Denuncian al preso que accede a internet, pero no dicen que es por estudio
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El diario La Nación denunció que Guillermo Álvarez, un interno que llegó hace unos 10 años a Gualeguaychú, tenía una PC en su "calabozo". El Director de la cárcel aseguró que era con fines únicamente educativos: estudia a través de un aula satelital.Carlos RieraEn noviembre de 2014, tan solo una semana antes de que el actual director del penal, Alejandro Mondragón, tomara posesión del cargo; el juez de Ejecución de Penas N° 4 de Capital Federal, Marcelo Peluzzi, llegó a la cárcel de Gualeguaychú con una orden de allanamiento para requisar la celda donde se encuentra alojado Guillermo Álvarez.En un artículo publicado el domingo en la edición impresa del diario La Nación, el periodista Gustavo Carabajal describió a Álvarez como "uno de los asesinos seriales más sanguinarios de la historia argentina". Este interno fue sentenciado por dos tribunales a cumplir una sentencia de reclusión perpetua por ser considerado el líder de la banda conocida como "Los niños bien", que causó "los asesinatos del empresario Bernardo Loitegui (h.), la joven estudiante María Andrea Carballido y el subinspector de la Policía Federal Fernando Aguirre, ocurridos en 1996 durante un raid de asaltos contra restaurantes en Martínez y en el barrio de Belgrano".Te puede interesar: En un juicio abreviado, condenaron a un hombre por tenencia de drogasCómo llega a Gualeguaychú"El concheto", como se lo describe en la nota de La Nación, es considerado un preso conflictivo, que tuvo problemas con el Servicio Penitenciario Federal hace muchos años atrás, y que en un "intercambio" para una mayor seguridad y control, llegó a la Unidad Penal N°2.Desde entonces, y por una disposición judicial, está recluido en un sector alejado del resto de la población carcelaria. El director de la UP2, Alejandro Mondragón, contó a ElDía que "está alojado en una celda individual, en cercanías a la zona de aislamiento, donde tiene su patio".Álvarez llegó hace unos diez años atrás y desde entonces, a través de sus pedidos, fue ganando terreno, hasta que en 2007/2008 consiguió una autorización del Juzgado de Ejecución de Gualeguaychú para contar con una computadora para estudiar abogacíacon una modalidad a distancia, a través de un aula satelital."Nosotros lo recibimos con el cartel del asesino mas sangriento y los transformamos en un interno común como cualquier otro", opinó Mondragón y agregó que la modalidad carcelaria en Entre Ríos es muy diferente a la de Buenos Aires, donde los internos están prácticamente todo el día encerrados y no se promueve e incentiva una actividad.La denunciaEn la nota de La Nación se informó: "un informe realizado por técnicos de la Dirección de Criminalista y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional sobre la computadora que le secuestraron al condenado concluyó que "de las información obtenida en el equipo analizado, se puede establecer que, mediante el mismo, se ha tenido acceso a Internet".Además agrega la denuncia: "entre las condiciones que le fijó la Justicia figuraba que sólo podía acceder a Internet "para bajar contenidos educativos del aula virtual de la universidad, en un sector del penal en el que se asegure la fiscalización del personal penitenciario, por el tiempo que dure la consulta, luego de lo cual corresponde proceder a la desconexión del servicio". Esto significa que el acceso a Internet estaba limitado al sector de Asistencia Social del penal y debía ser vigilado por un guardiacárcel. A partir del secuestro de la computadora y del peritaje de los técnicos de la Gendarmería, la Justicia comenzó a investigar cómo fue que ninguno de los agentes penitenciarios del penal entrerriano advirtió que Álvarez tenía acceso a Internet, con el riesgo de que pudiera haber realizado una actividad delictiva".La respuestaMondragón desestimó todo el relato periodístico. Primero señaló que la computadora era de la propiedad del interno y había sido avalada por el Juez de Ejecución. Las autoridades carcelarias lo que hacían era "bajar los contenidos desde Internet a su CPU y luego entregarle el CPU al interno, así estudiaba con la debida bibliografía. Todo siempre fue con fines educativos. Nunca entró solo a Internet, y cuando lo hizo siempre estuvo acompañado por un guardia, porque debía hacerlo desde una oficina, donde además había documentación y otros elementos".Respecto al informe criminalístico de Gendarmería, Mondragón no dudó en afirmar la veracidad, pero aseguró que todos los ingresos a Internet fueron con fines educativos y además, "nunca se comprobó un uso o actividad delictiva. Desde que tengo conocimiento, ese CPU salió unas tres veces a reparación".Álvarez fue detenido en su casa de Martínez en 1996 y desde entonces se encuentra alojado en instituciones carcelarias. Lleva casi 20 años tras las rejas, pero su caso se encuentra en medio de apelaciones. Podría recibir en poco tiempo beneficios, como la salida transitoria, pero si esas apelaciones fallan en su contra, deberá permanecer varios años más tras las rejas.
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