21N - NADA QUE FESTEJAR
De los aplausos al olvido: Enfermeros y enfermeras volvieron a reclamar mejoras laborales
Son quienes sostienen, en gran medida, el sistema de salud. Este sábado, al conmemorarse el Día de la Enfermería en el país, se manifestaron por mejoras en sus condiciones laborales. "Nunca se escucharon nuestros reclamos, nuestros pedidos, ni se valora realmente el trabajo que brindamos a la sociedad", reclamaron.
Por Luciano Peralta Los profesionales de la enfermería están mal pagos. Lejos de ser un problema nuevo, es un reclamo de larga data. Históricamente la de las enfermeras y enfermeros a sido una tarea que no ha tenido un reconocimiento acorde al trabajo que realizan todos los días. En el sentido común de muchos todavía es muy fuerte esa idea de que la enfermera es aquella que pone una inyección o que sólo sabe cambiar un suero. Esa imagen de meros asistentes del profesional médico todavía conserva un peso importante entre quienes no conocen realmente de qué se trata su trabajo. Lo cierto es que, ya hace una buena cantidad de años, los profesionales de la Enfermería deben formarse -la licenciatura en Enfermería existe en la UBA desde 1960, y en Gualeguaychú, la tecnicatura desde 2010-, capacitarse constantemente y lidiar con situaciones cada vez más complejas.
Ellos salvan vidas todo el tiempo. El problema es que esa tarea, romantizada al principio de la pandemia por el Covid-19, no es reconocida como debiera. Por eso, este 21 de noviembre un nutrido grupo de enfermeras y enfermeros de Gualeguaychú se manifestaron en caravana por el centro, pasaron por las tres clínicas privadas de la ciudad y terminaron en la puerta del Hospital Bicentenario, donde protagonizaron un emotivo acto. “El común denominador es el cansancio que tenemos todos, Enfermería, mucamas, médicos, el equipo de salud entero. Es mucha la carga de estrés que pasamos, desde la vestimenta hasta la asistencia al paciente; la educación a la mucama, también, porque es una parte fundamental de nuestro trabajo. Estamos todos agotados y, encima, la remuneración es insuficiente. Es como una burla, en un momento nos aplaudieron y hoy somos el último orejón del tarro”, expresó Analía, una de las muchas enfermeras que se movilizaron para defender su trabajo. Los profesionales de Enfermería realizan turnos rotativos de 8 horas, y muchas veces deben hacer doble turno para sumar un salario más o menos digno. Dedican sus días completos con cargas horarias inhumanas por salarios que, más o menos, llegan a los 40 mil pesos. En diálogo con ElDía, explicó que “de alguna forma tenemos que hacernos escuchar”. Y ahondó: “Todas las manifestaciones, la anterior también (que perdió visibilidad por el conflicto político-institucional que rodeó al Hospital Centenario hace un mes) son pacíficas, no tiene ningún tinte político, solamente queremos que nos escuchen y que la sociedad nos vea lo cansado que estamos. Que entiendan que si no se cuidan nos perjudican a nosotros, y si nosotros nos enfermamos, si nosotros morimos, como se nos fue un compañero la semana pasada, quedan sin atención de cinco a siete pacientes”. “El problema, o uno de los tantos, es que no hay tiempo para capacitar a otros enfermeros. Nosotros somos terapistas, y es difícil enseñar, formar, en este momento en el que todo es urgencia. Entonces, la única forma es cuidarnos. Por eso la marcha también apunta a que la sociedad nos vea como estamos, que nos vean las marcas de los barbijos en la cara… Hoy la sociedad nos necesita más que nunca, pero nosotros también necesitamos el apoyo de la sociedad”, concluyó la profesional que suma 21 años de experiencia. Por su parte, Marcelo, quien el año próximo completará tres décadas de servicio, le puso números al asunto. “Yo trabajé en el hospital y en San Lucas ocho años, 16 horas por día”, como tantos otros de sus compañeros. “Sin feriados, sin Día del Padre o de la Madre, sin fiestas. Nuestro trabajo es de lunes a lunes. Y todos trabajamos en otra institución o hacemos enfermería domiciliaria porque los sueldos insuficientes”, explicó. Aunque el documento leído al pie de las escalinatas del Hospital Bicentenario no lo expresó, la idea de los y las enfermeras es concretar un encuentro con el nuevo (y provisorio, según sus propias palabras) director del nosocomio, Eduardo Elías. “No queremos una reunión con el Departamento de Enfermería, queremos estar nosotros, los enfermeros de planta o un representante de cada sala una reunión con el director”, explicó Marcelo. Y remarcó: “nuestra idea es sumar, eso tiene que quedar claro. Los temas a resolver son varios, la cuestión económica, la sobrecarga, los francos impagos, pero necesitamos empezar a resolverlos ya”. Con todas las bondades que ofrece la salud pública argentina -de las más inclusivas de la región-, aún así el sistema es deficiente. No alcanza. Ni a cubrir las demandas de la población, ni la de los y las profesionales que lo conforman. Y, en este sentido, el Estado sigue estando en falta. En 2017, la Cámara de Diputados de Entre Ríos le dio media sanción a la Ley de Enfermería impulsada por el gremialista de UPCN José Allende, quien dejó esa banca en 2015, después de cinco mandatos. Este año, la Cámara de Senadores empezó a trabajar sobre el texto aprobado, pero hay muchas resistencias con algunos puntos del proyecto, desde las asociaciones y gremios que conforman el sector y desde la propia política. En ese marco, se hizo trascender, desde el mismo seno de la Cámara Alta entrerriana, la voluntad de elaborar una nueva ley. Pero, al menos hasta ahora, no ha habido novedades concretas al respecto. “Muchas veces nos sentimos solos” Pasadas las 11 de la mañana, la caravana de vehículos encabezada por una ambulancia de VIDA, empezó a llegar al hospital. Habían salido, un rato antes, del corsódromo. Recorrieron, con pancartas y globos blancos, buena parte del centro de la ciudad, y pasaron por las tres clínicas de salud privadas de Gualeguaychú: Pronto, Jeannot Sueyro y San Lucas. Luego de entonar el Himno Nacional Argentino, Gustavo, uno de los voceros de los enfermeros, leyó el documento preparado para la ocasión. “Ser enfermero es esencialmente cuidar del otro, de ese otro que ha perdido su salud, que está desvalido ante la vida y que lucha por seguir viviendo sano junto a los suyos. El enfermero es aquel que está día a día y hora tras hora junto al paciente, el que lo cuida incansablemente, el que lo escucha, el que lo conoce sin preguntarle su nombre, el que lo acaricia en la soledad de una sala, el que le brinda confort y bienestar en su enfermedad y el que le da esperanza para seguir mejorando”, expresó. “Este año la situación epidemiológica mundial ha visibilizado esta tarea que durante mucho tiempo pasó silenciosa y oculta entre los pasillos y las salas de los hospitales y de los centros sanitarios. La pandemia ha hecho que la sociedad gire su mirada y pueda ver la labor humana e incasable que realizamos los agentes de salud todos los días”, continuó. “Muchos nos reconocieron y nos agradecieron la tarea. Fue un gran aliento para todos. Pero poco a poco la llama del reconocimiento se ha ido apagando. Los egoísmos de muchos han desacreditado y burlado nuestro trabajo. Tal vez el agotamiento frente al encierro, el hastío de una economía que no alcanza y el alejamiento de aquellos a los que queremos ha hecho que ese cuidado del otro se fuera desvaneciendo y, en consecuencia, nuestro trabajo se ha ido incrementando más que nunca en este tiempo. Muchas veces nos sentimos solos, nos duele la desconsideración de la gente que no valora nuestro sacrificio y nuestra entrega”, indicó, el enfermero, micrófono en mano. “Hoy estamos aquí para volverle a pedir a la sociedad que se cuide y que nos cuide para que también nosotros podamos cuidarlos si nos necesitan. Pedimos también a las autoridades que valoren nuestro trabajo sin que esto quede solo en palabras. Queremos sueldos dignos que nos permitan trabajar las horas necesarias para no excedernos poniendo en riesgo nuestra salud y alejándonos de nuestras familias. Reclamamos un reconocimiento a nuestro esfuerzo. Trabajamos muchas veces sin conocer lo que son domingos en familia, feriados, Navidades y Fines de año junto a los nuestros”, enumeró el vocero y aseguró: “No bajaremos los brazos. Estaremos para seguir cuidando a la gente. Pero hoy más que nunca solicitamos a las autoridades y a toda la sociedad que nos cuide y nos dé la posibilidad de seguir ayudando a aquellos que nos necesitan. Enfermería dice presente. Aquí estamos. Peleando por lo que nos corresponde y sintiéndonos, hoy más que nunca, dignos de nuestra vocación y de nuestro trabajo”.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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