Cuarenta internos de la UP 2 trabajan en talleres para lograr su reinserción social
[gallery link="file" orderby="title"]El objetivo central es capacitar en talleres de oficio a quienes están cumpliendo su condena, para que cuenten con herramientas para el mercado laboral. Con sus tareas ayudan a escuelas y clubes a acondicionar sus instalaciones. Un hombre que está cumpliendo su condena, contó su historia a elDía. Por Mónica Farabello / Rubén Skubij / Carlos RieraEl mundo en la Unidad Penal N° 2 de Gualeguaychú, es desconocido para la mayoría de los vecinos. Muchos son los mitos y las realidades sobre la vida tras los muros, pero poco se conoce sobre la diversidad de tareas que realizan los internos que están prontos a recuperar su libertad.De recorrida por la Unidad Penal, nos recibe el jefe Santiago García quien resaltó el trabajo en conjunto que están realizando entre los oficiales de penitenciaría y los maestros de los talleres de oficio.Actualmente, son 117 las personas alojadas en la Unidad Penal. Allí funcionan siete talleres donde los internos son capacitados para una pronta vida en libertad. Herrería, carpintería, pintura, mimbrería, lavadero de autos, y panadería son los espacios ocupados por cuarenta internos.Ellos son guiados por un profesional a cargo quienes enseñan las tareas propias de cada disciplina.En diálogo con elDía, el maestro mayor de obras con grado Oficial Sub Ejecutor, Aldo Hilt expresó que "actualmente nos estamos abriendo a la comunidad y buscamos resolver las necesidades de las escuelas. Estamos liberando potencial y además estamos generando trabajo".Además, desde la Unidad Penal informaron en el taller de panadería trabajan seis internos; en el lavadero son cinco, porque se intenta manejar grupos reducidos. Intra y extra murosLos talleres que se brindan a los internos de la UP 2, se desarrollan dentro y fuera del edificio. En el caso del lavadero, herrería, panadería y pintura las tareas se encuentran fuera del penal, mientras que la carpintería, tapicería y mimbrería se ubican detrás de los muros. De todos modos, los cuarenta internos que forman parte de estas tareas de capacitación laboral, son quienes cuentan con un buen legajo de buena conducta y se encuentran más cerca de obtener su libertad.Quienes no respeten el régimen, "reciben una sanción y pueden perder todos los beneficios obtenidos", informaron desde la Unidad.Por otra parte, los oficiales de penitenciaría resaltaron la importancia de aprender un oficio y además expresaron que el impacto en los internos es muy positivo, no sólo por la posibilidad de trabajar, sino también porque con sus tareas ayudan a escuelas o clubes de la ciudad. Muebles para las escuelas, bancos para los clubesQuienes capacitan a los internos resaltaron la importancia de aportar a la sociedad con su trabajo. El oficial sub alcalde, jefe de la división industrial, Carlos Palacios, manifestó que "al Club Pueblo Nuevo le hicimos todos los mobiliarios nuevos; también hicimos tareas en el Club Juventud Unida, el Club de Pescadores, en el Instituto Guadalupe y abastecimos de muebles escolares a muchas ciudades de la provincia porque se hizo un convenio por parte de la Dirección General con Paraná".En este sentido, aseguraron que desde el taller de carpintería construyeron bancos, muebles, armarios, escritorios, restauraron pizarrones, puertas, entre otras cosas.Los hombres que forman parte del taller de herrería realizaron "todas las rejas para el Jardín Segunda Mamá que llevaban 14 años tramitando para conseguirla y en un año se lo sacamos a flote", aseguró Hilt.Además, aseguró que están haciendo "para una empresa del Parque Industrial todo el cableado; hicimos un convenio con ellos para hacer todas esas tareas". Asimismo adelantaron que se está trabajando para en un futuro contar con un taller de zapatería y una bloquera. "Estoy feliz, estamos logrando mucho"Aldo Hilt resaltó que se está avanzando a paso firme y que están gestionando nuevas herramientas para perfeccionar su trabajo. Además, aseguró que necesitan más espacio para algunos talleres pero todo lo que se ha conseguido es muy positivo."Te digo la verdad, honestamente estoy feliz. Estamos logrando muchas cosas y hay que agradecer la buena predisposición del Jefe que siempre nos deja hacer y nos da un impulso porque cree en lo que hacemos", expresó Hilt.Respecto a los logros que han alcanzado, aseguró que "este año pudimos colocar el equipo y el grupo electrógeno nuevo para abastecer toda la unidad por si nos quedamos sin luz, además vinieron de Masisa de Buenos Aires: lo que hacen es tratar de capacitar a la gente en cuanto al trabajo de las placas y nos propusieron capacitar a nuestro personal con un maestro especializado en la materia".Esto les servirá los maestros y a los internos a elaborar muebles, bajo mesada, y alacenas en MDF.¿Cómo es ese acuerdo con Masisa?-Hilt: Eso se acaba de charlar hace pocos días; quedaron muy impresionados con el taller de carpintería que tenemos y esto nos abre la posibilidad del mercado porque al poder trabajar ese material podemos hacer frente a un renglón del mercado local que no está siendo abastecido. Por ejemplo, frente de placares, alacenas, bajo mesadas y toda la parte del mueble para oficina. Ese también es un proyecto que estamos trabajando para sacarlo adelante.¿Quién provee de materiales?-Ellos ponen los materiales para un prototipo. Luego vienen con las maquinarias y arman todo y dejan el prototipo para que acá tengan para empezar a trabajar. Capacitan tanto al personal como a los internos.¿Cómo está trabajando esa área que usted dirige?Palacios: estamos trabajando con grandes expectativas hacia la comunidad. Los talleres están trabajando muy bien. En la parte de herrería, carpintería, lavadero y panadería se trabaja muy bien. Además nos hemos extendido a escuelas a través de la tarjeta Sidecreer que tienen las instituciones y estamos proveyendo el pan y la merienda para los chicos.¿En qué otras instituciones están trabajando los internos?Hilt: en varios lugares; en el Hogar de Niñas estamos reparando un portón y ahora estamos cotizándole el cerramiento de las aberturas que les faltan las rejas; también en la Escuela N° 71 "Fray Mamerto Esquiú" que también estamos trabajando. Hemos cotizado obras en el Registro Civil que todavía no han salido. Estamos para resolverle problemas a las instituciones y generando trabajo para que el interno pueda llevar una labor terapia adecuada.¿Cómo influyen los talleres en el ánimo de los internos?Influye a nivel terapia en el ánimo de los internos, el hecho de saber que ayudaron a una escuela, a una institución que lo necesita; eso siempre va a impactar positivamente. El tema es que tengan un propósito en su vida y que lo quieran llevar adelante. Muchas veces nos ponen limitaciones, techos y a veces son limitaciones por la misma forma de pensar y con esta acción lo que estamos haciendo es cambiar una forma de pensamiento para llegar a más.¿Cómo es la relación con la sociedad?-La relación con la comunidad es muy buena. Gracias a Dios no hay problemas. Es más, se acercan ellos a traernos trabajos al sector de lavadero que es donde tenemos más comunicación con la gente que viene, deja su auto y lo espera.Por otra parte, informaron que hay 17 internos que son salen del penal a trabajar y que están separados del resto de la población.Los talleres de oficio sirven como una herramienta de educación en el ámbito laboral; como una terapia para muchos internos que encuentran una oportunidad para ayudar a la sociedad y a su vez, como una motivación para acceder a ciertos beneficios.Además, se trata de un espacio donde la responsabilidad y el esfuerzo se valoran y donde los frutos son visibles, en el presente y a futuro. La vida se vive como se puede, no como se quiere"Él es un buen tipo", dijo Ángel, señalando a Néstor que miraba atónito como su empleador se descosía en elogios sobre su persona. "Es un ser humano, un hombre de bien con una desgracia en la vida, con una fatalidad que él no la buscó", resumió.Néstor está a poco de cumplir 41 años y cumple una condena hasta el 2016 en la Unidad Penal N° 2 de Gualeguaychú, pero desde enero de este año fue beneficiado con las salidas sociolaborables por su buena conducta.Nació en Nogoyá pero se mudó a Gualeguaychú para mejorar su situación personal. Acá conoció a su mujer y juntos tienen un hijo de tres años. Desde el 2001 comenzó a trabajar con la familia López, realizando cualquier tipo de labor.Pero en el 2007 le ocurrió un imprevisto que lo hizo retroceder varios casilleros. Néstor estaba construyendo su casa para vivir con su familia en la zona noreste de la ciudad, pero una pelea con un vecino terminó en la muerte y desde entonces paga su culpabilidad con la sociedad."Ellos me quieren muchísimo", comentó Néstor respecto a la relación que mantiene con su familia adoptiva y relató que es conciente de la oportunidad que le han dado, porque además de darle un trabajo le dieron una casa para que viva con su mujer e hijo.A Néstor todavía le faltan algunos años para cumplir con su condena pero la modalidad que tiene desde principios de año lo hace estar un poco más cerca de su familia. Ángel lo busca todas las mañanas en la Unidad Penal y lo lleva a su lugar de trabajo, por la noche se repite la historia, alrededor de las 20 lo busca y lo lleva a dormir.Néstor carece de cualquier rasgo distintivo en su carácter de un hombre violento, prácticamente no emite palabra si uno no se la exige con una pregunta. Los tatuajes son las únicas marcan que le recuerdan su triste pasado."Yo me había comprado herramientas para trabajar haciendo leña, había conseguido un monte, estaba haciendo mi casa, me faltaba poco para terminarla", recordó sobre su situación antes de caer preso y contó que el hombre con quien tuvo el problema "ya venía metiéndose con mi familia, había discusiones, y lamentablemente terminó en lo que no tendría que haber terminado, porque en realidad todo lo que hice me lo echó para atrás, pero no pierdo la esperanza de seguir para adelante, no voy a bajar los brazos". "Es un animal de trabajo"Néstor cumple un horario laboral y recibe una paga como cualquier otro trabajador. "Trabajo de lunes a sábados, inclusive los feriados, como es bajo techo y así abran o no, vengo igual porque siempre trabajo hay", dijo Néstor mientras Ángel asiente con la cabeza: "es un animal del trabajo, no para".Los domingos tiene la salida sociofamiliar. También de 8 a 20. "Estoy todo el día con mi mujer y mi hijo, que los tengo acá al lado de donde trabajo, porque me dieron una casita para que viva", relató con palabras y rostro de agradecimiento."Este es un hombre orquesta pero acá no se lo obliga a nada a él", aclaró Ángel López, padre del responsable de la firma Marcelo López Motos, donde Néstor trabaja. "Él es primo de mis hijos sin tener la misma sangre, es un sobrino mío sin ser de la misma sangre, él tiene un respeto total, un tipo de bien para lo que vos le pedís", describió el hombre."Yo digo siempre algo y mi hijo Marcelo lo mismo, mirá que tengo 60 "hermano", yo anduve en obras muchos años, y nunca vi un tipo como este, vos le das un corta fierro y él está feliz", bromeó Ángel mientras le brotaban lágrimas de los ojos, "yo te hablo con el corazón, él viene a la mañana, me da un beso, me saluda, le da un beso a mi mujer, a mi nieto, él es un buen tipo".Luego de semejantes palabras de reconocimiento hacia Néstor sería ridículo preguntarle a Ángel si cree en la reinserción de una persona que cumplió una condena en la cárcel, pero Néstor recogió el guante y contestó: "si quiere se puede, he conocido mucha gente que ha salido y que actualmente está trabajando y formó su familia, son personas de bien".Néstor reconoció que la parte más difícil al recobrar la libertad es conseguir un trabajo, algo que se le dificulta y mucho a los reclusos. "La gente les dispara porque piensan que por estar ahí uno es mala persona y no siempre es así, yo no quisiera haber estado ahí nunca, quisiera mi libertad, nada más que me pasó esto, tendría mil cosas más por delante para hacer", explicó."Todo va en el respeto", resumió Néstor con respecto a la convivencia dentro de la cárcel, "es como afuera, si tiene un problema con el vecino, adentro también puede haber una discusión con el compañero de celda, pero todo se basa en el respeto, si uno anda bien y respeta a la gente, no hay problemas".
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