De la universidad a la villa, ida y vuelta
Jóvenes estudiantes universitarios trabajan voluntariamente en distintos proyectos para ayudar a quienes lo necesitan, material y espiritualmente. Son jóvenes que pasan el año a full entre cursadas, exámenes o informes; muchos también trabajan para ayudar a sus familias. Pero comparten un camino en común: la solidaridad y la donación de sí mismos.
Por Verónica TollerMisión en Gualeguay
María Celeste Díaz y Florencia Luna estudian en el Instituto Sedes Sapientiae y esperan ser contadoras públicas algún día. Marina Marchesini y María Celina Piaggio se recibieron hace poco de kinesiólogas. Juan Villalba estudia Economía, también en el Sedes. Con distintas carreras y diferentes procedencias (no viven en la misma ciudad), los identifica sin embargo el hecho de ser universitarios y de querer ayudar a los demás. Trabajan junto a otros estudiantes en distintas labores comunitarias: llevan adelante un Banco de Dadores de Sangre (tel 427177) y se aprestan para realizar la segunda etapa de lo que llaman "la misión a Gualeguay". Pertenecen a la Pastoral Universitaria de la diócesis de Gualeguaychú, que coordina la Servidora Alejandra Benedetti."La elección de Gualeguay partió en realidad de monseñor Lozano -explica Alejandra-. Cuando le planteamos la idea de hacer una misión, él nos dijo que la realizáramos dentro de la diócesis, atento a las necesidades que hay, y sugirió esa ciudad". Así, hicieron la primera visita en septiembre. E irán por segunda vez el 24 de octubre. "Estaremos en el Barrio La Defensa una vez por mes hasta febrero, y en ese mes, nos quedaremos diez días -explican los jóvenes-. Hablamos con la gente, les explicamos que queremos escucharlos, conocer sus necesidades, su realidad, rezar con ellos, compartir con los niños... Hubo quienes nos hicieron pasar, quienes no quisieron y con quienes hablamos en la puerta".Los universitarios fueron casa por casa y por la tarde se concentraron en jugar con los niños y conocerlos. Llevaron ropas que habían reunido y para el 24 de octubre, planean llevar alimentos, "su necesidad más acuciante", califican. Hay cajas dispuestas en el Instituto Sedes Sapientiae para recibir donaciones. Quienes quieran colaborar, pueden acercar allí comestibles no perecederos, especialmente leche en polvo, y pañales descartables. O llamar al 427177, donde Flavia desde la Secretaría atenderá a quienes se comuniquen."La idea es ir creciendo de a poco en las acciones y en el conocimiento de la gente -dicen-. Conocer bien la realidad y después, tratar de trabajar con grupos de jóvenes, niños, mujeres, familias..."Lo más significativo que trajeron de su primera visita fueron algunas cuestiones muy concretas:la necesidad de la gente del lugar de ser escuchada;la demanda de afecto de los niños "y las ganas con las que venían a jugar";la disposición con que rezaron y cantaron temas litúrgicos, "lo que demuestra que la semillita ya estaba sembrada";la emoción de algunos con la visita, "gente sola, muy carenciada, que necesitaba alguien que los escuche; eso solamente ya les hace bien...";la humildad con que viven;el cariño con que los recibieron."Queremos invitar a otros jóvenes a que se sumen, cuantos más seamos, mejor -dijeron finalmente-. Nos reunimos todos los jueves a las 22 en el Profesorado Sedes Sapientiae".
Servicio, profesionalismo y actitud
Otro proyecto solidario, recién diseñado, del que participan jóvenes universitarios es "De la universidad a la villa y de la villa a la universidad". Piloteado por estudiantes que trabajan también dentro de la Pastoral Universitaria (de Capital Federal) es, sin embargo, un proyecto autónomo. Al frente se encuentra el gualeguaychuense Beltrán Sobredo y hay otros jóvenes de nuestra ciudad y de otros puntos del país.La idea fue presentada el jueves pasado en la Casa de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires. "Estuvo presente uno de los curas de la Villa Soldati, Martín Dechiara, lo que le dio al encuentro un toque especial", cuenta Beltrán. "Venimos trabajando en esto desde hace unos dos meses con un grupo de jóvenes universitarios. La idea central del programa consiste en la aplicación de los talentos profesionales de los universitarios al servicio de los demás, en una villa (Villa Soldati) y con un objetivo concreto: garantizar ciertas condiciones básicas para que jóvenes de la villa puedan ir a la universidad".Soñamos una Argentina con igualdad de oportunidades para todos, donde la Educación Pública no sea tan sólo un derecho que unos pocos pueden ejercer, sino un deber para quienes deben garantizarla -dicen en la presentación del proyecto-. Y para hablar de Educación, hay que hablar de panzas llenas, cuerpos sanos, hogares seguros. (Ver: http://www.youtube.com/generacionuv).Tienen como valores: "La Educación, como motor fundamental de crecimiento e integración; el Servicio, como actitud de entrega en el Amor; la Alegría, fruto de ese Amor que entregamos y recibimos en cada acción; la Gratuidad, porque gratis lo recibimos y gratis lo entregamos; el Profesionalismo, con el que desarrollamos nuestras tareas, la Actitud, porque creemos que es lo que hace la diferencia".Para ello, elaboraron un programa con áreas donde cada joven puede apuntarse, según sus estudios: Arquitectura y urbanismo, Arte y recreación, Ciencias Agrarias, Ciencias de la Educación, Medicina, Ciencias Políticas y Sociología, Ciencias Económicas, Comunicación Social y Periodismo, Derecho, Fonoaudiología, Idiomas, Ingeniería, Nutrición, Psicología y Musicoterapia, Psicopedagogía, Recursos Humanos. Sistemas, Terapia Ocupacional, Trabajo Social, Turismo y Cultura.Esperan concretar distintos servicios: diseñar con los jóvenes de la villa parquización de áreas verdes, atención de la salud, de problemas legales, manejo de otro idioma, etc. A la par, incentivar a quienes quieran, a seguir una carrera universitaria. Para ello, plantean la posibilidad de tutorías (un joven universitario se hace padrino de un joven de la villa para ayudarlo en toda su carrera, alentarlo, acompañarlo), becas, charlas con profesionales, test de inteligencia y aptitud, padrinazgos económicos (obtener donaciones que solventen los gastos de estos jóvenes de la villa), seguimiento a largo plazo, etc. "Esperamos ayudar a romper el ciclo de la pobreza, transformando no solamente su realidad y su futuro, sino también el de su familia y su comunidad inmediata", explican los integrantes de este grupo que se llama "Generación Universitaria".Se prevé la construcción y equipamiento de una Biblioteca, para que los futuros estudiantes tengan a disposición los libros que requieran según su carrera, en su propio lugar: la villa. Tendrán allí libros y un lugar apropiado para estudiar. No dejar de soñar
Nada será fácil, ni para los jóvenes que misionan en Gualeguay ni para los que ven universitarios en el futuro de los que viven en Villa Soldati. La clave está en el amor. Y en no dejar de soñar. Como diría Withman: "No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber aumentado tus sueños. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario".
Por Verónica TollerMisión en Gualeguay
María Celeste Díaz y Florencia Luna estudian en el Instituto Sedes Sapientiae y esperan ser contadoras públicas algún día. Marina Marchesini y María Celina Piaggio se recibieron hace poco de kinesiólogas. Juan Villalba estudia Economía, también en el Sedes. Con distintas carreras y diferentes procedencias (no viven en la misma ciudad), los identifica sin embargo el hecho de ser universitarios y de querer ayudar a los demás. Trabajan junto a otros estudiantes en distintas labores comunitarias: llevan adelante un Banco de Dadores de Sangre (tel 427177) y se aprestan para realizar la segunda etapa de lo que llaman "la misión a Gualeguay". Pertenecen a la Pastoral Universitaria de la diócesis de Gualeguaychú, que coordina la Servidora Alejandra Benedetti."La elección de Gualeguay partió en realidad de monseñor Lozano -explica Alejandra-. Cuando le planteamos la idea de hacer una misión, él nos dijo que la realizáramos dentro de la diócesis, atento a las necesidades que hay, y sugirió esa ciudad". Así, hicieron la primera visita en septiembre. E irán por segunda vez el 24 de octubre. "Estaremos en el Barrio La Defensa una vez por mes hasta febrero, y en ese mes, nos quedaremos diez días -explican los jóvenes-. Hablamos con la gente, les explicamos que queremos escucharlos, conocer sus necesidades, su realidad, rezar con ellos, compartir con los niños... Hubo quienes nos hicieron pasar, quienes no quisieron y con quienes hablamos en la puerta".Los universitarios fueron casa por casa y por la tarde se concentraron en jugar con los niños y conocerlos. Llevaron ropas que habían reunido y para el 24 de octubre, planean llevar alimentos, "su necesidad más acuciante", califican. Hay cajas dispuestas en el Instituto Sedes Sapientiae para recibir donaciones. Quienes quieran colaborar, pueden acercar allí comestibles no perecederos, especialmente leche en polvo, y pañales descartables. O llamar al 427177, donde Flavia desde la Secretaría atenderá a quienes se comuniquen."La idea es ir creciendo de a poco en las acciones y en el conocimiento de la gente -dicen-. Conocer bien la realidad y después, tratar de trabajar con grupos de jóvenes, niños, mujeres, familias..."Lo más significativo que trajeron de su primera visita fueron algunas cuestiones muy concretas:la necesidad de la gente del lugar de ser escuchada;la demanda de afecto de los niños "y las ganas con las que venían a jugar";la disposición con que rezaron y cantaron temas litúrgicos, "lo que demuestra que la semillita ya estaba sembrada";la emoción de algunos con la visita, "gente sola, muy carenciada, que necesitaba alguien que los escuche; eso solamente ya les hace bien...";la humildad con que viven;el cariño con que los recibieron."Queremos invitar a otros jóvenes a que se sumen, cuantos más seamos, mejor -dijeron finalmente-. Nos reunimos todos los jueves a las 22 en el Profesorado Sedes Sapientiae".
Servicio, profesionalismo y actitud
Otro proyecto solidario, recién diseñado, del que participan jóvenes universitarios es "De la universidad a la villa y de la villa a la universidad". Piloteado por estudiantes que trabajan también dentro de la Pastoral Universitaria (de Capital Federal) es, sin embargo, un proyecto autónomo. Al frente se encuentra el gualeguaychuense Beltrán Sobredo y hay otros jóvenes de nuestra ciudad y de otros puntos del país.La idea fue presentada el jueves pasado en la Casa de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires. "Estuvo presente uno de los curas de la Villa Soldati, Martín Dechiara, lo que le dio al encuentro un toque especial", cuenta Beltrán. "Venimos trabajando en esto desde hace unos dos meses con un grupo de jóvenes universitarios. La idea central del programa consiste en la aplicación de los talentos profesionales de los universitarios al servicio de los demás, en una villa (Villa Soldati) y con un objetivo concreto: garantizar ciertas condiciones básicas para que jóvenes de la villa puedan ir a la universidad".Soñamos una Argentina con igualdad de oportunidades para todos, donde la Educación Pública no sea tan sólo un derecho que unos pocos pueden ejercer, sino un deber para quienes deben garantizarla -dicen en la presentación del proyecto-. Y para hablar de Educación, hay que hablar de panzas llenas, cuerpos sanos, hogares seguros. (Ver: http://www.youtube.com/generacionuv).Tienen como valores: "La Educación, como motor fundamental de crecimiento e integración; el Servicio, como actitud de entrega en el Amor; la Alegría, fruto de ese Amor que entregamos y recibimos en cada acción; la Gratuidad, porque gratis lo recibimos y gratis lo entregamos; el Profesionalismo, con el que desarrollamos nuestras tareas, la Actitud, porque creemos que es lo que hace la diferencia".Para ello, elaboraron un programa con áreas donde cada joven puede apuntarse, según sus estudios: Arquitectura y urbanismo, Arte y recreación, Ciencias Agrarias, Ciencias de la Educación, Medicina, Ciencias Políticas y Sociología, Ciencias Económicas, Comunicación Social y Periodismo, Derecho, Fonoaudiología, Idiomas, Ingeniería, Nutrición, Psicología y Musicoterapia, Psicopedagogía, Recursos Humanos. Sistemas, Terapia Ocupacional, Trabajo Social, Turismo y Cultura.Esperan concretar distintos servicios: diseñar con los jóvenes de la villa parquización de áreas verdes, atención de la salud, de problemas legales, manejo de otro idioma, etc. A la par, incentivar a quienes quieran, a seguir una carrera universitaria. Para ello, plantean la posibilidad de tutorías (un joven universitario se hace padrino de un joven de la villa para ayudarlo en toda su carrera, alentarlo, acompañarlo), becas, charlas con profesionales, test de inteligencia y aptitud, padrinazgos económicos (obtener donaciones que solventen los gastos de estos jóvenes de la villa), seguimiento a largo plazo, etc. "Esperamos ayudar a romper el ciclo de la pobreza, transformando no solamente su realidad y su futuro, sino también el de su familia y su comunidad inmediata", explican los integrantes de este grupo que se llama "Generación Universitaria".Se prevé la construcción y equipamiento de una Biblioteca, para que los futuros estudiantes tengan a disposición los libros que requieran según su carrera, en su propio lugar: la villa. Tendrán allí libros y un lugar apropiado para estudiar. No dejar de soñar
Nada será fácil, ni para los jóvenes que misionan en Gualeguay ni para los que ven universitarios en el futuro de los que viven en Villa Soldati. La clave está en el amor. Y en no dejar de soñar. Como diría Withman: "No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber aumentado tus sueños. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario".
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