De Gualeguaychú a Río: “Dios trabaja desde arriba; todos somos sus obreros”

Agustina Hildt es una periodista nacida en Gualeguaychú que tuvo la dicha de ser una de las jóvenes que participó del encuentro con el Papa Francisco. Desde su blog, comparte sus sensaciones, vivencias y experiencias con toda la ciudad. Asegura que la fe se ve en las calles con diferentes colores de piel y de voz. Con emoción y mucha sensibilidad espiritual, Agustina Hildt transmite todos los detalles de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, donde una multitud de jóvenes de diferentes partes del mundo, se dieron cita para compartir y poder estar lo más cerca que puedan de Francisco.En su blog "La mirada está en otro lugar", Agustina relata: "Comenzamos a mirar a lo alto... No se puede negar que se comienza a sentir internamente ese cosquilleo y ansiedad de tener todo listo. La primera sugerencia que se recibe es hacer una lista de las cosas necesarias, para no olvidar nada, y chequear tanto de ida como de regreso.El bolso es un tema para un posteo especial. Un dato fundamental es que el peso debe ser de 23 kilos máximo, con lo cual todos hemos calculado cantidad de ropas y zapatos.No puedo negar que internamente me he visto colapsada de sentimientos. Pero ante mi descripción, un amigo llamado Sidney que es de Brasil, me dijo una palabra "coragem" que significa coraje y entendí que se necesita mucho de ello para salir al encuentro", escribió Agustina el primer día. Segundo día: Mirar a lo altoPublica Agustina Hildt en su blog: "Mi mirada está en esos lugares que no solemos tener en cuenta o recordar. Con lo cual he hecho un doble trabajo. Salir de lo "obvio" y romper con las reglas. Sin duda soy discípula de un Papa que nos ayuda a tener en cuenta los rinconcitos del mundo.Todo está listo y preparado. Muchos colores, que te hacen repensar en una creación. Diversidad (porque "no se imaginan la cantidad de rostros, sonrisas, miradas que hay...") aún ante ese factor, todos responden a un mismo espíritu. Eso que pocas veces podemos definir"."La divinidad o como quiera que lo llamemos, nos va edificando desde arriba, desde ese cielo, desde los trabajos en grupos. De esa manera uno tiene sólo su atención al frente o al futuro. Pero el presente también está siendo edificado.Dios nos cuida y abraza desde arriba. Cuando miremos nuestros pies veremos que no podemos ver nuestra cabeza, los ojos forman parte de ella. Dios está en nuestros ojos. Y al mirar a un espejo nos encontramos con nosotros mismos.Cuando no tengo un espejo, me encuentro con el otro por su voz, presencia o mirada. Les diría que esto es cuestión de confianza y fe. Una fe multicolor y carioca en este momento". Tercer día: Dios trabaja desde arriba"Dios está trabajando desde arriba, todos somos sus obreros", expresa Agustina Hildt y comienza a relatar los momentos previos a encontrarse con Francisco. Antes, tuvo una larga vigilia, donde ella y sus compañeros debieron dormir en el piso para guardar su lugar."Estamos durmiendo en el piso, con un arcoíris de colores, entre las maletas y bolsas de dormir. No solo hay colores en las mantas, sino que esta Fe está pintada de diferentes tonalidades de voz, de color de piel y ojos. Entre la tierra y el cielo solo hay muchos sueños. Nada más que esperanzas. La juventud se cruza en el camino y todo cambia de parecer en un instante".Y asegura: "Cuando las noticias son encabezadas con un: "ustedes no podrán" o "déjeme ver que podemos hacer por eso", uno no tiende a ver todo negativo como en la vida misma. Sino que el ver que otros hermanos de alma están en iguales condiciones, hace que uno comience a desprenderse poco a poco del "hombre viejo".Finalmente y luego de esperar y esperar con mucha fe, Agustina pudo ingresar a la Catedral donde Francisco les habló con un mensaje claro: "Hagan lío en sus diócesis. Salgan a las calles". Todos recibieron la bendición del Papa y compartieron un momento único. El diario de viaje de Agustina continuará...