De La Cruz Ortiz declaró en la última audiencia y aseguró que no mató a Susana Villarruel
Ramón De La Cruz Ortiz esperó hasta la última audiencia para brindar su historia. Dijo que era normal que ambos utilizaran las tarjetas de cobro y que su condena es social. Mañana se realizarán los alegatos de clausura y la Fiscalía solicitará la prisión perpetua, en tanto el defensor recurrirá a la absolución por insuficiencia probatoria. Carlos Riera El femicidio de Susana Villarruel conmocionó a la opinión pública por el desarrollo de los hechos. Primero la desaparición, luego la búsqueda, después los rastrillajes y por último el hallazgo del cuerpo a orillas del arroyo El Cura, en la zona sur de Gualeguaychú.Pero todo el suceso tuvo siempre a un sospechoso, el ex marido y padre de una de las hijas de Susana Villarruel. Ramón De La Cruz Ortiz fue detenido el 11 de julio, el día después a la denuncia que él mismo radicó por la desaparición de la mujer de 38 años y un día antes a que se encontrara el cadáver.Durante toda la investigación se fueron recabando indicios que lo vincularon directamente con el hecho: el celular de la víctima hallado escondido en la casa donde vivía y la filmación del banco Galicia que lo capta retirando 900 pesos del cajero con la tarjeta de Susana Villarruel dos horas después de cometido el crimen, fueron las pruebas más importantes que presentó la Fiscalía.Durante el juicio se conocieron muchos detalles, entre ellos la historia de Ramón De La Cruz Ortiz. Si bien no se lo calificó como una persona violenta, la hija de 17 años de Susana Villarruel, la propia madre del acusado y su primera esposa brindaron testimonios que lo comprometieron.Micaela Gómez, la hija mayor de Susana Villarruel, contó en la segunda audiencia que "él siempre llevaba un cuchillo en la mochila" con la excusa de que lo tenía para defensa personal y detalló que eran de fabricación casera, más grandes que un cuchillo de cocina tradicional.Pero además relató que una semana antes a que ocurriera el trágico desenlace, Susana fue amenazada por Ortiz cuando caminaban juntos por la zona del arroyo El Cura. En esa ocasión - y siempre según lo que declaró la hija de la víctima - Ortiz amenazó a Villarruel con un cuchillo y "le dijo que se fuera porque no le quería hacer nada".Otro de los testimonios esperados era el de Beatriz Espíndola, la madre de Ortiz, que no fue a defenderlo al juicio, sino a señalarlo como responsable del ataque que sufrió. La mujer presentaba las secuelas de la agresión del 18 de enero, cuando el acusado la golpeó con un fierro en la cabeza para robarle en su casa. Ella conocía intimidades de la pareja, incluida la amenaza ocurrida una semana antes, pero se negaba a reconocerla hasta que sucedió el crimen.El miércoles declaró la primera pareja de Ortiz, y si bien reconoció que nunca sufrió maltrato físico ni psicológico, confesó que vivieron una relación explosiva con base en la adicción a las drogas por parte de ambos.Ortiz esperó a la última audiencia para dar a conocer su historia. Aseguró su inocencia y contó que el día en que Susana desapareció, acudió a su casa para darle 300 pesos. Señaló que era normal en la pareja, pese a estar separados, que utilizara la tarjeta de cobro de la víctima para retira dinero y que ese día extrajo plata del cajero para comprar piedras para un curso de Reiki que realizaba Villarruel.Mañana culminan las audiencias con los alegatos de clausura. Si todo sigue de la misma forma en que comenzó, los fiscales Lisandro Beherán y Martín Gil confirmarán lo que se viene presumiendo sobre el pedido de pena. Solicitarían la prisión perpetua por el delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, por el vínculo y femicidio; en tanto la defensa recurrirá a la absolución por insuficiencia probatoria.
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