Cuenta regresiva para el desfile de carrozas: Los chicos, sus protagonistas

A once días del gran evento en su edición N° 50, los carroceros trabajan incansablemente. Ubicados en los galpones del puerto, dieciocho alegorías se preparan para el 11 de octubre. En un ambiente de compañerismo y diversión, grupos de jóvenes comparten tardes y noches enteras de trabajo, charlas y mate. Divididas en dos grandes categorías, la mayoría de los participantes eligen la de "libre", mientras que en menos medida se inclinan por la representación de carrozas "primaverales".Veintiún carrozas en total se presentarán en esta edición. Sólo tres trabajan por fuera de los galpones del puerto, mientras que las otras dieciocho viven en un ambiente que oscila entre el compañerismo y la competencia.La incorporación de coordinadores es una innovación que no se observaba en las primeras décadas de este tradicional festejo. Pero en los últimos diez años, han tomado un papel casi protagónico ya que tienen la responsabilidad de redactar la explicación de los temas, hacer los bocetos para presentar en Casa de la Cultura, y por supuesto, de guiar a los chicos en las diferentes etapas del trabajo. La transformación de la esencia En la mayoría de las escuelas que participan, los chicos no tienen incidencia en la elección de la temática a representar. Además en muchas oportunidades, y a once días del desfile, los estudiantes no saben explicar qué es lo que van a representar, ni porqué lo han elegido. En este sentido, las carrozas se observan como una excusa de reunión e interacción entre los chicos, pero la esencia carrocera como manifestación y expresión artística se va desdibujando o transformando.Al preguntarles qué es lo que están representando y porqué lo eligieron, los chicos llaman rápidamente a sus coordinadores, o se preguntan entre ellos, sin poder explicar fehacientemente el contenido de sus trabajos. De todos modos, el espíritu de trabajo en equipo y la ocupación de las horas libres de los jóvenes sigue siendo algo positivo en la previa de este certamen. Las voces de los protagonistas La mayoría de las carrozas que se presentarán el próximo 11 de octubre son de categoría libre. Entre ellas, los chicos de la E.N.O.V.A. quienes eligieron representar una fantasía que alude al abuso que hacemos los seres humanos por sobre los animales. "Nosotros nos comemos a todos los animales, los matamos y los usamos para usos superficiales, y nosotros queremos representar un momento fantástico en el que los animales nos terminen comiendo a nosotros" afirmaba una de las alumnas de 4° año.También los chicos de la ENET N° 2 optaron por la categoría "libre" pero en este caso los chicos no saben explicar qué representará su carroza, pero afirman "que la pasamos re bien trabajando en grupo y esperamos ganar algo aunque sea".En el mismo sentido los jóvenes del Colegio Nacional Luis Clavarino explican qué representa su alegoría que se basa en un relato ficticio escrito por su coordinador. "Él eligió el tema, y nos va diciendo qué hacer, cómo vamos avanzando, pero más que nada es una idea de nuestro coordinador", expresaban los jóvenes que trabajaban en el empapelado de la carroza.En sentido contrario, los chicos del colegio Luis María Bértora, tomaron la palabra y expresaron que lo que ellos habían decidido es "homenajear a todos los carroceros que han participado en éstos 50 años, entonces vamos a hacer un pensador en un escritorio y detrás muchas imágenes fantásticas que representen la diversidad de lo que es un desfile de carrozas". Conversan entre ellos de cómo terminar con los detalles finales y afirman que "va a quedar mejor de lo que esperábamos, pero lo más importante es rendir el homenaje que habíamos pensado cuando hicimos el primer boceto".También los chicos del Colegio Pablo Haedo con su coordinador, afirmaban que ellos tomaron un tema ligado a lo social, con fuerte incidencia a lo que viven en lo cotidiano y aseguran que "queremos poner en evidencia la desigualdad de las clases sociales y el contraste que se ve entre un gran edificio lleno de luces, y un rancho con un basural".Así lo expresan los chicos que viven la desigualdad diariamente y decidieron representarlo a modo de "hacer un aporte para que esto no pase más".Más allá de algunos temas puntuales, la gran mayoría de los chicos no elige sus temas y lo que es peor, no sabe qué es lo que están representando. Además, exceptuando tres alegorías, las demás aluden a temas fantásticos, mitológicos e inclusive lo que ellos llaman "profecías", que son escritas y diseñadas por sus coordinadores. Y si ganamos... El debate por la posibilidad de ganar y el destino que se le dará al premio es una conversación recurrente entre los carroceros. La mayoría de los chicos manifiestan un espíritu de colaboración y de equipo y afirman que "seguro  guardamos esa plata para las cuotas del viaje para los chicos que no puedan pagar".También la idea de hacer fiestas para compartir entre todos los compañeros es una de las más recurrentes entre los estudiantes. Otro de los posibles destinos para el premio es el pago de las camperas que diseñarán para tercer año del polimodal, quienes en este momento están cursando el segundo año. De esta manera aseguran que "ni bien arranquemos el año, ya vamos a tener la plata asegurada para que todos podamos tener el buzo o la campera del curso".Los chicos de la Escuela Normal recuerdan que de la misma manera actuaron con el dinero que recaudaron el 25 de mayo, ya que "separamos la mitad para hacer carrozas y la otra mitad la guardamos para los chicos que no podían pagar la cuota del viaje a Bariloche, porque no todos tienen las mismas posibilidades".Aunque la esencia inicial del desfile de carrozas estudiantiles haya mutado desde sus comienzos, los jóvenes en su gran mayoría conservan el espíritu de trabajo en equipo. Ya no son representaciones sociales ni políticas las que predominan, pero las carrozas como manifestación cultural y artística sigue siendo una de las más destacadas de la vida estudiantil.