Después de Alfonsín ¿qué le falta a la Democracia?

Decíamos el domingo pasado, que el déficit de nuestra Democracia es el componente República. Algunos analistas, apoyándose en discursos del Presidente fallecido, entienden que la mitad faltante – y prioritaria - es la igualdad.

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Es cierto, los trabajadores argentinos no merecen tan injusta distribución del ingreso nacional. Su parte en la torta ha caído a la mitad de lo que tenían hace 40 años. Y  esa falta de igualdad se debe en gran parte, a la ausencia de República. Nuestros gobiernos autoritarios en estas últimas décadas, han proclamado la necesidad de redistribuir la riqueza. Y para vencer las resistencias de los opresores, han reclamado plenos poderes. Una vez obtenidos, se  olvidaron de su propio discurso y ahondaron la brecha.

En los países realmente republicanos, la división de poderes con sus controles recíprocos, la vigencia de la Ley, la independencia de la Justicia, la prensa libre y los órganos auditores funcionando armónicamente, evitan los desvíos y conducen los recursos -públicos y privados -  a su verdadero destino de bien común.

Pero en las republiquetas, rotas las vallas constitucionales y con ello las instituciones establecidas en resguardo de los ciudadanos, prolifera el financiamiento espurio de la política, el capitalismo de amigos, el peculado y la corrupción, siempre en nombre de la igualdad. ¿Y con los pobres? Practican lo que decía Martín Fierro: “sólo sirven pa´ votar”. Entonces, no perdamos la brújula.

 

OPERATIVO  ESPANTO

Por lo visto, el contundente mensaje que la sociedad emitió en las exequias de Alfonsín no ha sido bien leído por Kirchner. Lo demuestra el festival de candidaturas obligadas que está montando, sin consulta previa a los interesados. Y como esta desnaturalización se ha gestado gradualmente en el tiempo, muchos han perdido la  noción de lo normal. ¿Qué es lo normal? Que las candidaturas surjan desde abajo, mediante postulaciones que recorran las vías de selección en cada partido. Pero acá, las candidaturas son ordenadas desde lo alto del poder, imponiendo a quienes están en la mitad de su mandato, la obligación de postularse para un cargo inferior que además, no van a asumir. En criollo: candidatos al p…

Su “fundamentación jurídica” es parte del disparate: no está prohibido. Si hubiera que vedar expresamente todo lo absurdo que se les pueda ocurrir, la Constitución debería tener más artículos que el Código Civil.

Veamos los distintos casos. Scioli tiene el problema de estar bien en las encuestas. Kirchner, que había apresurado su propia candidatura con un “operativo clamor”, ahora muerto de pánico al ver las encuestas, obliga al Gobernador a acompañarlo. Pero acá hay algo que no funciona: Presidenta es la Señora; el que se plebiscita es él  y “la pantalla” es Scioli. ¿Quién lo entiende? ¿Qué debe hacer el votante desorientado?  Ante todo, considerar  esto como una variante patética de la definición borgeana sobre el actor: “alguien que finge ser otro, ante quienes aceptan fingir que lo toman por ese otro” En consecuencia, al que se postula, haciendo como que va a asumir, habrá que  “apoyarlo” haciendo como que se lo va a votar.

Por lo demás, resultará interesante preguntarles a esos candidatos  en sus campañas –si las hacen- qué propuestas tienen, en caso de ganar.  Pero: ¿Cuál es la causa de todo esto? Nuevamente, permiso Maestro: ¡son incorregibles!”

Otro misterio es la popularidad de Scioli: comodín de cualquier gobierno, sus discursos son aburrídisimos, se deja ningunear y hasta ahora no ha hecho nada. Eso sí: obedece a Kirchner como un perrito faldero. De a ratos dudo si Ludovica no tiene más independencia de criterio. ¿Qué le queda? La honradez. De ser así: ¿cómo podrá garantizarla, si no va a asumir? Por otra parte, el universo K se ha edificado con ausencia de esa virtud y sobreabundancia de lealtad. Ahora que ésta cruje por todos lados: ¿vendrá una ola de honestidad? hummmm

El caso de los Intendentes del conurbano es distinto: como en Olivos saben que para salvar la ropa le jugarían algunas fichas a De Narváez­-Solá, en ésta los obligan a candidatearse a concejales (allá renuevan 1/2 cada 2 años) para que no se escapen. Es inocultable que el operativo clamor ha derivado en un caótico operativo pavor y muchos leales acompañarán al declinante Kirchner. Pero sólo hasta la puerta del cementerio.

Ahora se habla de incluir en la obligatoriedad, a los Gobernadores. ¿Y el federalismo? En el caso de una derrota general, el tendal de patos rengos que quedará, será tan grande que a la ingobernabilidad central, se sumará la de las provincias. ¿No será demasiado?

En resumen, Kirchner y nuestro dibujante Hugo Seri, hacen lo mismo: una caricatura de nuestra Democracia. Con una diferencia: lo de Seri desde su oficio, es más serio. Lo ayuda el apellido.

 

DESILUSIÓN

Bajo las influencias del efecto Alfonsín y para tomar distancia de toda la farándula descrita, habíamos pensado  votar al viejo partido.

Pero al leer el comunicado sobre el conflicto municipal, se nos fueron las ganas. Esperábamos algo serio ante este paro salvaje; una posición clara en defensa de nosotros, los ciudadanos. Pero no: el partido que debió soportar los planes de lucha de la CGT contra Illia y los 13 paros generales contra Alfonsín, emite un comunicado que, por su contenido, bien podría haber sido hecho en el Sindicato Municipal, del que hasta copia argumentos. Con llamativa ligereza, atribuyen a la actual administración, la obligación de encontrar los recursos. ¿Ésa es toda la propuesta? Nada sobre el modo de corregir la engordada planta de personal. Y encima, una pobre redacción: hasta en eso se están pareciendo a los peronistas. Aunque pensándolo bien, talvez los vote por descarte, pues los restantes partidos, ni siquiera han abierto la boca.

Hasta el domingo. Si Dios quiere.