Embed El Presidente de la entidad de la ribera que el 5 de mayo arribó a sus primeros 59 años de vida se refirió al pasado, a la actualidad y a los proyectos de un club "humilde pero con un corazón enorme".Regatas nació en 1958 gracias a la iniciativa de un grupo de amigos que decidieron conformar un club a la vera del río. En principio se iba a llamar club Regatas Biguá, pero finalmente se inclinaron por Regatas Gualeguaychú, quizá por un sentido de pertenencia a la ciudad.En un pequeño terreno construyeron una cantina y posteriormente una cancha de bochas. Con el paso del tiempo quedó a cargo del club "Tolete" Timón, cuando apenas había una cantina, que con el paso del tiempo se transformó, a mediados del 2000, en parada obligada para los corredores del Parque Unzué. Luis María Ríos, Alberto Butteri, Darío Acosta, Carlos Martínez, Ricardo "Pichi" Fariña, José Velásquez, Pepe Debeheres, Dante Costa, Nito Bernigaud, Claudio Guerra y "Bicho" Bettendorf, entre otros, hicieron del Regatas su lugar.Timón les ofreció hacerse socios y de esa manera contribuir al mantenimiento de la entidad. Todos aceptaron y se pusieron a trabajar en Regatas, que tenía una concesión municipal del espacio público que se vencía, además de algunos inconvenientes con la Personería Jurídica, que gracias al aporte desinteresado de escribanos, contadores y abogados, luego de un par de años, se logró normalizar.El desafío era mejorar las instalaciones. Por un par de años se respetó la cancha de bochas, construyéndose, a un costado de la misma, un techo para albergar los primeros botes de paseo que arribaron al club. Poco a poco, la institución comenzó a cumplir con la idea originaria: "ser un club para la práctica de deportes náuticos".Posteriormente, llegó al club Roberto "Tito" Palacios, palista con trayectoria en el canotaje, junto a otros que practicaban, hasta ese entonces, la disciplina en otros clubes de la ciudad, como Mary González, Daniel Tristán y "El Colo" Acosta."El canotaje creció más rápido de lo que esperábamos", señaló Darío Acosta, titular de Regatas, en diálogo con ElDía."Por eso se decidió construir, donde estaba la cancha de bochas, un galpón de 10 x 25 para albergar los botes de paseo y los de competición en las distintas especialidades", contó Acosta sobre el galpón que ya les quedó chico y piensan ampliar, al tiempo que afirma el norte de los fundadores de la institución: "queremos que regatas sea un club inclusivo".En lo deportivo, Regatas, en silencio, comenzó a incursionar en los campeonatos entrerrianos, obteniendo desde un principio buenos resultados pese a lo reducido del plantel de palistas. Con el correr del tiempo, el club se ganó un nombre entre instituciones con mucha historia en canotaje y el remo de la provincia. Inclusive, comenzó a ser sede de las fechas del entrerriano y de torneos de nivel nacional e internacional. También fueron surgiendo nuevas figuras como Luciano Méndez y Francisco Galarza, que recientemente compitieron en el Sudamericano de Colombia.Por otra parte, el club fue designado como Centro Regional de Entrenamiento en canotaje, razón por la que se realizan, un par de veces al año, concentraciones nacionales con vistas a conformar los planteles argentinos de canotaje.Párrafo aparte para el trabajo de un joven entrenador como es Exequiel Ríos, que determina y lleva a la práctica los planes de entrenamiento, además de diagramar las estrategias a seguir en cada competencia.Por otro lado, Roberto Palacios trabaja en la escuela de canotaje y Gustavo De Casas en la de remo, disciplina que gana adeptos día a día. Pero Regatas no es sólo canotaje y remo, también se practica el ciclismo. Es la cuna del Tría Aventura, prueba que combina canotaje, ciclismo y pedestrismo en un ambiente natural.El ciclismo, en la modalidad mountain bike, ganó espacio en el club. Cuenta con un número importante de pedalistas en las ramas masculina y femenina que, entre otras competencias, días pasados compitieron en la tradicional prueba Río Pinto, en Córdoba.Además de lo deportivo se trabaja en lo social. Todos los domingos, en el salón de usos múltiples, se dictan clases de danza folklórica a cargo de Manuel Mazza.Las obrasResulta notable apreciar el crecimiento edilicio que ha tenido la entidad, producto del esfuerzo de dirigentes y allegados que todos los días encaran una obra nueva y mejoran la infraestructura existente. El viernes por la tarde, uno de los dirigentes preparaba un tacho de pintura, mientras que otros trabajaban en una estructura de cemento que hará de contención en cada repunte del río.Además del hangar para los botes se construyó un cuerpo de sanitarios para damas y caballeros, también duchas y una secretaria en la planta alta. Por otra parte, se levantó un quincho, se construyeron parrilleros y se recuperó la playa. Obras que se realizaron con la cuota de $150 que abonan 500 socios y la ayuda de algunos subsidios.