Declararon los testigos en el juicio a policías
Se realizó ayer la segunda audiencia del juicio que se le sigue a tres efectivos policiales por un hecho ocurrido en marzo del 2009, por el cual están imputados de "vejámenes legales agravados", y que tiene como víctimas a dos jóvenes que eran menores de edad.En esta segunda jornada, Felipe Herlein y Víctor Kuhun, padre de las supuestas víctimas, brindaron un relato pormenorizado que les fue transmitido por sus hijos Víctor Hugo Herlein e Iván Joel Kuhun la madrugada del 22 de marzo de 2009.Los adultos ratificaron lo testimoniado por sus hijos y contaron cómo los vieron después de ocurridos los hechos. Posteriormente hicieron lo mismo los testigos Dacosta y López, que presenciaron el procedimiento policial.Estos dos testigos contaron lo que observaron sobre el accionar de la Policía, corroborando la versión de las víctimas, pero no identificaron a ninguno de los tres policías imputados: el oficial Máximo Martínez y los suboficiales Luis Hermelo y Pablo Gaytan.Para el lunes próximo declararán otros dos testigos, Müller y González, y se realizarán los alegatos finales por los representantes legales de cada una de las partes, Raúl Jurado, Víctor Rebossio y Pablo Ledesma por la defensa de los imputados, Amelia Angerosa por la querella y Mauricio Derudi, representante del Ministerio Público Fiscal.El 22 de marzo de 2009, los tres uniformados a bordo de una vieja Ford F100 que funcionaba como patrullero, acudieron a un llamado por un hecho delictivo en el barrio Guevara, en calle Irazusta al sur. Los damnificados de ese hecho señalaron que los autores habían sido dos jóvenes que escaparon en una moto, aportando descripciones precisas.Pocos minutos después, y según el testimonio de los policías, los dos jóvenes los sobrepasaron a gran velocidad, gritándoles todo tipo de improperios. Hicieron caso omiso a la voz de alto y se inició una persecución desde Irazusta y el Acceso Sur hasta Boulevard Martínez y Gervasio Méndez.Durante ese trayecto - según lo señalaron los uniformados en la instrucción - el viejo móvil policial no alcanzó a la moto, que escapaba a gran velocidad. Fue recién en el barrio 348, cuando los jóvenes entraban la moto a un garage, que los policías lograron aprehenderlos.Durante ese procedimiento - según consta en la denuncia de los jóvenes - los efectivos habrían abusado de su autoridad, aplicándoles varios golpes para lograr reducirlos. Uno de ellos manifestó haber sido víctima de un "culatazo" de un arma larga, mientras que el otro adujo un golpe de puño en su rostro.Los policías manifestaron en su declaración que debieron actuar bajo una lluvia de piedras por parte de vecinos que pedían por la liberación de los aprehendidos, pero aseguraron que nunca se usó la fuerza desmedida, solo para reducir a los jóvenes.
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