UN FENÓMENO SOCIAL Y ECONÓMICO
Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Entre Ríos alertan por un “aluvión uruguayo”
Aseguran que en Entre Ríos unos 2.000 uruguayos se mudaron para aprovechar el cambio y viajan todos los días para trabajar. Se instalan en ciudades fronterizas, en medio de una crisis habitacional que no deja de crecer.
Los desequilibrios económicos y la crisis de los alquileres se aprecian con fuerza en todo el país. Pero en Entre Ríos se vive un fenómeno sin antecedentes: en Gualeguaychú y en otras ciudades fronterizas, como Concordia y Colón, miles de uruguayos favorecidos por el cambio no sólo “cruzan el charco” a diario para hacer compras sino que también desde hace un año empezaron a alquilar viviendas
El fenómeno, sumado a una crisis habitacional que no deja de crecer, contribuyó a agotar la oferta de alquileres en estas localidades entrerrianas.
Es habitual que, según los momentos cambiarios, los uruguayos, que pueden llegar en menos de una hora por los puentes que unen ambas orillas, crucen para comprar en supermercados, ferreterías, casas de muebles, corralones, indumentaria y farmacias, entre otros rubros. Pero nunca había pasado con propiedades, un fenómeno que también alentó la pandemia y el trabajo remoto.
Además, es relativamente fácil y rápido cruzar de un país a otro. Desde Gualeguaychú hasta Fray Bentos y Las Cañas, se demora menos de una hora en auto. Lo mismo para llegar a Concordia desde Salto. De Colón a Paysandú, la ciudad uruguaya más próxima, se necesitan sólo 35 minutos.
Es habitual que, según los momentos cambiarios del país, los uruguayos, que pueden llegar en menos de 1 hora por los puentes que unen ambas orillas
Fuentes especializadas estiman que en los últimos 18 meses en Gualeguaychú, Concepción del Uruguay (donde hay universidades a las que concurren estudiantes uruguayos a cursar diferentes carreras), Colón y Concordia, entre otras ciudades, se hicieron unos 1.000 contratos bajo el formato tradicional de alquiler y más de 1.000 por acuerdos temporarios, en los que los uruguayos llegan a pagar entre $15.000 y $20.000 diarios. Para las garantías, recurren al pago de acuerdos privados o seguros de caución.
“Lo que está ocurriendo en la zona fronteriza es algo insólito”, dijo Paula Armandola, presidenta del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos. “No lo hemos vivido anteriormente y hay ciudades de nuestra provincia en donde la oferta de viviendas es casi cero para locaciones que deben regirse por la Ley de Alquileres vigente”, destacó.
En Paraná, la capital entrerriana, hay lista de espera. “Lo llamativo es que a veces no llegamos a publicar la casa porque se alquila casi sin verse presencialmente. Actualmente una de tres ambientes oscila en los 70.000 y 120.000 de cuatro ambientes. Y sube si tiene cochera”, agregó Armandola.
La Ley de Alquileres complicó el escenario no sólo porque hay propietarios que no quieren ofrecer sus viviendas, disconformes con registrar su acuerdo en la AFIP y con el método de ajuste anual y porque los contratos a 3 años hacen que las unidades demoren en volver al mercado. Otro problema es que hay poca construcción de nuevas viviendas en distintas ciudades de la provincia y no se logra satisfacer la demanda.