho por hacer y recomponer.En este contexto de escaso manejo de técnicas para la resolución de conflictos se encuentran muchos acontecimientos que trascienden los tapiales de la escuela, salen de ella muchas veces en crudo siendo receptado por una sociedad que duda de todo, descree de muchos actores, cuestiones estas que hacen que los hechos no se analicen.Hacen con este acto que se involucre a personas e instituciones que son juzgadas públicamente sin posibilidad de ejercer su derecho a expresar la realidad de las cosas; en pocas palabras me refiero a lo que se publicó que involucró a compañeros docentes de la Escuela N° 31 pues se dijo "ocurrido en la Escuela" cuando en realidad no es así y la gente de la escuela enterada de la situación dio participación a las autoridades quienes se avocaron a dar una respuesta concreta y efectiva para las protección de las personas (obran datos en DDE).Entre todos los que formamos parte de la sociedad tenemos que trabajar juntos para defender a la escuela pública y más aun si coincidimos que sigue siendo todavía un espacio al que pueden asistir los niños a aprender algo y sentirse contenidos.En expresiones y críticas a la escuela muchas veces se trasluce la desconfianza por la tarea que la escuela realiza, la que a mi entender se contradice a la vuelta de la esquina porque no existe mayor confianza que la de entregar a los hijos para su cuidado, atención y construcción del conocimiento por un período de tiempo como el que los padres demuestran para con la escuela.Es verdad que es un ejercicio de estos tiempos el dudar, pero cuando se trata de la escuela siempre es mejor dudar de lo que me están diciendo y concurrir a la escuela para ver si lo que me contaron es cierto, siempre poniendo la prudencia por delante.Existen muchos canales para dialogar porque el conflicto no es central, lo importante es abordarlo para luego ayudar a nuestros niños y adolescentes a descubrir el mundo, que se adapten y sobrevivan en él, pero recordándonos que las virtudes solo la conocemos las personas.La escuela es un lugar de distribución gratuita de virtudes y afectos asumamos el compromiso de de cuidarla entre todos.Recordemos el cuento de la gallina desplumada, una vez que le sacamos las plumas es difícil volverlas a poner en el lugar en el que iban.*docente, secretario General de Agmer Gualeguaychú
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