CRISIS EN LA SALUD
Debido a los costos de los materiales, existen demoras en la colocación de stents a nivel local
Los insumos están dolarizados y se incrementaron muchísimo. Los precios crecieron tanto que representan un gran porcentaje de lo que aportan las obras sociales. Esto provoca que el médico, los enfermeros y el personal administrativo cobren cada vez menos. “Nuestros pacientes cada vez esperan más, y muchas veces terminan pagando ellos las prótesis”, aseguraron desde el sector profesional.
Esta semana el Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas emitió un comunicado haciendo público el complejo panorama que atraviesa el sector para poder continuar con la colocación de stents, lo que alarma a toda la población, teniendo en cuenta que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en Argentina.
¿Cómo es la situación en Gualeguaychú? Ahora ElDía consultó al único especialista de la ciudad que se encarga de realizar este tipo de intervenciones, el médico cardiólogo Emanuel Luchessi, quien explicó que “dentro de las principales indicaciones están los implantes de stent de emergencia en el contexto de los infartos agudos de miocardio, que ahí cumplen un rol sumamente importante para salvar vidas. Tal es así que en Gualeguaychú tenemos una iniciativa que se llama ‘Código Rojo Infarto’ desde 2019, ahí tratamos de acercar las angioplastias coronarias con implante de stent a todos los pacientes con y sin cobertura médica”.
Según la información oficial, gracias al “Código Rojo Infarto” son tratados de manera anual entre 60 y 70 vecinos, mientras que a lo largo del año se realizan en Gualeguaychú alrededor de 250 procedimientos terapéuticos de angioplastia coronaria. “La colocación de stents en Gualeguaychú es muy frecuente debido a que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en Argentina y en los países desarrollados. En la ciudad colocamos uno casi todos los días”, explicó el médico cardiólogo.
“Es una intervención realmente costosa, pero la cubren las obras sociales. En el contexto de la emergencia tenemos el acuerdo con el hospital, que se hace cargo de los pacientes que están cursando un infarto y no tienen cobertura médica. La institución se hace cargo de la práctica y de los insumos. También realizamos estos procedimientos en el servicio de hemodinamia del San Lucas. Las coberturas médicas, cuando están en funcionamiento, también cubren las prácticas, así que hasta hace poco veníamos sin problemas”, relató.
En este sentido, los costos de los stent y los demás materiales –catéteres, cuerdas guías y la sustancia de contraste que se utiliza para ver las arterias, entre otros– significan un porcentaje muy alto del módulo que las obras sociales envían para cubrir los costos del procedimiento. Pero los materiales muchas veces pueden llevarse hasta el 80% de todos estos fondos. Con lo que queda hay que pagar los honorarios médicos, los administrativos, los enfermeros, la luz y el equipamiento. Es por eso que el Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas sacó la solicitada para explicar la realidad del sector.
Para colmo, en los últimos meses el panorama se complejizó: “Los costos ya venían aumentando durante el gobierno de Alberto Fernández; mientras que los sueldos, también el módulo, que implica hacer una angioplastia coronaria quedaron muy atrasado. Y luego, con la devaluación del actual gobierno de Javier Milei, los costos de las prácticas explotaron. Este tipo de intervenciones quirúrgicas es 100% dolarizada: los insumos son importados y aumentaron más del 100%. Hubo algunos que que aumentaron entre un 300% y un 500%. Estamos hablando de insumos básicos que antes representaban un porcentaje relativamente bajo del módulo que nos pagaban las obras sociales por hacer las prácticas, y que hoy en día estamos muy por debajo de los costos”, describió.
Las obras sociales tampoco dan abasto
“Las personas que necesitan colocarse stent son todas aquellas que puedan tener patologías arteriales o venosas en cualquier territorio, ya sea en stent de carótidas; en arterias intracerebrales, coronarias, de las piernas; o de las venas”, resumió el profesional, quien a nivel provincial forma parte del Colegio de Hemodinamia y que actualmente es el presidente de la Asociación Entrerriana de Hemodinamistas.
Ante este mapa que marca que casi nadie queda afuera de este panorama, es entonces cuando todo comienza a complicarse por los costos de los materiales necesarios para realizar esta intervención quirúrgica de vital importancia. Al estar dolarizados comienzan a estar fuera del alcance. Y si los sueldos de los trabajadores que aportan a las obras sociales están congelados, se entra en un círculo vicioso en el cual es muy complicado salir.
“Las obras sociales tienen un poco de razón en lo que les pasa. Nosotros nos sentamos a discutir, pero sólo con las que podemos porque Iosper es un poco reticente y no nos da opción al diálogo y con el PAMI ni siquiera tenemos acceso porque es a nivel nacional. Sin embargo, nos plantean que de ninguna manera pueden aumentar lo que destinan a angioplastias coronarias un 200% o 300% más, que es lo que debería pasar. La explicación que dan es que se desfinancian y no podrían seguir funcionando porque perciben sus ingresos de los trabajadores y los trabajadores no han tenido aumento de los sueldos”.
En ese marco, planteó que “estamos en una gran encrucijada en la que todos tienen razón, la obra social tiene razón que no puede pagar más, pero nosotros no podemos hacer más estas prácticas en estas condiciones, por eso es que está cada vez más difícil y, sinceramente, la realidad de Gualeguaychú es que hay grandes demoras. Nuestros pacientes cada vez esperan más y muchas veces terminan pagando ellos las prótesis porque las obras sociales no los cubren o tienen mucha demora. Es una realidad cotidiana”.
Finalmente, el médico cardiólogo lamentó el presente que viven no sólo sus paciente sino también los integrantes de su sector: “En lo que respecta a nuestra especialidad, no es una de las que sea más beneficiada por el sistema de salud porque los módulos han quedado muy atrasados, en el cual llegamos a este punto en que nos vemos con la imposibilidad de atender patologías sumamente importantes que amenazan la vida de las personas. Lo estamos pudiendo hacer cada vez menos, cada vez más tarde y con peores condiciones”, concluyó Luchessi.
¿Qué es un stent?
Es un pequeño tubo de malla metálica que se coloca dentro de una estructura hueca del cuerpo, como una arteria, una vena u el uréter, para mantenerla abierta. Se utilizan para tratar el estrechamiento de las arterias, que puede dejar pasar menos sangre.
Se colocan durante o después de una angioplastia, un procedimiento para abrir vasos sanguíneos estrechos o bloqueados que suministran sangre al corazón. El stent se monta sobre un balón que se infla en la zona de la obstrucción coronaria, haciendo que la arteria recupere su diámetro y normalizando la circulación sanguínea.
Algunos stents liberan un medicamento permanente para ayudar a evitar que la arteria se cierre a largo plazo. Otros se utilizan para manejar aneurismas, que son burbujas en las arterias que pueden causar problemas graves si estallan.